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Liberalismo Social, una Utopía

Por Jorge Andrés López Espinosa

Octubre 11, 2021 03:00 a.m.

El sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari, quien fuera Titular del Poder Ejecutivo Federal de 1988 a 1994, tuvo durante su mandato un sello ideológico político muy particular, pues quizá pocos mandatarios hasta entonces llegaban a expresar con tanta claridad desde lo teórico -cómo él lo hizo y no es halago-, el camino que seguiría o intentaría seguir su gobierno. 

Salinas siempre se decantó como seguidor de una corriente poco conocida denominada: “Liberalismo Social.” Salinas, economista de profesión y también declarado admirador del prócer Emiliano Zapata, trató de imprimir a su gobierno el alma del liberalismo social, entendida como un híbrido o punto intermedio entre el socialismo radical y el capitalismo voraz, donde por primera vez en México se introdujeron conceptos como: desarrollo social, solidaridad y bienestar. 

Ese intento, luego de terminado su gobierno fue calificado como neoliberalismo, sin embargo descalificar el liberalismo social a priori -sólo por tratarse de Salinas- es dar un trato por demás injusto a una corriente de la política económica que guste o no es el gérmen de las actuales políticas del bienestar. 

La maternidad y paternidad del liberalismo social entre los economistas es aún, al día de hoy motivo de largas discusiones, pues si bien sus fundamentos teóricos proceden del liberalismo puro de los siglos XVII, XVIII y XIX, el liberalismo social va más allá del “dejar hacer dejar pasar”, sería en Universidades Inglesas donde se atenuaría esta visión burguesa individualista de la realidad dotándola de un contenido social, que parte de la premisa de que, en todo el planeta existen personas, sociedades y naciones que han resultado menos favorecidas de lo que se ha medido desde el siglo XX como desarrollo. 

Desde luego estimado lector, Usted estará pensando que efectivamente el cuño del término “desarrollo” viene aparejado necesariamente de la visión liberal – burguesa y tiene toda la razón, sin embargo el sistema económico mundial del que no podemos escapar a menos que huyeramos a otro planeta o se creara otro sistema, el vigente se mide -al menos hasta el día de hoy- en términos de riqueza y pobreza, tan es así que hasta la persona más (socialista, maoista, marxista, leninnista, chavista, castrista o madurista) sustenta en lo teórico, su lucha en las clases y en el acortamiento de las brechas de desigualdad social, ergo no escapan tampoco a la visión de que, los peores enemigos del ser humano son: la pobreza y la desigualdad. 

En eso estimado lector me parece, ambas visiones coinciden, los flagelos pobreza y desigualdad son y han sido en los últimos siglos los enemigos a vencer. De modo que, el término Bienestar (tan mentado en este sexenio, ya con banco y gasera), no es otra cosa más que el hijo legítimo del Liberalismo Social, cuyo objetivo primordial es acortar las brechas de desigualdad prevalecientes no entre los mexicanos, sino entre los seres humanos. En este momento de la historia al menos en México, no podríamos hacer un juicio de valor respecto a la efectividad de una política pública basada en el liberalismo social, no porque la idea de implementarla desde el salinismo y ahora en el gobierno actual sea o haya sido mala, no, sino porque su efectividad requiere de otros factores, unos menos teóricos y más terrenales.  

Me refiero a que el Estado Bienestar al que se aspira construir desde el liberalismo social, (vg. Dinamarca), requiere sí o sí primero: Democracias sólidas, Instituciones confiables, Pluralidad y respeto al disenso, Prensa Libre, Justicia Cotidiana, Educación de calidad, parlamentarios serios que se atrevan a contradecir -con argumentos- a sus líderes morales y Jueces que abracen los Principios Generales del Derecho incluso por encima de caprichos constitucionales; pero sobre todo, en el Liberalismo Social -ese que sí genera auténticos Estados de Bienestar- se necesita, mucha pero mucha CIUDADANÍA, (siempre con mayúscula y subrayado); si todo esto no sucede el Liberalismo Social seguirá siendo una muy romántica Utopía, o pero aún, una estafa más, otra, al pueblo bueno. 

Excelente inicio de semana.   

jorgeandres.manoizquierda@gmail.com