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En la actualidad, en la capital existen dos rastros particulares de carne de caballo, de los cuales uno se encuentra clausurado, reportó Carlos Alberto Aguilar Acosta, titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).
Según el comisionado estatal de sanidad, el complejo de matanza fue cerrado de forma parcial por no cumplir con la normatividad sanitaria vigente, cuya irregularidad debe subsanar si desea reabrir.
En entrevista, Aguilar Acosta precisó que la norma de sacrificio de animales no prohíbe algunas especies para uso y consumo humano, simplemente que establece que esté en condiciones aptas para esa finalidad.
“Las cuestiones de clandestinaje, es la que se hace a través de cuestiones que se esconden, por llamarlo de esa manera. No tenemos (esa situación). Esperamos cualquier reporte y actuamos en consecuencia”, aseveró.
El funcionario estatal aclaró que, si bien la venta de carne de equino para consumo humano no está prohibida por la legislación de sanidad, los puntos de distribución deben publicitarla como tal “que no se haga pasar por carne de res u otra especie”.
Explica que “forma parte del mismo esquema de vigilancia sanitaria, que lo hacemos para porcinos, para bovinos e inclusive para aves. Aquí en la capital tenemos dos registrados (rastros de carne de caballo)”, indicó.
