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El “Huracán TRUMP”

Por Juan Manuel Rosales Moreno

Enero 23, 2025 03:00 a.m.

A

“Un sueño y un pasaporte… 

como las aves, buscamos el norte”

Jorge Drexler

El regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos el 20 de enero de 2025 ha sido recibido con reacciones polarizadas en todo el mundo. En México, con preocupación, por el tema que nos afecta directamente: la migración.

Trump ha retomado con más fuerza su conocida agenda “America First”, iniciando su segundo mandato no consecutivo con una serie de órdenes ejecutivas que buscan revertir muchas de las políticas implementadas por su predecesor, Joe Biden. Entre estas medidas, destaca la declaración de emergencia nacional en la frontera sur con México.

Esta decisión ha generado críticas y elogios a partes iguales en diversos sectores. Sus simpatizantes celebran lo que consideran un retorno a la soberanía nacional y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza; la comunidad internacional y organizaciones multilaterales expresan profundas preocupaciones sobre las consecuencias de sus políticas.

La emergencia nacional en la frontera sur, ¿seguridad o xenofobia? Esta sería en principio la reflexión inicial de la orden ejecutiva más controvertida de Trump, conocida como la DECLARACIÓN DE EMERGENCIA NACIONAL EN LA FRONTERA CON MÉXICO.

La migración, desde un enfoque humanitario, es un fenómeno impulsado por la búsqueda de seguridad y bienestar frente a situaciones extremas como la violencia o la pobreza. El migrante debe ser tratado con respeto a sus derechos humanos, independientemente de su estatus. Queda claro garantizar su protección, acceso a servicios básicos e integración social, abordando las causas estructurales que generan estos desplazamientos.

En un escenario ideal, es básico atender sus causas desde la raíz para reducir en la medida de lo posible que este fenómeno de movilidad humana se convierta en un problema donde solo se buscan culpables, en lugar de soluciones.

¿Por qué impacta tanto esta medida? Porque es una acción ejecutiva entendida como la facultad que tiene el Presidente de Estados Unidos para implementar políticas sin necesidad de aprobación legislativa. Aunque tiene base constitucional, su alcance puede ser impugnado judicialmente, generando controversias sobre el poder del Ejecutivo.

Así pues, esta medida permite el despliegue de tropas y fondos federales para reforzar la seguridad fronteriza y acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados. La administración también ha anunciado planes para reiniciar la construcción del muro fronterizo, uno de los principales proyectos de su primer mandato.

Como argumento principal de esta acción ejecutiva, Trump enfatizó que es esencial para proteger a Estados Unidos de lo que calificó como una “crisis humanitaria y de seguridad”. Citó un supuesto aumento en el tráfico de drogas y crímenes violentos para justificarla.

Es sabido que utilizó esta narrativa para consolidar su base política, apelando a los sectores que consideran la migración como una amenaza económica y cultural. Sostiene que esta emergencia nacional es una respuesta legítima y necesaria para garantizar la estabilidad de su país.

Las reacciones de México y otros actores internacionales fueron inmediatas. La Presidenta de México respondió con cautela inicial ante esta medida. En su conferencia matutina del día posterior a la toma de posesión de Trump, enfatizó que la declaración de emergencia no es una novedad, ya que se trata de la reinstalación de un decreto similar emitido en 2019. Sheinbaum subrayó la importancia de mantener “la cabeza fría” en las relaciones bilaterales.

Destacó que México ya ha enfrentado políticas similares en el pasado y que está preparado para implementar estrategias que protejan a los migrantes y defiendan la soberanía nacional como la aplicación ConsulApp y el plan “México te abraza” como parte de un primer paquete de iniciativas para apoyar a los migrantes mexicanos para paliar los efectos de esta iniciativa.

Expertos recomiendan tomar estas declaraciones y medidas con cautela, considerándolas como típicas de líderes de corte populista que desean mantener cautivos a sus simpatizantes; sin embargo, también advierten la importancia de allegarse de equipos técnicos que analicen las causas y den propuestas para negociar una solución, en lugar de políticos que usan a los migrantes como “carne de cañón”.

Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch ya denunciaron la medida, calificándola de “xenofobia institucionalizada”. Según expertos, criminalizar la migración agravará la crisis humanitaria en la región, dificultando el acceso a protección internacional para personas que huyen de la violencia y la pobreza.

Dentro de Estados Unidos los sectores conservadores aplauden la medida como una acción firme contra la inmigración ilegal, y grupos de derechos civiles han presentado demandas legales argumentando que esta acción excede los poderes presidenciales.

En solo 3 días las amenazas se han convertido en acciones y las redadas a migrantes ya iniciaron. Vivirán con miedo y zozobra los próximos años.

Esta declaración de emergencia tensará aún más las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México, complicando la cooperación en temas como el comercio y la seguridad regional.

En última instancia, las primeras acciones de Trump en su segundo mandato reflejan una continuidad en su enfoque unilateral e imperialista y su retórica divisiva. Sin embargo, en un mundo interconectado, el aislamiento y la confrontación difícilmente resolverán los problemas estructurales que subyacen a la migración y otros desafíos globales.

Para México, esta decisión representa un desafío diplomático de gran envergadura, poniendo a prueba su capacidad para defender los derechos de sus ciudadanos y migrantes, y obliga al gobierno mexicano a reconsiderar su estrategia de colaboración con Estados Unidos en un contexto de creciente tensión.

Es un momento crucial para exigir a la administración de Claudia Sheinbaum redefinir el paradigma discursivo de la “transformación”, basado en el desprecio por la verdad, la razón, la creación de acuerdos, y preguntar ¿de qué transformación hablamos?, ¿la que destruye y divide, o la que une y construye?

Estimado lector, hoy más que nunca le invito a informarnos para tener criterio y crear opinión con fundamentos.

jmanuelrm@msn.com