La alerta ambiental, necesaria en San Luis

Polución ya alcanza niveles que ameritan avisos para proteger a la población vulnerable

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La alerta ambiental, necesaria en San Luis

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En San Luis, ya se han dado condiciones de contaminación atmosférica perjudiciales para la salud, suficientes para justificar avisos a la ciudadanía, revela un estudio del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), que fue presentada en el pasado Congreso Nacional de Aire y Salud.

Según el reporte “Lo que estamos respirando en la ciudad, Partículas PM10”, realizada por Viridiana Robledo Valero y Salvador Ruiz Correa, miembros del Laboratorio de Innovación para la Juventud You-I Lab, del Ipicyt, durante mayo pasado se registraron 428 horas con mala calidad del aire en la ciudad, principalmente de las partículas conocidas como PM10, de tamaño menor a 10 micras, que por sus dimensiones, el cuerpo no los puede detener y propician irritación de pulmones que hacen más susceptibles al ataque de virus y bacterias.    

El reporte señala que este tipo de partículas se producen por la quema de combustibles fósiles usados, por ejemplo, en ladrilleras o en autos.

El reporte indica que la ciudad cuenta con cuatro estaciones de monitoreo ambiental, aunque sólo dos de ellas tienen capacidad para medir las partículas PM10.

Y de éstas, sólo una, ubicada en la Biblioteca Municipal de la colonia Industrial Aviación, es la única que ha reportado los datos completos en todo 2018.

La investigación detectó que los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud se rebasaron durante más de cuarenta veces ese año, cuando las normas señalan que ese límite no debe ser rebasado ningún día, “porque eso implica un gran riesgo para la población”.

Además, precisó que las concentraciones más peligrosas, de más de 200 microgramos por metro cuadrado, se registraban entre las 11:00 y las 13:00 horas, el horario en el que la mayor parte de la población está más activa y, en consecuencia, más expuesta.

Durante mayo, mes en el que se realizó el monitoreo, hubo 428 horas con mala calidad del aire por micro partículas.

“La recomendación para la población”, señala la investigación “debió haber sido que los grupos vulnerables, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con alguna enfermedad respiratoria o cardíaca permanecieran resguardados en espacios cerrados”.    

Las conclusiones del estudio consideran necesaria una estrategia de comunicación social más efectiva para prever los daños a la salud por la contaminación.