Las ovejas aprenden a contar pastores

Deja atrás el orgullo

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Las ovejas aprenden a contar pastores

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Pbro. Lic. Salvador 

González Vásquez

No dejes que el orgullo te mantenga atrapado. Ya que por orgullo, es mucho lo que se puede perder. El orgullo, no nos permite hacer lo que el corazón nos pide.

El orgullo nos impide saltar de alegría;  porque es un yugo que hace muy pesada la vida. Ya que las ataduras, no nos permiten aligerar la carga. Y con una actitud así, se nos va apagando la luz de la alegría.

Hoy nos dice la Escritura: “Alégrate sobremanera, hija de Sión; da gritos de júbilo, hija de Jerusalén…” (Zac.9, 9).

SER SENCILLO

Para vivir con júbilo, es necesario ser sencillo. Porque la falta de sencillez, es el comienzo de una vida difícil.

Los sencillos, no se predisponen a escuchar la voz de Dios; los sencillos no se cierran a la verdad, antes bien, la aceptan con humildad.

Por eso mismo, no hay que ponerle trabas a la felicidad. No dejemos que la soberbia nos haga más pesada la existencia. 

El orgullo, es una postura incómoda; y la resistencia, un desgaste emocional. 

SOBERBIA

El “ego” es la causa de muchas fatigas, y eso provoca cansancio; porque el peso de la soberbia, hace más difícil la existencia.

El afán de perfección nos está causando agobio.

HUMILDE DE CORAZÓN

Y hoy nos dice el Señor: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas”. (Mt.11,28-29). 

Olvídate de ti, para que encuentres el descanso en Dios. Porque la mansedumbre y la sencillez, son la raíz de una vida auténticamente feliz.