Hasta la M...
"Me tienen hasta la m$%#" fue la frase utilizada, por el propietario de una empresa, cuya actividad daña la salud de la humanidad, para dirigirse, de manera agresiva y violenta, a un grupo de manifestantes, que en Santa María del Río siguen, de manera heroica, en pie de lucha en contra de la instalación de una gasolinería. En este caso, como en muchas partes del país, hasta el momento se impone la impunidad en lugar de una toma de decisiones racional. Les importa más el negocio que el bienestar social.
La acumulación de riqueza va de la mano con la destrucción de la naturaleza. No les importa dañar el medio ambiente. La instalación de estos negocios que dañan la salud de las personas se hace al margen del conocimiento científico y violando la legalidad. No lo hacen con base en un diagnóstico de impacto ambiental generado en el corto, pero sobre todo en el largo plazo. En caso de que existan son elaborados por instituciones de dudosa calidad y por personal no certificado sobre el tema.
Su autorización, por parte de los gobiernos locales, se realiza de manera poco transparente, mediante acuerdos cupulares y al margen de una consulta a la sociedad local. El proceso se centraliza en los presidentes municipales, quien no consulta a los demás miembros de los ayuntamientos. Hay que recordar que en México el único nivel de gobierno colectivo son los municipios, en donde el voto del presidente tiene el mismo valor que el de los regidores y síndicos. Toda decisión que no es colectiva es ilegal.
La clase empresarial, la gubernamental y política, en estos casos le apuesta al desgaste social, dando largas sin asumir una postura clara y sin tomar decisiones que beneficien a la salud de la población. Su argumento, generalmente es político: "los manifestantes son pocos", "no representan a nadie, solo a los enemigos políticos y a los caciques de siempre". Quizá en parte tienen razón, porque en política existen muchos oportunistas, pero en estos casos hay que tomar en cuenta que está en juego la salud de niños, ancianos y de la sociedad en general.
Vienen tiempos electorales, en donde la población informada pedirá una postura clara sobre temas complicados de entender, como es la protección del medio ambiente y la salud a largo plazo. En su mayoría se sabe que las actividades que solo benefician a unos cuantos y perjudica a la mayoría no son sinónimo de progreso y desarrollo. Se necesitan argumentos científicos y no promesas temporales, clásica de las y los políticos que solo buscan ganar un proceso electoral con base en la mentira y la simulación.
En resumen: ¡Nos tienen hasta la m$%#! aquellas actividades que destruyen el medio ambiente, dañan la salud, se hacen al margen de la ley y sin sustento científico, que son producto de acuerdos poco transparentes y muy probablemente mediante actos de corrupción. La sociedad requiere de empresarios con responsabilidad social, una clase política local que tome decisiones por el bienestar de todos; un sistema de justicia imparcial, transparente, justo, solidario y honesto en su toma de decisiones. Próxima colaboración: 21 de febrero de 2024.
@jszslp
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