logo pulso
PSL Logo

Plegaria al 21

Por Marta Ocaña

Enero 06, 2021 03:00 a.m.

Ya estamos en el esperado 2021: un año en que se esperan las vacunas y el freno a la pandemia como un anhelo universal de la mayoría de nosotros los terrícolas.

También esperamos vivir esa realidad que se pregona en tempraneras conferencias de prensa, rutinarias, repetitivas e insólitas.

Esperamos también congruencia entre el discurso y los hechos; entre el pregón ofrecido en el micrófono público y los videos de paparazzis , que muestran imágenes de personajes públicos -haciendo vida privada- en playas reconocidas por la ligereza de prendas y medidas de control en plena emergencia de salud. Nos urgen que desaparezcan las justificaciones absurdas y a modo.

Esperamos con fervor el repunte en el empleo, el freno a la violencia, la ausencia de malas noticias y la deserción de la delincuencia organizada en los próximos comicios.

Suspiramos porque se acaben las ocurrencias en las decisiones de orden público y que se actúe con cordura, responsabilidad y una visión honesta para el bienestar de la comunidad.

Queremos que deje de existir en el imaginario colectivo el mundo de los chairos versus el de los fifís; el de los adversarios y el del pueblo y el no pueblo.

Deseamos un ejecutivo que concilie y no que confronte; que resuelva mas no complique, y que apoye sin crear codependencia o clientelismo.

Queremos que lleguen las vacunas, que los hospitales dejen de estar a tope, que la gente deje de morir por falta de equipo médico, camas o porque no hay capacidad en los profesionales de la salud. Que los abuelos lleguen a viejos, que sus nietos los conozcan y los gocen y que los viejos mueran de muerte natural y no por una epidemia salida de las manos de gente sin ética.

Queremos que se acaben los rumores, las mentiras y la desinformación sobre el tema de la pandemia y que se proteja a todos los ciudadanos de cada país sin rencores o resentimientos de clases o categorías.

Estamos ansiosos de abrazarnos, de vernos a la cara sin cubrebocas, de tomarnos de las manos. De compartir en conciertos, cantando y bailando entre la multitud o de sentarnos en una butaca de cine o de teatro, a pasar una velada en el mundo imaginario que nos ofrecen esos escenarios.

Nos urge caminar por la calle a nuestras anchas; sin miedo del que se aproxima y sin la molestia de la cercanía del otro. Necesitamos usar el transporte público libremente sin la restricción de horarios y de rutas y que el oxígeno deje de ser un artículo de lujo.

Pido porque entre todos podamos construir un 2021 habitable, amable, libre, saludable, cercano, seguro, pacífico, congruente, tierno y también divertido.

Que regrese algo de la vida que hemos conocido y que después de haber perdido tanto, nos demos cuenta del tesoro que habitábamos.

Para todos ¡Feliz y venturoso 2021!