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Una tradición envuelta en azúcar, hecha por manos potosinas

Por Dafne Medina

Noviembre 02, 2022 03:00 a.m.

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Daniela Gascón, una joven potosina que gracias a sus estudios en Gastronomía aprendió y perfeccionó la técnica de la panadería, ha logrado incursionar en este mundo culinario en distintas partes del país y del mundo, como en Mérida, Yucatán.

Esta fue región clave para que la experta en la cocina descubriera su especial gusto hacia la panadería.

Ahora, con la experiencia que posee, la joven tiene su propio taller de pan de muerto y compartió para Pulso Diario de San Luis, paso a paso, el procedimiento a seguir, hasta obtener una deliciosa pieza.

Después de largas horas de fermentación en bloque de la masa ya previamente preparada, es decir, que se fermente por completo, pasa al proceso de fermentación en frío de 12 a 16 horas, aproximadamente esta preparación a base de ingredientes básicos como: esencia de azar, naranja, mantequilla, huevo y leche, ingredientes que tienen que ser primordialmente de primera calidad para obtener el resultado que se desea: un pan con especial dulzor, esponjoso y firme en su consistencia.

Aunque es dependiendo del gusto y estilo de cada panadero, siempre se pretende obtener un pan húmedo y de sabor especial con los productos propios de la temporada.

Daniela destaca que, fue también gracias al excelente sazón de su madre y abuela materna de origen español, que a su vez mezcló con la cultura mexicana de su abuela paterna, que comenzó un gusto especial por incursionar en este mundo de sabores y olores. 

“Ellas me han enseñado a trabajar, a no rajarme, porque es una carrera muy matada y que conlleva muchas horas de trabajo”.

Son horas de trabajo y dedicación las que la joven panadera dedica a esta labor, pues el día para ella comienza desde antes de las 6 de la mañana, con el fin de que el pan pueda estar a tiempo y disponible para quienes vayan a degustarlo en las primeras horas del día.

En contraparte, nos comparte que uno de los obstáculos que aún existe en esta carrera, es que el patriarcado continúa sobresaliendo de manera considerable, principalmente en esta especialidad de la panadería, factor que en muchas ocasiones frena o desanima a las mujeres interesadas en incursionar en este ámbito.

“Gracias a Dios a mí no me ha tocado ese tipo de experiencias, pero aún existe ese tipo de problemas”. 

Aunque actualmente solo labora a través de pedidos agendados, Daniela Gascón desea poner su propio punto de venta en San Luis Potosí con la venta de pan dulce y salado, además de helado y pasteles, productos que hoy en día también elabora en su taller ubicado en la calle Avanzada No. 409.

“Lo que más disfruto es cuando saco la charola del horno ya con el producto final, el momento en que desprenden los olores del pan recién horneado. Es satisfactorio ver tu trabajo de 24 horas saliendo en su etapa final”.