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Celos entre hermanos

Por Agencias

Mayo 03, 2021 03:00 a.m.

Los celos infantiles son una emoción completamente natural y normal que, tarde o temprano, aparecerán.  A veces parece que no tienen sentido y, otras veces, que tampoco tiene solución.

Llegan, explotan y tú, como padre, no sabes cómo actuar ante esta situación. 

Sin embargo, no podemos erradicarlos; son parte del crecimiento de todo niño. 

Pero sí podemos saber por qué llegan, cómo prevenirlos y, en el caso de que se nos complique, cómo gestionarlos.

MANEJO

Aunque, la regla de oro, puedes anotarla ya: No crear extrañeza o rechazo hacia tu hijo, además de ponerte en la posición de tu hijo. 

Porque tú tienes que aprender a lidiar con ellos, pero él también tiene que saber cómo reconocerlos y manejarlos.

CAUSAS

Los celos infantiles aparecen ante una situación en la que el niño aprecia una pérdida de atención y tiene miedo de que esto vuelva a ocurrir. 

Los niños no entienden lo que pasa, tengamos en cuenta que los niños tienen falta de madurez emocional, y lo que hacen es, a su manera, expresar lo que sienten. 

Las causas pueden ser muy variadas, como el rechazo hacia un hermano o hermana, uno de los más comunes, un cambio a nivel de roles familiares, el estilo de comunicación de los progenitores ante un hermano u otro, etc. En definitiva, percibir ciertas diferencias o privilegios que él no tiene.

SÍNTOMAS

Sus síntomas son también variados: Desde ese rechazo a su nueva hermana o hermano hasta cambios de humor sin motivo aparente, aparición de conductas que no estaban presentes antes, nerviosismo, mostrar oposición a todo o culpabilizar a otros.

PROBLEMA SERIO

Los celos infantiles son normales que aparezcan en algún momento del desarrollo infantil.

No obstante, podemos identificarlos como “problema serio” cuando interfieren en las actividades familiares de forma significativa, por ejemplo, que aparecen conductas disruptivas como pegar a otros, pegar al hermano/a recién llegado/a, que la familia no pueda estar toda junta, etc.

Cuando no disminuyen con el paso del tiempo sino que empeoran o cuando empiezan a desarrollarse otras dificultades en otros ámbitos, en el ámbito de las relaciones con otros niños, en el ámbito del habla, en la gestión de cualquier emoción negativa.

FUNCIONAMIENTO FAMILIAR

Es importante que, si la familia percibe que los celos están afectando al desarrollo físico, psíquico o emocional del niño, o que afectan notablemente al desarrollo del funcionamiento familiar, consulten a un psicólogo especializado para evitar que se cronifiquen y que conlleven otras dificultades asociadas.

AFECTACIÓN

Los celos pueden interferir en distintos ámbitos y, en consecuencia, con las actividades que se estén realizando en ese momento.

Como ejemplos: Pueden aparecer comportamientos regresivos -según la edad y etapa evolutiva del niño, volver a hacerse pipí encima, pedir de nuevo el chupón o biberón, lenguaje muy infantil imitando al hermanito pequeño, etc., cambios de humor injustificados, mayor cansancio porque no duerme o no descansa bien y está más alerta en ciertos momentos del día, rechazo a las actividades físicas, agresividad hacia otros niños o adultos, rebeldía, rabietas, entre otros.