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(VIDEO) "Yo soy el ingeniero a cargo": Ximena Molina, la científica potosina que dejó su huella en Japón

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Ximena Molina revela el camino que la llevó a la elite mundial en el campo de la rehabilitación médica.

Por María Elena Cruz

Febrero 11, 2024 01:06 p.m.

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El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y tecnológica. En este día no sólo se recuerda a las grandes figuras femeninas que han dejado su legado a lo largo de la historia, también se reflexiona sobre el largo camino que aún queda por recorrer para eliminar la brecha de género en esta área del conocimiento.

A pesar de que los ámbitos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas se consideran fundamentales para las economías nacionales, no se ha alcanzado la igualdad de género. Por eso es importante reconocer no únicamente a mujeres como Marie Curie, Jane Goodall, Rosalind Franklin, o mexicanas como Matilde Montoya, Alejandra Jáidar Matalobos o Helia Bravo Hollis que dejaron una huella con sus avances científicos, sino también reconocer a las niñas y mujeres que están haciendo su camino justo ahora

Transferir el movimiento

Tal es el caso de Ximena Molina Padilla, una joven promesa potosina en la Ingeniería Biomédica, que con su trabajo se está abriendo paso a nivel internacional.

Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con tan sólo 22 años, fue seleccionada en 2023 por el Mirai Innonvation Research Institute en Osaka, Japón, un instituto de investigación dedicado al desarrollo de tecnologías emergentes. Participó en el programa "EmFuTech" con una duración de tres meses, donde creó un sistema al que denomina "Transferencia de Habilidades" o "Interfaces Humano-Humano", el cual tiene la capacidad de transferir habilidades motoras de una persona a otra.

Este proyecto, cuyo impacto a futuro puede reflejarse en la capacitación a personal o rehabilitación, consiste en obtener las señales musculares de nuestro movimiento, enviarlas a una computadora en la que son clasificadas por una inteligencia artificial, para después ser transferidas a otra persona, reduciendo el tiempo para aprender cualquier habilidad motora hasta en un 60%. Su idea le valió el premio al Mejor Proyecto a la Innovación dentro del programa y un contrato para colaborar con Mirai como Científico de Investigación y Desarrollo.

Machismo en la ciencia

En entrevista, Ximena Molina relató que tener la oportunidad de ser una de las 17 personas seleccionadas en el mundo para participar en un programa con proyección internacional le abrió la puerta al mundo y le hizo darse cuenta de la cantidad de avances que se están desarrollando en la ciencia.

Pero no es un camino exento de problemas. Molina Padilla contó que ha notado la brecha de género en la ciencia desde su etapa como estudiante. Si bien la carrera de Ingeniería Biomédica cuenta con alta demanda de mujeres, en el mundo laboral la situación es distinta. Ella realizó sus prácticas profesionales en los Servicios de Salud de San Luis Potosí, dentro del proyecto de remodelación del Hospital Central, siendo la única mujer en el equipo.

"Recuerdo mucho cuando llegaban proveedores o llegaban personas externas a tratar de hablar con el ingeniero. Siempre me decían: Señorita, disculpe, ¿dónde puedo encontrar al ingeniero? Y yo respondía: Dígame, ¿qué necesita? Yo soy el ingeniero a cargo. Entre que te ven chiquita y te ven mujer, es cansado y sabes que en cualquier otro casino lo tendrías que estar explicando", señaló.

A pasar de la ilusión de trabajar en un país de primer mundo, con grandes posibilidades y apoyo a la ciencia, Ximena contó que el hecho de que un país sea desarrollado no borra del mapa que sea un país machista, como es el caso de Japón, donde hay una cantidad muy baja de mujeres en la ciencia.

Dentro de la adversidad, la sororidad es uno de los pilares que nos mantiene a flote como mujeres en cualquier ámbito. Entre las mujeres que participaron en el programa de Mirai, relató Ximena, hicieron una alianza fuerte y una red de apoyo, donde podían hablar del camino que habían recorrido para llegar a donde están.

Después de ganar el premio en Mirai, su proyecto de "Transferencia de Habilidades" fue seleccionado para presentarse en el Simposio Internacional de Sistemas de Integración en Vietnam, organizado por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés), la organización profesional más grande a nivel mundial dedicada a esta área.

Que vengan muchas más

Por lo pronto, Ximena Molina está decidida a seguir creciendo como profesional. Después de pasar casi seis meses en Japón y dos semanas en Vietnam, actualmente se encuentra en San Luis Potosí, continúa colaborando con Mirai y aspira a realizar una maestría para continuar con su formación, con el objetivo de seguir mejorando en general la calidad de vida de las personas a través de los equipos médicos.

"Ya se me abrió el mundo y es una oportunidad que no dejará pasar", manifestó.

Ximena seguirá abriéndose paso en el mundo de la ciencia, como muchas mujeres antes que ella. Y tanto en la ciencia como en cualquier área profesional, las mujeres seguirán luchando para que el camino sea cada vez más fácil para quienes vienen después, hasta que no tengan que explicar que ellas son "el hombre a cargo".

"Que sepan que las mujeres estamos haciendo cosas increíbles, que sepan que las mujeres tenemos todo el potencial y más para poder seguir haciendo ciencia. Yo de verdad quiero que a la próxima conferencia que vaya no vuelva a sentir que soy la única allí", concluyó.