Navidad, navidad, roja navidad…
Que el color del semáforo es “intrascendente” ya se sabía. Que lo admita el subsecretario Hugo López-Gatell fue la noticia esta semana.
“En cuanto al color es hasta cierto punto intrascendente. Alerta por COVID-19, emergencia por COVID-19, ¿hay alguna duda?”, respondió este viernes a una pregunta en su tradicional rueda de prensa quien ha fungido como Zar de la Pandemia en México.
A la fecha, a 11 días de navidad, en México hay tres estados en verde, dos en rojo, uno amarillo y el resto en naranjas varios.
La vestimenta roja que portaron tanto Gatell como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Scheinbaum, en sus respectivas conferencias, dio mucho en qué pensar.
Me acordé de La aldea (The village, 2004), película del director M. Night Shyamalan, tan odiado y amado. La premisa de esa cinta es el aislamiento de una comunidad en medio del bosque, por miedo a las criaturas que los rodean, simbolizadas por el color rojo, “el color prohibido”, pues al parecer las atrae. Todos visten capas amarillas. El rojo se esconde, se invisibiliza, para darle un sentimiento de tranquilidad a los habitantes de esa aldea.
Parece que el gobierno ya no haya qué tonalidad de naranja darle a ese rojo intenso, rojo tabú: nadie debe mencionarlo aunque en menos de una semana podrían saturarse hospitales públicos y privados. Cierto, pero por eso hablar de que “pueblo responsable” o de que el alza en contagios y muertes “es culpa de la gente” según les conviene pues no se vale.
El color es “intrascendente” pero en muchas oficinas y empresas se ha dicho que mientras no se declare oficialmente el Rojo la planta laboral debe seguir asistiendo. La prohibición de trabajo presencial de la CdMx en oficinas se publicó en La Gaceta y se supone que debió aplicarse desde el pasado viernes 11, pero no se ha informado como debiera y menos hay apoyos para que así sea. Obvio, no en todos los casos, pues hay quienes se la están partiendo para defender salud y salarios a la par. En muchos centros laborales la actitud es: vas porque vas, a menos que mueras o te enfermes (y en el segundo caso las licencias y permisos suelen ser de hasta diez días).
Las fotos de Madero y otras calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, de las vías públicas de otras ciudades, las de fiestas y reuniones “con todas las medidas sanitarias”, hacen prever días difíciles. A pesar de las bravatas, parece que los gobiernos estatales de oposición no han logrado mejores resultados que la Federación.
La estrategia nacional de vacunación contra la COVID-19 que inicirá supuestamente este mes parece correcta, según la opinión de quienes le saben a eso (varios de los cuales sigo en Twitter). Es curioso que ahora medio México propone cómo hacerlo, quiere comprar la vacuna o que se inmunice primero a otros sectores o edades.
Otro caso para tener en cuenta, digamos de éxito, es que ayer la Basílica de Guadalupe estuvo vacía y su explanada cerrada por completo. López Obrador tuiteó que “entre todos los símbolos, los mexicanos sitúan en primer lugar la veneración a la Virgen y en segundo el respeto a Juárez”. Puede ser. Eso no evitó la tronadera de “cuetes” y las reuniones en otros puntos de veneración de todo el país. A ver qué pasa en navidad y año nuevo.
En San Luis Potosí siguen saliendo a la luz datos de compras “dudosas” (por decirlo suavemente) desde la Secretaría de Salud, mientras llegamos ya a 37 mil personas contagiadas y más de 3 mil decesos. Hay oficialmente 711 casos activos, por lo que la cifra real debe ser el doble, triple…
No se puede justificar todo o atacar todo nomás por su color o nuestro color. Las comparaciones, dicen, son odiosas, pero ojalá veamos a gobernantes de cualquier color decir: “me equivoqué, nos equivocamos, vamos a cambiar de estrategia”. “Más vale una vez colorado que ciento descolorido”, pero parece que “no se dan color”.
En fin, a cuidarnos mientras podamos y como se pueda. Usar cubreboca no “quiebra la voluntad e individualidad”, como dice un mensaje que andan circulando. No “niega la existencia”; al contrario, según parece. Igual podría decirse de otras prendas, como los calzones. Más vale usar cubrebocas, salir a lo necesario y mantener la sana distancia. Digo.
Me despido esta semana con algunos versos del poema Albedrío, del colombiano Luis Hernando Guerra:
De los escombros elige el que te guste.
[…]
Los hay rojos, como la sangre
que se vierte en cada guerra, en todo vino.
De los escombros elige el que te guste.
Hay variedad de grises olor a bruma.
El negro escondido en algún rincón de la penumbra.
El blanco páramo.
El que inventa el calor de la canícula.
[…]
De los escombros elige el que te guste.
Sólo tú sabes el color de tu miseria.
http://alexandroroque.blogspot.com
Correo: debajodelagua@gmail.com
Posdata: Hasta este viernes 18, y luego desde el 4 de enero, están abiertas las inscripciones para el taller de Creación Literaria en el Centro de las Artes de SLP que arranca el 21 de enero.
