logo pulso
PSL Logo

Entender los efectos

Por Marco Iván Vargas Cuéllar

Febrero 16, 2023 03:00 a.m.

A

Pocas cosas afectan tanto a los partidos políticos cómo perder elecciones o lograr bajos niveles de votación. En el primero de los casos, la lógica aritmética por la que se comprende el funcionamiento de nuestras elecciones dice que solo una de las distintas alternativas políticas alcanzará la victoria cuando se trata de un solo puesto en disputa. En la jerga de la ciencia política solemos referirnos a que en circunscripciones uninominales el ganador se lo lleva todo, lo que quiere decir que si en una porción de un territorio se disputa un solo puesto de elección popular, el resto de los contendientes se queda con las manos vacías.

En el segundo de los casos, cuando se trata de la obtención de bajos niveles de votación, opera una lógica ligeramente distinta. Se trata de los otros efectos del voto donde la obtención de un determinado porcentaje, aún cuando no haya sido suficiente para obtener una victoria, suele traer beneficios para los partidos políticos postulantes. Uno de los ejemplos más claros es la representación proporcional en donde los partidos políticos obtienen escaños de representación en la medida en la que reciben, proporcionalmente, un cierto porcentaje del voto. Puede ser que en una cámara legislativa un determinado partido político obtenga la victoria en la mayoría de los distritos, pero otros partidos políticos también obtendrán escaños ya que este diseño privilegia la representación política de todas esas personas que votaron por otras alternativas que no resultaron ganadoras. Este diseño lo podemos observar en los espacios legislativos como el Senado de la República, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, los congresos estatales así como en los ayuntamientos.

Un segundo efecto de los porcentajes de votación obtenidos por los partidos políticos tiene que ver con las reglas del financiamiento: como usted sabe, los partidos políticos en México acceden a financiamiento público que es más o menos proporcional al porcentaje de votos que obtuvieron en elecciones anteriores, de lo que se desprende que si un partido político obtiene muchos votos, obtendrá un mayor financiamiento que aquellos partidos políticos minoritarios qué accederán a prerrogativas con montos menores.

Como ve, en las contiendas electorales no solo se ponen en juego las designaciones de puestos públicos unipersonales como puede ser la Presidencia de la República, las gubernaturas, las presidencias municipales o algunos puestos legislativos. También se encuentra en disputa la representación política -que se relaciona íntimamente con la pluralidad-, el financiamiento público o incluso la conservación del registro de algunos partidos políticos.

Soy de la idea de que la situación de nuestro país podría mejorar significativamente en la medida en la que podamos ampliar la base de la comprensión pública de los asuntos políticos. esto requiere de un esfuerzo que no recae en una sola persona o en una sola institución. Si a las personas se les explica con claridad cuáles son los distintos efectos del voto, es posible Que la valoración que cada persona realiza para votar por una u otra alternativa, adquiera una dimensión distinta.

El gran desafío de todo esto es que la comprensión pública de los asuntos políticos no debe partir de definiciones sofisticadas, tecnicismos complejos o explicaciones densas. E otro espacio hemos hablado ya sobre el éxito y la efectividad de los discursos simples,  que lamenvtablemente han sido aprovechados por algunos personajes para deformar la idea pública del significado de la política y de la democracia.

La democracia no puede, ni debe partir del abaratamiento de nuestra propia política. Hay que combatir el insulto a la inteligencia. Hay que combatir al discurso falaz que ofrece verdades tergiversadas a cambio de apoyos estruendosos. El verdadero desafío de aquellas personas e instituciones que realmente estén interesadas en la profundización de la calidad de la democracia implica hacer entender las distintas dimensiones del funcionamiento de lo público sin caer en la sobresimplificación falaz o en la complicación estéril.

No hay que olvidar que el fundamento popular de la democracia parte de la igualdad. En la aritmética electoral el principio de igualdad establece que una persona es igual a un voto. La boleta electoral equipara a todas las personas sin distinción de credo, condición socio económica, origen étnico o identidad. No debemos perder de vista lo fundamental: podemos transitar de las masas y las mayorías, a la comprensión y al significado.

Twitter. @marcoivanvargas