Ecos del pasado

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Un artículo aparecido esta semana en la revista “Nature” da cuenta del descubrimiento en el estado de Tabasco de un sitio arqueológico con estructuras arquitectónicas de grandes proporciones y una antigüedad cercana a los tres mil años. El sitio incluye, además de otras estructuras de menores dimensiones, una enorme plataforma rectangular de casi un kilómetro y medio de largo y 10-15 metros de altura. El artículo referido fue publicado por un grupo de arqueólogos encabezado por Takeshi Inomata de la Universidad de Arizona, y en el que se incluye a María Belén Méndez Mauer de  la UNAM.

El descubrimiento se llevó a cabo por medio de un levantamiento topográfico en el sitio conocido como Aguada Fénix, localizado a poca distancia de la frontera entre Tabasco y Guatemala. Dicho levantamiento fue llevado a cabo por la técnica LIDAR, la cual emite un pulso de luz láser hacia el punto de interés y mide el tiempo que dicho pulso –el eco- tarda en regresar. Una vez determinado este tiempo, la distancia al objeto se obtiene a partir de la velocidad –conocida- de la luz láser. El levantamiento topográfico de Aguada Félix se obtuvo montando el LIDAR en un avión y apuntando lateralmente el láser hacia diferentes blancos por medio de un espejo en la medida en que avanzaba, barriendo así toda el  área de interés. 

Como apuntan Inomata y colaboradores, las estructuras de Aguada Fénix habían permanecido ocultas debido a que su gran extensión y altura relativamente pequeña las hacía confundirse con el paisaje natural. El LIDAR, en contraste, no experimenta ninguna confusión y revela claramente la existencia de un sitio con numerosas estructuras arquitectónicas. La mayor de ellas, una plataforma rectangular alineada aproximadamente en la dirección norte-sur, de 1413 metros de largo y una elevación sobre el terreno de 10-15 metros. Algunas estructuras más pequeñas son también visibles sobre la superficie de dicha plataforma. En particular, sus bordes están coronados  por hileras  de plataformas rectangulares más pequeñas y en su centro es visible una estructura alargada de 400 metros de longitud. Además de la plataforma principal, el sitio incluye otras estructuras y calzadas que dan al conjunto una gran complejidad. 

Inomata y colaboradores fijan la construcción del sitio Aguada Fénix entre los 1000 y los 800 años antes de nuestra era. Para apreciar las dimensiones del sitio, hacen notar que el volumen de la plataforma principal excede substancialmente al de las pirámides construidas durante el periodo clásico en las tierras bajas mayas. Los investigadores, además, estiman que la construcción de Aguada Fénix habría requerido entre 10 millones y 13 millones de días-hombre de trabajo.

Aguada Fénix está colocada en un punto intermedio entre las zonas de cultura olmeca de Tabasco y Veracruz y las tierras bajas en las que se desarrolló la civilización maya del periodo clásico. Con relación a esto, apuntan Inomata y colaboradores que si bien la plataforma de Aguada Fénix estuvo probablemente influenciada por las tradiciones del sitio de San Lorenzo que perteneció a la cultura olmeca, las tradiciones sociales  de ambas culturas diferían en cierto grado. En particular, en comparación con la cultura olmeca, las desigualdades sociales en Aguada Fénix no habrían sido tan marcadas, como lo indica la ausencia de esculturas que representan a individuos de alta posición social. Lo mismo podría decirse de la cultura maya -de la cual Aguada Fénix habría sido precursora- que desarrolló marcadas desigualdades sociales.

De este modo, especulan los investigadores, mientras que en San Lorenzo y otras áreas olmecas las construcciones habrían sido realizadas por una mayoría bajo el mando de una clase social jerárquicamente superior, en Aguada Félix la participación de la población habría sido resultado de trabajo comunitario. Esto estaría reflejado en la horizontalidad de las construcciones de Aguada Fénix, en contraste con las pirámides mayas posteriores, cuya verticalidad facilitaba el acceso de sólo unos cuantos privilegiados. 

¿Fue Aguada Fénix asiento de una cultura en la que las jerarquías sociales jugaban un papel relativamente menor? De ser así, sus logros arquitectónicos, que nos muestra el eco del LIDAR, serían una muestra de las posibilidades del trabajo colaborativo. Lo cual, por cierto, no sería algo de sorprender.