In-D: Juan Luis Guerra, queda mucho por decir
Juan Luis Guerra / Foto: Especial
Juan Luis Guerra se convirtió en el ganador de la noche dentro de la entrega de los Grammy Latino 2024. Su disco "Radio Güira" se llevó la noche al ser premiado como el "Álbum del año", además de llevarse el Grammy para "Mejor Grabación". Siempre he estado en contra de ver la música como una competencia, aunque entiendo que es inevitable que la industria musical caiga frecuentemente en este terreno. Entregas de premios, listas de popularidad y entrega de discos de platino a los grandes vendedores de discos, etcétera.
Aun así, resulta fascinante ver cómo un artista puede romper récords y llenar una vitrina con trofeos y reconocimientos. El caso de Juan Luis Guerra es digno de aplaudir y reconocer. En primer lugar, debemos agradecer que un artista con tantos años de trayectoria tenga las ganas, motivación y energía para sentarse a componer un disco. Las nuevas tendencias dentro de la industria han inclinado la balanza hacia el lado del lanzamiento de sencillos como modo de operación. Es raro que un artista se siente a componer un álbum, independientemente de su género o su duración.
En segundo lugar, también es digno de reconocer que "Radio Güira" se trata de un álbum conceptual, lo cual es aún más extraño en la época actual. El nuevo disco del cantante dominicano es un trabajo redondo. Se trata de un material perfecto de principio a final. Desde el diseño de la portada que atrapa y envuelve al escucha con la magia atmosférica de la radio hasta el desarrollo del concepto de estar dentro de una cabina desde los primeros segundos del disco.
El locutor saluda a la gente, suena en los parlantes la hora, los escuchas llaman a la cabina para solicitar una canción. Llega la nostalgia de aquellos años dorados en que la radio contaba con un peso específico y se mostraba orgulloso de ser el medio informativo por excelencia. Entra a música, suena a Caribe, a sangre latina.
"Radio Güira" transcurre en un pestañeo. Basta un abrir y cerrar de ojos para que el álbum se escurra como agua entre los dedos. El sonido, fiel a la vieja escuela del merengue y la bachata, termina siendo aderezado por algunos tintes modernos, ritmos electrónicos y pasajes musicales que seguramente llamarán la atención de nuevas generaciones. Juan Luis Guerra ha entendido el juego. No se trata de traicionar su esencia. Se trata de encontrar los puntos de empatía con los jóvenes para acercar a ellos el sonido de la vieja escuela latina.
Poco a poco los viejos rostros de la música latinoamericana comienzan a salir de escena, Algunos han muerto, otros cuantos se aferran a lo que queda de vida y de carrera artística para que el tiempo les permita poder decir todo lo que aún está en el tintero. Los nuevos rostros de la industria llegan, lo cual es natural. Pero hará falta mucho para que alguien logre desbancar a Juan Luis, cuyo trabajo lo ha colocado en lo más alto.
El nuevo álbum del artista dominicano prepara el camino para su despedida. Vale mucho la pena escuchar cada frase y cada nota. Vale la pena deleitarse con el sonido de Juan Luis Guerra, pues es una realidad que queda mucho menos tiempo que al principio.
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