Un premio nobel visita México
LOS HOMBRES QUE SE NIEGAN A PARTICIPAR EN EL GOBIERNO, SU CONDENA SERÁ SER GOBERNADO POR OTRROS PEORES.
PLATÓN
No fue nada agradable para el talante autoritario y populista del presidente López Obrador, la visita reciente a México de un reconocido intelectual a nivel internacional, Mario Vargas Llosa, porque dijo verdades que lastiman el ego presidencial, acostumbrado a que nadie le diga sus verdades.
Escritor, periodista y político peruano, premio Nobel de Literatura en el 2010 y ganador de los premios Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, entre otros galardones, escribiendo novelas muy leídas en varios idiomas. En una de sus frecuentes visitas a nuestro país, allá por los años 90, cuando era el PRI prácticamente el partido único en México, porque ocupaba la casi totalidad de los puestos públicos en el país, hizo una declaración que le sacudió hasta la bilis a muchos de los principales políticos de aquél entonces: “México es una dictadura perfecta”. Al preguntarle los periodistas porqué lo decía, pues contestó “porque aun cuando aparenta ser una democracia con elecciones y partidos políticos, y cambia al presidente cada 6 años, están bajo el control del partido del gobierno, que es al mismo tiempo juez y parte” y por eso gana todas las elecciones municipales, las estatales y las federales, alterando según los deseos del presidente, la voluntad popular”.
Y así era en efecto, durante siete décadas del siglo pasado, todos los gobernadores eran del mismo partido del presidente, el 99% de los ayuntamientos eran gobernados por priistas y los congresos locales y el federal estaban sometidos por las mayorías del mismo partido, que solo acataban las decisiones y hasta los caprichos y abusos del presidente en turno. Era en verdad una dictadura de partido, una dictadura perfecta, como decía Vargas Llosa, porque disimulaba ser democracia, pero estaba muy lejos de serlo.
Además de los latrocinios perpetrados por muchos de los políticos más prominentes de esas épocas, que amasaron fortunas desmedidas, ese régimen de 70 años de dictadura de un solo partido causó otro daño tal vez de mayores proporciones, como lo fue el atraso cívico-político en que cayó nuestra población, con tantos años de hegemonía de un solo partido. –Yo no me meto en política, para qué voto, si siempre gana el PRI, la política es muy sucia-, etc. Eran algunos de los pretextos para no participar en política y pasó lo que ya decía el gran filósofo Platón hace más de 20 siglos. “Un pueblo que no participa activamente en los asuntos de su ciudad (o de su país), está condenado a ser gobernado por los peores hombres de su sociedad”.
Ahora parece que nuevamente Vargas Llosa molestó a quien gobierna en México, al declarar en una entrevista con Carlos Loret de Mola, que el presidente López Obrador “se quiere reelegir, sin ninguna duda”. Añadió: “prácticamente todos los presidentes quisieran ser reyes. López Obrador quiere reelegirse sin ninguna duda. Yo espero que los mexicanos no se lo permitan”.
También informa “Pulso” en su edición del viernes, que el escritor calificó al presidente de populista y lamentó que pidiera a España disculpas sobre la conquista de México. “A estas alturas pedirle a España que pague los costos de lo que fue la conquista de México, es algo disparatado, no tiene ni pies ni cabeza”. Criticó también que invitara al presidente de Cuba, Díaz Canel en el marco de los 200 años de la Independencia de México, a que venga aquí a pronunciar un discurso, tampoco tiene mucho sentido, es francamente de mal gusto”.
Y yo añado que el presidente Obrador les exija primero al gobierno norteamericano una indemnización por el inmenso territorio que nos arrebataron a mediados del siglo antepasado, aprovechando la debilidad del país, por las guerras internas entre liberales y conservadores o la tremenda confrontación entre los bandos federalista y el centralista, de lo cual sacó gran ventaja el gobierno norteamericano quedándose con los territorios inmensos de Texas, Nuevo México, Nevada, California y partes de Nuevo México. Todo ello cuando ya éramos nación independiente y no solo un territorio poblado por pueblos en guerra permanente como los Aztecas, contra los Tlxcaltecas, los Texcocanos y los Tarascos entre otros, cuando inició la conquista y colonización de lo que entonces se llamó la Nueva España.
Pasó desapercibido, o casi, en México pero vale recordar hoy, cuando recién asuman sus respectivos cargos en nuestro estado, 58 ayuntamientos, 27 diputados al congreso local y un nuevo gobernador del estado, que el Día Internacional de la Democracia, el 15 de septiembre fue establecido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el año 2007, para resaltar la importancia universal de que los pueblos decidan de manera libre sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales, así como su plena participación en todos los aspectos de sus vidas.
Tal vez porque esa fecha coincide con la celebración de nuestras fiestas patrias, pero no hubo menciones en los medios de comunicación al respecto, a pesar de que fue acordada por unanimidad por todas las naciones miembro del organismo internacional incluyendo por supuesto México, país en el que por estos días LA DEMOCRACIA PARECE ESTAR EN SERIO PELIGRO DE EXTINCIÓN POR LA ELEVADA PENETRACIÓN DEL CRÍMEN ORGANIZADO EN EL AMBITO POLITICO, si los ciudadanos no se deciden a participar activamente en los asuntos públicos, exigiendo con energía que las autoridades constituidas, en especial la presidencia de la República, la gubernatura y los ayuntamientos, cumplan con su deber de ser ejemplo a toda la nación de buen gobierno, de transparencia y de combate a la inseguridad y la corrupción junto con su compañera inseparable, la impunidad.
alr020637@gamil.com
