FMI: Prospera reduce poco la desigualdad

Becas y transferencias médicas no monetarias no son efectivas

FMI: Prospera reduce poco la desigualdad

A-AA+

Ciudad de México.- Programas de transferencia como los subsidios a tierras de cultivo (Proagro), becas del gobierno federal y transferencias no monetarias para gastos médicos no han sido tan efectivos para reducir la desigualdad en México, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En 2016, sólo los programas de transferencias de efectivo dirigidas a través de Prospera y las pensiones para las personas de la tercera edad representaron más de dos tercios de la reducción en el coeficiente de Gini.

En el documento Desigualdad de ingresos y transferencias de gobierno en México, elaborado por los economistas del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Frederic Lambert y Hyunmin Park, se destaca que entre 2004 y 2016 bajó muy poco la desigualdad.

Los especialistas analizaron los microdatos de la Encuesta sobre Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi para ver la evolución de la desigualdad de ingresos durante ese periodo.

Se dedicaron a identificar las fuentes e investigar cómo se vio afectada la política social del gobierno a través de programas. Con base en ello encontraron evidencia de sólo una pequeña disminución en la desigualdad.

Reconocieron que las transferencias gubernamentales han sido clave en el alivio de la pobreza y la contención de la desigualdad de ingresos en México.

En contraste, las becas del gobierno y las transferencias médicas no monetarias no dan los mismos efectos, posiblemente porque reflejan las diferencias en el acceso a la educación superior y los servicios de salud.

El análisis no considera los cambios dinámicos que pueden ser inducidos por las modificaciones en las políticas sociales.

Las transferencias que apoyan la educación terciaria benefician a estudiantes de más ingresos que los más pobres, lo que agravaría el problema de la desigualdad de ingresos en el futuro, advierten especialistas. Establecieron que “las pensiones para adultos mayores, aunque son útiles para reducir la pobreza en el corto plazo, pueden desalentar el empleo formal y el ahorro pensionario”.