logo pulso
PSL Logo

Jobo, bebida ancestral de los huehues en la Huasteca potosina

Por El Universal

Octubre 25, 2022 01:32 p.m.

A
Imagen: Captura de video

Imagen: Captura de video

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., octubre 25 (EL UNIVERSAL).- La danza de los huehues da vida y color a las fiestas de Xantolo, las máscaras junto con los disfraces de cada personaje son parte de este ritual, y, aunque existen otros elementos que no siempre saltan a la vista, son igual de fundamentales para quienes intentan al ritmo de la música burlar a la muerte.


El jobo es parte de la herencia ancestral en la fiesta de Sanctorum, es la bebida tradicional y que por muchos años fue exclusiva de los huehues, por el respeto y la carga cultural que ésta figura representa, ellos eran los únicos que bebían de este fermento que los invitaba a resistir el baile con los muertos durante los dos o hasta tres días seguidos.
Juan Carlos Soni, antropólogo, médico tradicional e investigador de los pueblos originarios, así como de las culturas tének y náhuatl en la Huasteca potosina, detalla que desde tiempos inmemorables los huehues (que son la representación de todo lo que haya tenido vida) se transforman al ponerse una máscara y con ayuda del agua ardiente convertida en jobo, bailan, rien, juegan, cantan y hasta lloran con sus difuntos que llegan en estas fechas.
"Pedimos permiso de ponernos una máscara para representar a los difuntos, para que ellos estén con nosotros, bailen, gocen disfruten, beban, lloran, ríen, canten. Es una ocasión única que se espera por toda la familia todo el año, porque es el momento de reunirse vivos y muertos".
El jobo se convierte en un aliado durante la danza, al compás de la música tradicional los huehues comienzan a bailar y también beber de este preparado de agua ardiente y del fruto llamado ciruela de monta; con golpes y azotes al suelo, entre giros, el jobo comienza a cumplir su tarea y deja que los cuerpos de quienes bailan sean usados para que las almas se hagan manifiestas a través del baile.
"Los huehues son personajes muy chistosos, se meten al personaje, realmente cuando se ponen la máscara empiezan a bailar y junto con el jobo se transforman hay personas que no tienen nada qué ver y no son capaces de darle vida al personaje que están representando".
El productor más joven y reconocido
César Castro Otero es un joven de apenas 23 años, originario de San Vicente Tancuayalab en el corazón de la Huasteca potosina, creció viendo esta tradición, tiene vagos recuerdos de que el jobo es un elemento presente en Xantolo, tanto para los huehues como en las ofrendas, y hoy se ha convertido en el productor de esta bebida más joven y reconocido de la región.
Mientras pinta una de las tantas botellas que venderá durante el 1 y 2 de noviembre, relata que el Jobo es un curtido de este fruto que se da únicamente en los meses previos al regreso de los muertos: "Todo tiene sentido, desde nuestros antepasados se hacía así porque son los tiempos justos, desde agosto se empieza con la preparación dejando fermentando hasta noviembre que es cuando los huehues van a bailar".
Altares monumentales, gastronomía y desfile de comparsas presentes en Xantolo 2022
Altares monumentales, gastronomía y desfile de comparsas presentes en Xantolo 2022
Es de esta forma que los huehues logran sobrellevar la fatiga, la insolación, falta de aire, el cansancio por llevar una máscara que llega a pesar hasta 2 kilogramos, y bailes desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche recorriendo el municipio. "Es una bebida a la que se le tiene respeto, en aquel entonces no cualquiera se animaba a tomarlo".
César reconoce que hoy en día, gracias a que el Xantolo es una tradición reconocida incluso a nivel internacional, la bebida también se ha popularizado y durante estos días la beben huehues, visitantes del estado y de cualquier parte del mundo.
Los elementos del jobo
El preparado no es cosa del otro mundo, lleva canela, azúcar, jobo, agua ardiente blanco que contiene 36 grados de alcohol, y se deja fermentando hasta por tres meses.
El joven inició preparando sus primeros 10 litros con su abuelo a manera de convivencia familiar; sin embargo, a la gente le gustó tanto que se ha convertido en un emprendimiento personal, este año espera vender casi 500 litros en botellas de 1 litro y 500 mililitros.
Más que un negocio, para César, el jobo se ha convertido en una forma de compartir con las personas un poco de la cultura huasteca, de las raíces y tradiciones, con botellas pintadas por él mismo busca que cada visitante se lleve un pedazo de Xantolo y de San Vicente a su destino y, sobre todo, que sepan que ¡la tradición no sólo se vive, también se bebe!