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Mientras el Congreso del Estado reforma la Ley para obligar a la creación de ciclovías en las arterias de la ciudad cuya anchura lo permita, en fraccionamientos donde ya existen, estos carriles confinados para ciclistas son poco respetados por automovilistas que los usan como estacionamiento.
Como mal ejemplo, la ciclovía que corre a lo largo de la avenida de las Haciendas y que comunica desde la carretera a Rioverde hacia el norte a los nuevos fraccionamientos que se construyen en la zona.
A pesar de ser un carril exclusivo para el desplazamiento de ciclistas, residentes de los alrededores no muestran empacho alguno en estacionarse dentro de él para realizar compras en los puestos semifijos que se instalan sobre el camellón central, o bien para acudir a alguno de los locales fijos de la acera oriental de la vialidad.
Para colmo, algunos comerciantes informales ocupan parte de la ciclovía los fines de semana para ofertar sus mercancías.
Así las cosas, los ciclistas y motociclistas que transitan por avenida de las Haciendas prefieren andar por fuera de la ciclovía, en donde encuentran menos obstáculos a su paso.
Al parecer, el Congreso también deberá legislar sobre las sanciones que se aplicarán a quienes invadan las ciclovías y hacer un exhorto a las autoridades de Tránsito a que generen mayor cultura vial en torno a estos carriles confinados.