Puente Universidad, adverso para personas con discapacidad

No fue construido con criterios de inclusión; hasta agujeros tiene

Puente Universidad, adverso para personas con discapacidad

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Circular en muletas, silla de ruedas o bicicleta sobre el puente Universidad es una aventura peligrosa. Las escaleras empinadas y una banqueta estrecha hacen imposible el tránsito a las personas con discapacidad. El puente, planeado hace cuatro décadas, no fue diseñado con perspectiva de movilidad incluyente.

Adolfo de Anzo usa muletas y pasa todos los días por el puente Universidad. Como mínimo, nada más en ese trayecto se lleva aproximadamente 15 minutos agarrado del barandal para asirse y evitar caerse.

Pidió que las autoridades consideren la ampliación de la superficie peatonal tanto en el Puente de Universidad como en el paso inferior a desnivel de la avenida Manuel José Othón, y cambiar las escaleras por rampas.

Como él, personas con discapacidad circulan a diferentes horas del día y todos se encuentran con un sistema de construcción que les es adverso.

La ampliación del Puente Universidad ocurrió en el sexenio estatal de Carlos Jonguitud Barrios, para cubrir las 13 vías férreas con cuatro carriles de crucero. Sin embargo, en el proceso de planeación, a nadie se le ocurrió que por ejemplo los puentes lleven rampas en vez de escaleras y descarguen a los peatones en áreas más transitadas y públicas.

Las escaleras fueron elaboradas a base de estructuras de acero con piso de concreto y metal armado, que con frecuencia se rompe y provoca agujeros en los peldaños.