Una foto para tres

Juan Ramiro Robledo Ruiz, Rolando Hervert Lara y Joel Ramírez Díaz podrían ser los candidatos de Morena, del PAN y del PRI a la gubernatura de San Luis Potosí en uno de los procesos más inciertos y “random” de la historia política del estado.

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Una foto para tres

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Les tomaron la foto en un festejo cumpleañero. A los tres los ubican como aspirantes a la candidatura a gobernador por las formaciones políticas a las que pertenecen o son afines, ninguno favorito en ellas, o santo de la devoción de quienes las controlan y operan a nivel local.

El magistrado presidente de Justicia Administrativa Juan Ramiro Robledo Ruiz tiene relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como otros personajes de la fuerza política gobernante. Conoce y tiene relación también con afines al gobierno obradorista pero que actúan en el sector de la justicia y el derecho. 

Es presidente actual de los magistrados de justicia administrativa del país y un promotor de la autonomía los tribunales administrativos en las entidades, del signo partidista que sean. Desde donde está, participa también en la promoción de un nuevo sistema anticorrupción, un tema en el que la justicia administrativa tienen mucho que ver. 

Ha declarado que no busca la candidatura a gobernador de Morena, pero no es improbable que la candidatura de esa desmecatada organización termine por buscarlo a él, por instrucción del creador, jefe formal y alto mando nacional de ese partido, aunque no les guste a los operadores domésticos del mismo.

Morena es en San Luis una franquicia de políticos tomboleros: llegaron a cargos por vía random, sin carrera política, mucho menos talento. Pero manejan Morena como un patrimonio concedido. De origen ex priista duro, algunos de sus dirigentes o estrategas hacen planes con esquemas de cuando el PRI se escrituraba a fuerzas locales para hacer y deshacer. Robledo no les gusta a estos personajes, les incomodaría que fuera candidato y, quizá a modo de conjuro, hasta le achacan haber perdido hace tiempo la cercanía con López Obrador, estar “vetado” o “en el frío”. 

El único personaje “obradorista”, no tanto morenista, de proyección similar a Robledo en San Luis sería el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, reclamando potosinidad “por derecho de sangre”. Falta que de verdad esté interesado en venir a gobernar esta entidad. O que lo manden y simplemente acate, lo que podría suceder si se atiende la etiqueta de “la posibilidad más peligrosa de Morena” para los panistas, pues jalaría mucho voto urbano que ha sido para Acción Nacional. 

Otras cartas en Morena no dan perfil. Hay un senador, Primo Dothé Mata, perdido en la masa gris de la Cámara Alta. Además, en la capital del Estado se duda que atraiga consensos como para ganar una gubernatura. Es senador gracias al voto en cascada que generó López Obrador, nada más. Otra potosina y huasteca, la secretaria general del gobierno de la Ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez, es una desconocida para los potosinos y sería arriesgado candidatearla. 

El delegado del Bienestar Gabino Morales, aún con la aplanadora de dádivas oficiales a “ninis”, ancianos y estudiantes, no genera mucho entusiasmo ciudadano. La tarea lo devolvió a su dimensión real de un buen activista, punto. Ya no es “superdelegado”, se desdibujó, agarró modo burocrático y hasta ahí. 

De los demás morenistas, entre diputados locales, diputados federales, dirigentes estatales de partido, no se hace una sola figura con peso y credibilidad.  

Si Juan Ramiro fuera candidato, no lo sería de los franquiciatarios locales de Morena. Definitivo. 

A diferencia de Robledo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Rolando Hervert Lara, busca desde hace semanas su oportunidad. Por aspirantes en el PAN no queda, y con más antigüedad que este huasteco, pero de todas formas se metió a hacer ruido. Empresario transportista, tiene un sentido práctico que sus compañeros políticos suelen perder. 

Su oportunidad al parecer está en la guerra que toma color en el PAN por definir la candidatura a gobernador, la que se definirá en asamblea. Su boleto puede ser no pelear con nadie de sus compañeros aspirantes: no Octavio Pedroza, no Marco Gama, no Xavier Nava Palacios, que no es panista pero lo registró el PAN. 

Tampoco trae las estructuras panistas, que en San Luis van a definir al candidato a gobernador. Extrañamente hace más campaña hacia afuera del PAN que entre panistas, tal vez porque planea ganar el voto de las estructuras con la presión desde afuera del partido. De cualquier forma, la campaña tiene que ser muy difícil.

