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El brote de COVID-19 en San Luis Potosí cobró su cuarta víctima mortal, una más por segundo día consecutivo. Se trata de la primera muerte de un contagio localizado en un municipio ajeno a la zona metropolitana. Además, otro hito de la enfermedad que se registró ayer fue el primer caso positivo ubicado en el Altiplano.
Durante la conferencia matutina en la que se anunció lo anterior, el gobernador Juan Manuel Carreras López no descartó el que se pueda aplicar medidas extremas en San Luis en caso de que se requiera para contener la dispersión del coronavirus.
El mandatario estatal dijo que están en espera de las recomendaciones que emita el sector Salud en este sentido, y recordó que la contingencia sanitaria se presentará en tres etapas, por lo que una vez que inicie la última fase, se pudieran tomar medidas adicionales en la entidad.
Reiteró que un toque de queda se aplicaría si fuera necesario, pero la única manera para evitar esos contagios son las medidas extremas preventivas y de distanciamiento social.
Del nuevo fallecimiento, el segundo en los últimos dos días, los Servicios Estatales de Salud informaron que se trata del primer caso confirmado en Ciudad Fernández, un hombre de 52 años de edad que regresó de Estados Unidos y como factores de riesgo presentaba obesidad y antecedentes laborales.
Dicha persona presentó sintomatología en Estados Unidos y viajó en autobús a Ciudad Fernández. Al llegar acudió a un médico particular, posteriormente fue al hospital y fue considerado desde un primer momento como sospechoso de coronavirus, “de tal manera que cuando llegó a su municipio no tuvo contacto con tanta gente”.
Sobre los casos sospechosos, la dependencia indicó que eran 41, uno más que el día anterior. Entre ellos, está el primero detectado en Matehuala, un hombre de entre 20 y 24 años de edad, de quien hasta el momento se desconoce cómo se contagió.
