Menos pobreza

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) contabilizó 46.8 millones de mexicanos en situación de pobreza en 2022; es decir, casi 16% menos que 55.7 millones de 2020. Esto significa que 8.9 millones dejaron de ser pobres. El resultado es significativo, ya que es la caída más importante en 22 años. México había sumado 3.8 millones más de pobres en 2020 por la crisis generada por la pandemia por Covid-19. ¿Qué paso? La respuesta es sencilla, mejoraron los ingresos de las personas en situación de pobreza en los últimos tres años. 

Una persona es pobre cuando tiene al menos una carencia social (rezago educativo, sin acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación); y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias. La reducción de la pobreza está relacionada con el incremento del salario mínimo, las transferencias de los programas sociales y las remesas provenientes de los Estados Unidos. 

Otra carencia básica que mejoró fue la alimentación. Cerca de 4.1 millones de personas dejaron estar en esta situación; lo cual puede estar vinculado con las transferencias de la política social, ya que se puede establecer como hipótesis que los beneficiarios de los programas gubernamentales utilizaron estos recursos para comprar alimentos. Pero sin duda, el que no se haya logrado reducir más fue el no focalizar los apoyos sociales a los sectores más vulnerables de México.

El empeoramiento en el acceso a salud y la cobertura y calidad de la educación no tuvo un alto impacto en la medición de la pobreza, ya que, si una persona tiene un ingreso por encima de la línea de pobreza, no importa cuantas carencias tenga, puesto que no se considerará pobre. La carencia de salud y educación solo convierte a las personas en pobres cuando ésta viene acompañada de un ingreso bajo. Lo mismo sucede con otras carencias básicas como: alimentación, vivienda, servicios y seguridad social

La decisión más efectiva de política pública del gobierno federal desde 2018, para disminuir la pobreza, fue aumentar los ingresos de los trabajadores y de los apoyos sociales. En consecuencia, el ingreso corriente de las personas de ingresos bajos aumentó de manera sostenida, sea por salario mínimo, transferencias gubernamentales o recursos provenientes de las remeses. La situación seguramente hubiera sido mejor si no se hubiera presentado la pandemia del Covid – 2019, la cual deterioro el ingreso, colapso al sistema de salud y afecto la calidad de la educación. 

En resumen: La pobreza en México tuvo su mayor reducción de los últimos 22 años como consecuencia del aumento de los salarios, programas sociales y remesas. Esto a pesar de las reducciones presupuestales en salud y educación. Su gran pendiente es la pobreza extrema, la cual requiere de políticas públicas focalizadas, ya que las universales benefician en su mayoría a la población que viven en los centros urbanos y tiene acceso a la información de los criterios de operación de los programas sociales. Próxima colaboración: 06 de septiembre de 2023.  

@jszslp