Y el priista Joel Ramírez Díaz. Su partido no entusiasma para el 21 y se ve literalmente imposible que el PRI tenga futuro porque se arranció. Joel no ha dicho que quiera, pero le han enfilado la batería. Y tiene un puntazo a favor: no habla mal de nadie, no es dado al deporte de despedazar reputaciones ajenas ni de coleccionar agravios. 

En el caso del PRI, la candidatura la conseguirá, si lo es, por una serie de méritos, por designación del actual jefe formal del tricolor. Será una candidatura de mucho sacrificio, porque el retorno a la senda de los triunfos electorales para esa organización política se ve muy lejana, o imposible. 

ROLLOS SUELTOS

DESCABEZADA. El gobernador Juan Manuel Carreras decidió por fin ponerle un titular a la Junta Estatal de Caminos, pues desde la renuncia de Porfirio Flores Vargas, en abril de 2018, tenía al frente a un encargado, Marcos Rosales Vega, muy colorido para declarar a la prensa, pero políticamente no muy atinado. Su máxima tarea, los brazos confluyentes del Distribuidor Juárez fue una obra a trompicones, con un derrumbe vergonzoso, todavía no muy apreciada por muchos potosinos y un pendientito de resolver en tribunales federales por acusaciones de invasión a la propiedad privada.

EXPERTA EN PAPAS CALIENTES. Macrina Martínez Pozos, ex titular de Seduvop, es la nueva directora de la Junta Estatal de Caminos y no la tiene fácil. El litigio por invasión de propiedad de las obras del distribuidor, si lo pierde Gobierno, va a ser un sobrecosto. Se supone que para abril la JEC tendría lista, por fin, la primera línea del Metrobús; en algunos tramos de la obra la gente echa basura en las excavaciones para el carril preferente porque ni ven que avance. Como titular de Seduvop, Macrina sacó adelante el paso a desnivel de Muñoz, que por el nivel de rechazo de la gente y mala planeación pintaba para fracaso. Se espera que le vaya muy bien con su encomienda porque el tiradero que recibe le cuesta a los potosinos.

¿ASCIENDE O SE CAE? El otro cambio, la salida de Gabriel Rosillo de Contraloría para ocupar un cargo de cierre de administración, denominado Secretaría Técnica del Comité de Entrega Recepción, genera opiniones contrapuestas. Para unos, se trata de una tarea que seguramente fue asignada con altas dosis de confianza del jefe del Ejecutivo, pues se encargará de que cuadre todo lo que debe cuadrar. Pero hay quien juzga lo contrario: que el cambio es más bien una remoción atenuada con un cargo de nombre rimbombante pero menor, pues en Gobierno del Estado a nadie corren del todo (por lo general, se les coloca de asesores y disque “redactores de discursos” para que sigan cobrando alegremente).

ANTICIPOS DE UNA CAÍDA. Sus propios compañeros comentan que derivado de observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, unas semanas antes del cambio tuvo que despedir a su jefa de contralores internos, una colaboradora cercana a él. Según estas versiones, a la ex funcionaria se le agotó la prudencia en unos procesos de aclaración de inconsistencias en las oficinas de la ASF, en la Ciudad de México, y tuvo un desencuentro. De la oficina federal se quejaron. No faltó el alma caritativa que hiciera llegar el parte del desaguisado a Palacio de Gobierno…

EL CERRADOR. Entra al relevo de Rosillo Oscar Alarcón Guerrero, quien ya ocupó el cargo de contralor con Fernando Silva Nieto. En la Contraloría dicen que una removidita a las ramas no vendría mal, con los contralores internos a modo, como la de Seguridad Pública, que todo lo “cuadra” a Pineda, y el de la Comisión Estatal del Agua.

¿NO HABRÁ “MAROMA”? Y precisamente por los rumbos de la CEA, el director local de la Comisión Nacional del Agua confirmó en oficio dirigido a un juez federal que “después de realizar un análisis técnico y administrativo del proyecto denominado construcción y operación de la presa de almacenamiento La Maroma, se determinó cancelar total y definitivamente la obra”. El titular de la CEA, Jesús Medina, aseguró una y otra vez que la suspensión no sería definitiva.

REPERCUSIONES DE UN VIRUS. Inimaginables los costos que traerá a la economía nacional y local el Covid-19. No queda un sector fuera de todo lo que habrá de hacerse para tratar de evitar la expansión ni de las consecuencias y colaterales. La experiencia en Asia y Europa es que a unos países les ha ido peor por confiados, porque sus esquemas sanitarios son frágiles o inexistentes, o porque minimizaron. Ojalá y los negativos en México no sean tan altos.