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Los tonos de rosa, azul, verde y amarillo son la tendencia del verano.
Los macarons de la pastelería francesa y de la ropa que nos ponían nuestras madres cuando éramos bebés, pero también de las últimas “fashion weeks”
Combinados entre ellos, crean ambientes llenos de paz, que te conquistan por su suavidad, a la que caes rendida desde el primer instante.
ROSA SUAVE
El rosa suave posee romanticismo y dulzura, pero también personalidad y carácter, siempre que evites el empacho empalagoso, usándolo con acierto.
En pequeñas pinceladas o acaparando todo el protagonismo, actualízalo con complementos en tonos intensos y con piezas de diseño.
URBANO
Espíritu libre. A pesar del halo de romanticismo que les acompaña, los colores pasteles son buenos aliados de los ambientes urbanos.
Los verdes y azules empolvados pueden ser modernos y cosmopolitas, siempre que los integres en espacios de paredes neutras y busques la colaboración del blanco y el gris.
