Todos narramos

En Guadalcázar el 22 de mayo hubo una intensa balacera. Ante estos minutos de zozobra el ayuntamiento emitió una alerta y pidió a sus habitantes quedarse en sus casas, para luego ser “regañado” por el secretario de Gobierno, J. Guadalupe Torres, quien pidió “humildad” y “mesura”, pues se trató de “un ataque directo a un domicilio” y esta alerta “no abonó a la solución”. Ese mismo día ejecutaron a un taxista y antes, el 17, balacaron la comandancia de Moctezuma.

Antes hubo alarmas en otros municipios, como Santa María del Río, Villa de Reyez o Mexquitic de Carmona, que lucieron desolados y temerosos horas después. Todos los días en las redes potosinas hay denuncias de robo de vehículos acompañadas de fotos. A moto o en bicicleta, todos los días hay sospechosos que prenden las alarmas vecinales. Anoche se reportaron “sospechosos” en bicicleta en el chat de mis vecinos. Daban su descripción y pedían “luz exterior encendida, autos y puertas bin cerrados sin objetos tentadores a la vista, alarmas y candados de autos puestos, silbatos a la mano”.

La narrativa oficial va de que todo está bien, que las encuestas los favorecen y lo mismo se habla de los “artistas” que vendrán a la Feria Nacional Potosina que del ya próximo equipo de basquetbol de Liga, los Santos del Potosí. Mientras nos quedamos sin agua y se ve cómo árboles de jardines y camellones son cortados o mutilados sin misericordia se habla de que todo es parte de un plan de reforestación y hay empresas (inmobiliarias y de las otras) que se han aprovechado de la situación. A nivel nacional también se imponen temas, como los conciertos en el Zócalo o la “satanización” de otros poderes o instituciones. Siempre hay alguien a quien culpar: ¿recuerdan los cinco minutos de odio en 1984 de George Orwell? Siempre hay un enmigo y maneras de evitar leyes sobre transparencia y (auto)promoción del voto.

“Vivimos una época en la que el poder de las palabras es importante para presentar, justificar y explicar las ideas, y ese poder es tangible en los cambios mientras se producen. Olvidar es un problema”, dice Rebecca Solnit, autora de ¿De quién es la historia? (Lumen, 2023), en entrevista para eldiarioes.com. Habla sobre el (des)esperar el futuro y los problemas de la desmemoria provocada sobre el pasado. 

Añade: “Cada ser humano es narrador de una forma u otra. Ese es uno de los poderes del periodismo, la literatura y el cine: el hacernos imaginar y acceder a las vidas de los que no son como nosotros. Convertirse en otra persona por un momento”.

Ojalá veamos causas, razones, buscar coherencias y pruebas. Un día alguien es paladín para unos y al otro esos mismos lo descalifican (o viceversa) porque su dirigente así lo pide. Ellos negocian y abajo se pelean por todo o justifican todo. Ejemplo reciente con déjà vu: la dirigencia nacional del Verde anunció ayer que se alínea con Morena para las elecciones de Coahuila del domingo 4 de junio. 

El periodista español Ricardo de Querol comentó en entrevista con laneta.com que “los mensajes más furibundos no son siempre contra el enemigo, sino contra el disidente de las propias filas. […] Se está persiguiendo la independencia de criterio. Cuando una personalidad apunta, por ejemplo, a un periodista, lanza a sus seguidores contra él, y esa es una forma de reprimir el civilizado intercambio de ideas”.      

Además de cronistas, que suelen fijarse en lo muy del pasado o en lo más llamativo del lugar (personajes, edificios) en todos los municipios y barrios debería haber un periodista de turno, que lleve la cuenta de esas otras historias que no coinciden con la verdad oficial. Las verdades incómodas (ocumentos, versiones) también cuentan. Todas las narrativas tienen importancia. 

http://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com

Twitter: @corazontodito 

Posdata 1: a raíz de la reciente reedición de un estudio sociológico sobre el personaje me han preguntado y sí, aún tengo algunos ejemplares de la novela La bruja guachichil, palabras para otra magia, basada en un caso real de captura, juicio sumario y ejecución a una mujer indígena sin nombre oficial en San Luis Potosí en 1599, acusada de asesinato y brujería. Los libros (con o sin dedicatoria) cuestan $150.00 más gastos de envío. Informes por correo o por mensaje privado en mis redes.

Posdata 2: se están cocinando los cursos y talleres de verano en el Centro de las Artes de San Luis Potosí. Vienen actividades y productos harto interesantes pues ya estamos cerca de festejar los 15 años de esta institución. Les invito a estar pendientes de sus redes.