Mirador
Salim ben Ezra se enamoró perdidamente de una mujer cristiana.
Por ella renunció a su califato y a la religión del Profeta.
Los suyos le dijeron:
-¡Apóstata! ¡Renegado! ¡Vil!
Lo despojaron de todos sus bienes y lo expulsaron de la ciudad.
El duque de Lastra se enamoró perdidamente de una mujer mora.
Por ella renunció a su ducado y a la religión de Cristo.
Los suyos le dijeron:
-¡Apóstata! ¡Renegado! ¡Vil!
Lo despojaron de todo sus bienes y lo expulsaron de la ciudad,
En su pobreza y su destierro Salim ben Ezra es muy feliz con la mujer cristiana.
En su destierro y su pobreza el duque de Lastra es muy feliz con la mujer mora.
La mujer mora y la mujer cristiana son felices también.
Su felicidad se llama amor.
¡Hasta mañana!...