Nuevas problemáticas

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“Las cuestiones sociales son como blancas nebulosas en movimiento” 

Rossi-Freeman

En mi colaboración anterior, comentaba que con la aparición del Covid 19 trajo aparejadas una serie de implicaciones no vislumbradas en escenario alguno, previo a la emergencia sanitaria, decíamos, precisamente, este brote inesperado bien puede considerarse un corte coyuntural, de ahí, su adjetivo de “nueva normalidad”, es decir, existe un antes y un después al confinamiento social generalizado.

Por lo mismo, señalábamos la pertinencia de un enfoque de corte temporal, dividido en un tiempo cero y en un tiempo uno (Méndez, 1991; Gittel, 1985; Ansolabehere, 2016), a efecto de poder visibilizar correctamente “retrocesos, desviaciones y nuevas rutas”, en la agendación de problemas sociales traslapados necesaria e irremediablemente con los derechos humanos. Esta problemática ya ocupa el interés de investigadores sociales, entre ellos, su servidor, aunque los resultados aún tardarán algunos meses en llegar. 

Quiero comentar y agradecer, la amable invitación que me extendieron los licenciados Betzabé Martínez y Marco Polo Méndez, candidatos de presidir la Asociación de Abogados de San Luis Potosí, dentro de un foro de discusión desarrollados a través de la plataforma “Zoom” titulado “Los retos de los derechos humanos en la post cuarentena”. Al finalizar este evento, me comentaba uno de los asistentes su asombro por el efecto social causado a raíz de la pandemia y su correspondiente cuarentena, ya que, desde el punto de vista económico, organismos financieros internacionales, calculaban que el confinamiento generalizado ocasionaba la disminución de un 2% mensual en el PIB de los países.

Pero no solo observamos un decrecimiento significativo en dimensiones económicas, en absoluto, sino que vemos que agendas sociales han sufrido retrocesos, desviaciones o nuevos encausamientos, vayamos a un ejemplo de las primeras categorías señaladas, es decir, los retrocesos. 

Y es la problemática de la violencia donde se vislumbra, tanto en la generalizada, pues, a pesar de estar casi la población de un país encerrada en sus casas durante la cuarentena, ésta no cesó, recientemente acaba de declarar el Secretario de Seguridad Pública Federal, que tan sólo se observó una disminución de 0.44%, con respecto al mismo periodo de 2019, es decir, ni siquiera el 1%. 

Y esto echa a la borda algunos mitos que existían sobre las herramientas de prevención al delito, veamos el caso del llamado “toque de queda”, usado en muchos países para evitar el aumento de violencia, lo que nos lleva a formular nuevas hipótesis, en el sentido de su ineficacia frente a la delincuencia organizada, lo que es más, a visualizar la violencia organizada como el principal generador de la misma. 

Otro punto a considerar, fue el aumento en los suicidios, (aquí en mismo en S.L.P, vimos 74 casos), lo sorprendente es que ocurrió en muchos países, al grado que el Secretario General de la ONU, hizo una alerta a las naciones, esta idea fue secundada por el embajador de México ante este organismo internacional, el psiquiatra Ramón de la Fuente, quien de plano no vaciló en sostener, que existe una relación entre la cuarentena generalizada y los suicidios.

Resulta también interesante, el hecho de que los estudiosos de los derechos humanos en Europa, empiezan a problematizar la positivización (inclusión en la legislación) del llamado “derecho a ser feliz”, incluso, ya emergieron dos escuelas, la europea y la norteamericana, división que obedece al tipo de obligación que el Estado tendría con las personas para garantizarlo. 

El primer enfoque es proclive a crear políticas públicas (lo que implica un gasto de dinero público), la segunda postura enfatiza más la no interferencia estatal, (algo así, como mucho ayuda el que no estorba, sin embargo, lo que advertimos es una actividad estatal creciente, véase los obstáculos impuestos al servicio Uber).

Desde luego, resulta más que preocupante, el aumento en la violencia focalizada en grupos (género, niños y niñas, y adultos mayores), pues, aunque en un primer momento se desestimó este incremento, dado que muchas de las llamadas de auxilio al número 911, ciertamente, provienen de llamadas falsas, las cifras reportadas en la plataforma del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ya descartaban este tipo de incidencias, lo que significa, que resulta imposible negarlo. 

De momento me es imposible concluir, las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes. 

carloshernandezyabogados@hotmail.com