Equinoterapia
Ecuestres andamos. Hípicos y épicos. Además de preguntarnos de qué color era el caballo blanco de Napoleón podemos preguntarnos por qué las esculturas del género épico van a caballo y por qué esos caballos tienen una postura u otra. De una vez podemos preguntarnos por qué o para qué otra escultura ecuestre.
Dicen los que saben que “si el caballo tiene dos patas en el aire, la persona murió en combate; si el caballo tiene una de las patas frontales en el aire, la persona murió de heridas recibidas en combate” y “si el caballo tiene las cuatro patas en el suelo, la persona murió de causas naturales”. No hay casos de estatuas con una o dos patas traseras en el aire, y mucho menos cuatro (las delanteras y las traseras, digo), aunque en este último caso podría tratarse de Pegaso.
Veamos fotos en Google. Cuando su montura tiene dos patas en el aire, como al ataque, el jinete suele estar vertical, mostrando su dominio sobre el corcel, y con una espada o algún otro objeto, como sucede con la estatua de Felipe IV en la Plaza Oriente de Madrid.
Esto que escribió Gustavo Mirabal Castro es interesante: “En general las esculturas ecuestres se usaron para honrar a líderes militares. Esto se debe a que los líderes religiosos o políticos no montaban regularmente a caballo. [por eso] […] la mayor parte de las esculturas ecuestres de la antigüedad han sido destruidas. El liderazgo militar no permanece en el tiempo. Cuando un nuevo conquistador o líder llega generalmente borra las huellas del anterior líder”.
La escultura de Graciano Sánchez Romo, colocada y develada hace unos días en la entrada a la cabecera del municipio al que se le dio su nombre, ha dado mucho de qué hablar. Desde el rostro o la postura de jinete hasta el trazo de su equino, con dos patas (las delanteras, por supuesto) al aire. Demasiado elevado, casi vertical, el caballo pareciera encabritado, más que estar en una postura a la que lo llevó la pericia de su jinete. Este jala la rienda, pareciera que va a caer en cualquier momento. Pero bueno, a caballo regalado no se le ve el colmillo.
Ya se ha dicho en otros espacios que Graciano Sánchez fue profesor normalista. Luego de estar en el “hotel Juárez” por oponerse a don Porfirio, se fue con Pancho Villa y con sus huestes participó en la famosa batalla de Ébano, en 1915. Según la página cronologías apoyó ligas de comunidades agrarias en San Luis Potosí y Tamaulipas, “fue gobernador interino de San Luis Potosí en 1924, diputado federal y local en varias legislaturas. […] Fue promotor, junto con León García y Enrique Flores Aragón, de la Confederación Campesina Mexicana”, la cual dirigió de 1933 a 1938. Murió en 1957 y “sus restos se encuentran en el Panteón Español de la cd. de México”.
Ya que andamos en la historia del primeramente llamado “Soledad de los Ranchos” recordemos que antes de ser “de Graciano Sánchez” fue “de Diez Gutiérrez”, por el general Carlos Diez Gutiérrez López Portillo, abogado y militar oriundo del hoy “Pueblo Mágico” Ciudad del Maíz. Entre otras gracias fue gobernador de San Luis Potosí (1877-1880 y 1884-1898), diputado, promovió a migrantes italianos y alemanes, introdujo el Ferrocarril y ayudó a traer a la Asarco (American Smelting and Refinery Company), la hoy IMMSA. Buena parte de las casonas del centro se construyeron durante su administración.
Alguien hizo en estos días un meme de Don Quijote con Joaquín Antonio Peñalosa como su escudero. Montados en Rocinante y el rucio, como debe ser, ojalá fuera verdad.
De las estatuas romanas de emperadores a los corridos de la revolución, mucho le debemos a estos “venados sin cuernos” o “venados con dos cabezas”, como los llamaron nuestros antepasados. Tampoco hay que olvidar al caballo ideado por Odiseo ni que aquí es la cuna del cacique que se hizo llamar “el Alazán Tostado”, fundador (credencial número 6) del Partido Revolucionario Institucional.
Dicen que la equinoterapia es buena. Mejor las charreadas que las corridas de toros. “Al paso, al galope, al trote” los caminos del Señor son misteriosos. ¡Hi ho, Silver!
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Posdata: Siguen abiertas las inscripciones para los cursos y talleres de verano en el Centro de las Artes de San Luis Potosí. Entre otros, Fabiola Amaro estará dando el curso “Aproximación a la literatura para niñas y niños” (dirigido a adultos) y yo coordinaré un curso taller sobre “Edición de revistas literarias y académicas”. Información en la web del Ceart. Ahí nos vemos.
