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Cómo TikTok “diagnosticó” mi TDAH

Por Yuridia Selene Posadas García

Julio 13, 2023 03:00 a.m.

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Yo no sabía mucho sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) entonces, hasta que descargué TikTok, hace un año aproximadamente.

Entre los videos de perritos haciendo monerías y de gente que tiene mucho talento para bailar y hacer manualidades, comenzaron a salir videos de gente que explicaba cómo era vivir con TDAH. Era interesante; las cosas de las que se quejaban eran con las que también vivía, como acumular cosas, procrastinar tareas “sencillas”, comenzar a cantar y bailar de la nada, perder u olvidar cosas, hablar demasiado en una conversación, etc.

Pero, realmente no quiero decir que TikTok me diagnosticó. En sí, el algoritmo funciona para introducir material novedoso y si le das “me gusta” entonces comienza a poner más videos similares. Así, al sentirme afín a esas historias, les di “me gusta” y, en consecuencia, me aparecía más contenido similar.

Tantos videos de cosas que también me pasaban comenzaron a convencerme de que el siguiente paso era buscar en Google. Leí cosas sobre el TDAH, cómo que es una condición mental que impacta a una amplia cantidad de personas, caracterizada por comportamientos relacionados con la falta de atención, hiperactividad e impulsividad y, aunque estos síntomas pueden ser comunes en la población general, las personas con este trastorno experimentan dificultades a un nivel crónico, lo que puede afectar su desempeño en el trabajo, la escuela y en su vida personal.

Conforme más leía me di cuenta de que el TDAH no era del todo como lo que veía descrito en TikTok por personas que decían estar diagnosticadas. Así que, o también yo lo tenía o me engañaron, pues ya había ido con varios psicólogos por ansiedad y no me habían dicho nada sobre este trastorno, por lo que creí que la única forma de saberlo era ir con un psiquiatra.

Nuevamente entré a internet, a buscar un psiquiatra especialista en TDAH en San Luis Potosí, quien me dijo que no había tardado más de cinco minutos en saber que sí lo tenía; aún así, me hizo el cuestionario diagnóstico para estos casos. Así fue que a mis 34 años fui diagnosticada con este trastorno, lo cual fue algo muy extraño para mí, pues nunca tuve problemas en la escuela y no fui especialmente traviesa, aunque sí muy desordenada. Aún así, había cambiado de carrera y mantener un trabajo o una pareja sentimental por mucho tiempo no parecía lo mío, y eso claramente sí eran síntomas.

Aprovechando que mi segunda carrera es en ciencias, me pasé a los libros y artículos científicos para entender un poco más sobre el tema. Descubrí que no existe sólo una forma de TDAH; al igual que otros trastornos mentales, como el autismo, se considera que es un espectro y sus síntomas pueden variar dependiendo del sexo y la edad, y la severidad de los síntomas puede ir de moderada a muy severa.

Especialistas de la Asociación Americana de Psiquiatría, en Estados Unidos, identificaron en 2011 tres grupos principales de síntomas del TDAH, que dejaron asentados en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Las personas con este trastorno pueden mostrar más síntomas de un grupo para ser clasificadas. Algunas de las características más comunes son:

•        Inatento. Su diagnóstico es un desafío, pues afecta a personas generalmente tranquilas que pueden parecer soñadoras, ensimismadas y distraídas, no encajando en el perfil más conocido del TDAH, que incluye la hiperactividad y la impulsividad. Diagnosticar este tipo en mujeres es más complejo, pues se cree que son más tranquilas que los hombres, por lo que pasa desapercibido.

•        Hiperactivo. Suele ser más fácil de reconocer. Se trata de personas impulsivas que tienen una energía excesiva y mucha dificultad para mantenerse quietas y tranquilas.

•        Mixto. Estas personas presentan una combinación de síntomas, tanto inatentos como hiperactivos.

A los pocos meses mi hijo también fue diagnosticado con TDAH y después de eso mi pareja. Es interesante cómo nuestros trastornos comparten muchas similitudes, pero no son iguales: el mío es del tipo hiperactivo, por lo que para muchas personas que me rodean es abrumador cómo siempre quiero estar haciendo cosas y no me detengo; en cambio, mi pareja es del tipo inatento y mi hijo tiene el tipo combinado, manifestándose en problemas en el habla, que se explican porque no pone atención cuando los demás hablamos, impidiéndole aprender a decir las cosas correctamente.

