Los niños mixtecos del jornal

Los niños mixtecos del jornal

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Familias mixtecas enteras de la sierra de Guerrero trabajan en los jornales de huertas e invernaderos de Ciudad Fernández. Las condiciones distan de ser aceptables y no hay apoyos para que los niños continúen su proceso educativo, pero los padres de familia creen que haber salido de tierra violenta fue lo mejor que les pudo pasar. 

Más de 150 niños indígenas de la sierra Mixteca de Guerrero colonizan comunidades del municipio de Ciudad Fernández; sus padres han dejado sus hogares para huir de la inseguridad y la falta de oportunidades.

Más de 80 familias de indígenas mixtecos se encuentran distribuidas en ranchos agrícolas de la Zona Media y en particular en el municipio de Ciudad Fernández, donde han encontrado el cobijo entre la población que les brinda la seguridad que tanta falta hace en sus lugares de origen.

Los menores son originarios de la sierra de Tlapa de Comonfort, Guerrero. Llegaron a suelo potosino con sus padres desde hace más de un año, dejando atrás lo poco que tenían y albergando la esperanza de mejorar su calidad de vida.

Sus familias encontraron la posibilidad de salir de sus pueblos mediante contratos de trabajo en ranchos hortícolas e invernaderos donde les ofrecen lo básico para subsistir.

Los lugares de su ubicación están en la colonia agrícola 20 de Noviembre , barrio de Guadalupe, Cruz del Mezquite y San Pablo.

La movilidad de las familias ha traído consigo problemas como la falta de educación básica para las niñas y niños que no tienen la oportunidad de acudir a la escuela; enfrentan además cuadros graves de desnutrición por la mala alimentación, conjuntivitis por el contacto con la tierra y parásitos.

La mayoría de estas familias viven en casas donde las rentas oscilan de 250 a mil pesos mensuales y predios prestados o huertas donde les permiten establecerse por periodos cortos, en las cuales realizan actividades propias del campo para poder generar dinero y sostener a tres o cuatro integrantes de una familia.

A pesar de sus problemas, sus padres consideran que haber salido de la sierra de Guerrero es una bendición, ya que los problemas de inseguridad ligados al narcotráfico, discriminación, los tenían preocupados y atemorizados; aunado a la falta de trabajo que les complicaba conseguir alimentos.

El número de menores en huertas sigue en aumento y las familias se enfrentan a problemas de comunicación, al hablar su lengua madre y utilizar poco el español, lo que ha generado el abuso y discriminación de algunas personas.

En la mayoría de estos ranchos se cuenta con las condiciones básicas según datos del sistema DIF estatal y de la Procuraduría de la Defensa de Niñas y Niños y Adolescentes; no se cuenta con un censo real porque su movilidad es por temporadas y tampoco se tiene hasta el momento alguna denuncia de maltrato.

La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado a través de la URSE reconoció que no se tiene la aplicación de programas ya establecidos de niños migrantes acompañados y solo se aplica en comunidades de la zona cañeras del Naranjo y municipios huastecos donde se tiene el dato de menores que son apoyados en su educación.

El pasado 30 de abril, Día del Niño, un grupo de paisanos a través de familiares y personas altruistas llevaron la alegría a los niños a quienes se les entregaron juguetes, calzado, ropa, leche en polvo y despensa a las familias mixtecas 

(Especial /Zonapotosina).