Fuego en el mar
Seguramente vio las impactantes imágenes del “ojo de fuego” en el mar del Golfo de México, que en realidad se trató de un incendio submarino, originado por una fuga.
El 2 de julio, se registró presencia de fuego en el mar a 150 metros de la plataforma KU-C que se localiza en el mar de Campeche. Se logró extinguir después de más de cinco horas de trabajos y así se restableció el trabajo en la plataforma.
Sin embargo, a muchas personas les queda la duda de cómo se origina un incendio en el mar si se supone que el agua lo apaga. Lo que nuestros ojos veían parecía irreal, la nota recorrió veloz en el mundo, pero lo relevante fue que se abrió de nuevo el debate en torno a la política energética que ha caracterizado la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Aunque aseguran que no hubo fuga de crudo al mar, y que afortunadamente no ocurrieron pérdidas de vidas humanas, todavía no ha habido claridad sobre los daños al ecosistema del sitio. Por este tipo de accidentes es que PEMEX ocupa el tercer lugar entre las petroleras más riesgosas del mundo para el medio ambiente. Aun así, el enfoque del Presidente parece no cambiar en cuanto a seguir favoreciendo energías no renovables y técnicas de extracción poco amigables con la ecología.
Desde el inicio de su administración, el Presidente ha sido enfático en que uno de sus objetivos más anhelados es lograr la soberanía energética, muchas veces confundiendo ese término con seguridad energética y autonomía energética, que se comen juntos, pero no son lo mismo. Para alcanzar ese fin, AMLO ha proyectado una variedad de medidas y reformas con las que pretende aumentar la extracción de crudo y la producción nacional de combustibles, y así reducir las importaciones y la compra de combustibles y energías a los particulares.
Y es que el mundo anda hablando de México... y no de una buena forma.
La política energética del gobierno mexicano, basada en aumentar la producción de combustibles fósiles, en un mundo que pide migrar a energías verdes para mitigar los efectos del calentamiento global, es algo insólito.
En Twitter existió mucha actividad relacionada al suceso, la joven activista sueca Greta Thunberg, una de las caras más visibles de la lucha contra el cambio climático, no se quedó callada ante este suceso: “el incendio en el Golfo de México, expresó, es muestra del desinterés de los líderes mundiales por buscar alternativas más sustentables para la generación de energía”.
Nuestro país es parte de varios tratados internacionales que apuestan por un futuro verde, sin embargo, el pensamiento tan arcaico del actual gobierno ha hecho que nuestra nación no sea considerada como una comprometida con las metas fijadas. Esto más allá de solo influir en una opinión afecta en diversos ámbitos, pues hoy los países que sobresaldrán en la economía y en la calidad de vida de sus habitantes son los que cambiaron su chip para salvar nuestro planeta.
PEMEX en esos días de presión por lo sucedido reveló la causa de incendio en ducto de Campeche, la combinación de una tormenta eléctrica y la presencia de gas en la superficie del mar generaron el incendio en un ducto en la Sonda de Campeche. Se especificó que según la tormenta eléctrica con lluvia intensa en la zona de las plataformas del activo KU-C, ocasionó fallas en los equipos de turbo compresión de bombeo, por lo que el gas migró del fondo del mar a la superficie y comenzó el incendio por las descargas eléctricas.
Más allá del asombro que esta nota, esto es un claro ejemplo de que el modelo de producción de energía basado en combustibles fósiles es inoperante y de graves riesgos para el medio ambiente, pues después de controlado el incendio, habrá que conocer exactamente de qué dimensiones fue la afectación al ecosistema marino de los alrededores.
Si analizamos todo fríamente ¿a quién se le quema el mar? Nadie ha acusado al Gobierno de incendiarlo voluntariamente, pero no hay manera de restarle responsabilidad: la falta de mantenimiento, insistir en ese tipo de energías y la terquedad de no cambiar de rumbo lleva muchos años produciéndose.
La crítica en contra del petróleo como energía principal ha sido un tema de controversia durante años; debemos transitar a las renovables. Nuestro hogar ya no es lo suficientemente fuerte para soportar este tipo de hechos, no tenemos margen de error en el cuidado de nuestra Tierra, pues a este paso las generaciones jóvenes tendrán un panorama más difícil de lo que hoy se vive.
Delírium trémens.- En el discurso de aceptación del Premio Nobel 1998, José Saramago, recordó el amor que su abuelo sentía por los árboles, con estas bellas palabras: “Mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver”. Abrazarse a un árbol es una de las experiencias más maravillosas que la Naturaleza nos puede ofrecer. Sentir su fuerza, olvidarnos de todo e intentar escuchar el sonido de la Vida.
@luisglozano
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