Mirador
El viajero llega a Colonia y visita la imponente catedral.
Su construcción tardó siglos, pues fue hecha para que durara siglos. Es majestuoso relicario que guarda, según antigua tradición, los restos de los Reyes Magos. El dorado cofre en que esas reliquias se conservan es preciosa obra de orfebrería.
Otra imagen tiene el viajero en su memoria: la de San Cristóbal. Se conmueve el peregrino al verla. El gigante muestra en el rostro un angustiado gesto, pues lo agobia el peso del Dios Niño que carga sobre el hombro y que a su vez lleva en sus manos la gravedad del mundo. El caminante recuerda los expresivos versos de homenaje al santo: “Un poder tan sin segundo, / Cristóbal, reside en vos, / que cargando al mundo Dios / vos cargáis a Dios y al mundo”.
Hoy es el día de los Reyes Magos. No hará agravio a su realeza quien diga que fueron los últimos que llegaron al portal. Antes estuvieron en él los humildes pastores, y primero la mulita y el buey, cuya presencia nos habla del amor y respeto que debemos sentir por las criaturas del Señor.
Esta noche evocaré este día, el de los Reyes Magos, y volveré a ser niño otra vez.
¡Hasta mañana!...