Después de indagar en investigaciones sobre la prevalencia del TDAH en México, encontré el trabajo que los doctores Emilio Cornejo Escatell y Gabriela A. Gallardo Saavedra, junto a sus colaboradores, publicaron en 2015 y 2019, respectivamente, donde aseguraban que de 91 a 160 niños de cada 1 000 tienen este trastorno, y en adolescentes la cifra sería de 24 por cada 1 000, aunque todavía falta hacer más estudios para tener cifras más exactas.

El doctor Emilio Cornejo, neurólogo pediatra del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, y otros colaboradores publicaron en 2015 en la Revista Médica MD una investigación que reveló que el porcentaje de los escolares con TDAH de la región noreste de Jalisco es de 9.11 %. Para su investigación tomaron una muestra de 8 630 niños y niñas que en ese momento asistían a la primaria en el turno matutino de las ciudades Tepatitlán de Morelos, San Miguel el Alto, Arandas y San Juan de los Lagos, a quienes se les aplicó la prueba diagnóstica Cuestionario de Conners Adaptado para Latinoamérica.

El estudio de 2019, hecho por la doctora Gabriela Gallardo y sus colaboradores, fue realizado en 3 985 niños de segundo grado de primaria, elegidos al azar de 55 escuelas públicas de dos delegaciones de la Ciudad de México, y reveló una prevalencia del TDAH de 16 %, de acuerdo con la prueba diagnóstico Versión 3 de la Escala de Conners. La mayoría de estos infantes fueron referidos a psiquiatría, donde se confirmó el diagnóstico en 72 % de ellos.

Otra investigación, publicada en 2021 por la doctora Ma. Guillermina Yáñez Téllez y colaboradores, adscritos a la Unidad de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias de la Salud y Educación (UIICSE) de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, reveló que 16.2 % de las y los estudiantes universitarios que participaron tenían el trastorno. Participaron 1 837 estudiantes de una universidad pública del Estado de México, sin previo diagnóstico de TDAH, a quienes se les aplicó las escalas de Autorreporte para TDAH en Adultos-6 (ASRS-6) y la Wender Utah (WURS). Procedían de las carreras de Biología, Enfermería, Psicología, Optometría, Medicina y Cirujano Dentista; en Biología se encontró una mayor cantidad de alumnos con TDAH (23.7 %) y enfermería fue la que menos tuvo (9.9 %). Estas prevalencias son mayores a las reportadas por la Asociación Americana de Psiquiatría en 20221 en adultos (2.5 %).

Después de que nos diagnosticaron y me informé sobre nuestro trastorno, llegó la pregunta: ¿y luego qué? Bueno, siguieron dos cosas: medicamento y terapia. Existen varios medicamentos para el TDAH que han demostrado mejoría en las personas que lo padecen, y nosotros definitivamente mejoramos después de empezar a tomarlo. En cuanto a las terapias, sorprende la gran cantidad que existe, diseñadas para problemas específicos del trastorno. Suele ser del tipo conductual y en sí se trata de que tengamos más herramientas para entender, aceptar y enfrentar los desafíos que vienen con el TDAH.

Mi hijo está llevando una terapia especializada para sus problemas en el habla, que ya ha traído muchos frutos en su lenguaje y conducta; ya que para trabajar el lenguaje es necesario que pueda concentrarse, seguir instrucciones y trabajar enfrentando a la frustración, esta terapia le ayuda —al mismo tiempo— en los demás ámbitos de su vida.

Así, mi experiencia de descubrir y comprender mi trastorno, inicialmente a través de la plataforma de TikTok, fue un punto de partida para buscar respuestas y obtener un diagnóstico adecuado. A partir de ahí, mi familia y yo hemos encontrado apoyo en medicamentos y terapias, lo que ha mejorado significativamente nuestra calidad de vida. Hemos aprendido que el TDAH puede manifestarse de diferentes formas y afectar a personas de todas las edades, pero con el tratamiento y el apoyo adecuado es posible enfrentar los desafíos que conlleva y desarrollar estrategias para vivir mejor.