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Los Juegos de Tokio se despiden aún con sentimientos polarizados

Por EFE

Agosto 08, 2021 09:08 a.m.

Los Juegos Olímpicos de Tokio concluyeron este domingo con una ceremonia de clausura que estuvo rodeada de sentimientos encontrados hasta el final, con bailes y DJ en el Estadio Olímpico y protestas en su exterior cercado por la policía.

Los curiosos comenzaron a acercarse al coliseo tokiota varias horas antes de que comenzara la ceremonia para encontrar que, al contrario de lo que ocurrió en la inauguración, no iban a poder acercarse hasta los anillos olímpicos instalados frente a las instalaciones.

El acceso a la explanada, que estuvo hasta reventar dieciséis días atrás, se encontraba hoy cerrado al público por decenas de agentes.

"No puedo acercarme al estadio... Pero he podido ver la vista nocturna", dijo a Efe Atsushi Futatami, que se había acercado a las inmediaciones del estadio para embeberse del ambiente en la última jornada de estos atípicos Juegos, celebrados en medio de una pandemia que los ha condicionado hasta el último segundo.

Futatami, de 48 años, que considera que los de Tokio 2020 "han sido unos Juegos maravillosos" dentro de su particularidad, tuvo la oportunidad de asistir como público en una de las pocas sedes que permitieron cierto número de espectadores en Shizuoka y trabajó como voluntarios durante un día en una estación, guiando a visitantes.

Estaba previsto que hiciera labores similares en Tokio, aunque cuando se decidió que las gradas estarían vacías, no tuvo más remedio que disfrutar las competiciones por televisión.

Takamichi Masui, de 53 años, también se acercó al estadio tokiota para intentar atisbar los sonidos y fuegos artificiales de la ceremonia. Ya lo hizo en la de apertura, en la que disfrutó desde el exterior el espectáculo con drones y los destellos de colores.

"Para intentar ver las competiciones, como no había público, fui al exterior de algunas sedes. En Aomi, desde un parque, vi la escalada deportiva, pero sólo una pequeña parte del escenario. En el Parque urbano de Ariake Urban, desde afuera de la estación Yurikamome, vi el BMX freestyle. En Odaiba vi parte de los relevos mixtos", contó.

Ataviado con una bandera de Japón y un gorro con la forma del monte Fuji, Masui paseaba por las inmediaciones del cordón policial haciéndose fotos para conmemorar el momento y compartir su afición por los Juegos con otros asistentes.

El ambiente, que debía ser festivo, estaba enrarecido por el fuerte cordón policial y se tornó más agridulce cuando llegó un grupo de manifestantes contrario a las Olimpiadas, el mismo que durante la ceremonia de inauguración gritó sus consignas desde las afueras y se presentó en algunos torneos, como la final de tenis.

Se vivieron algunos momentos de tensión cuando los protestantes increparon a los agentes de policía para intentar marchar al estadio y se lo impidieron, como al resto de los que querían acercarse.

En torno a una veintena de manifestantes sacaron pancartas y mensajes en contra de la Olimpiadas, y entonaron consignas como "Abolan los Juegos Olímpicos", "Abolan el COI (Comité Olímpico Internacional)" o "No más JJ.OO. en ninguna parte", mientras golpeaban sonoramente alguna sartén frente a los agentes, que por lo menos los triplicaban en número.

Minoru, que sólo quiso aportar su nombre, explicó a Efe que se desplazó hasta allí para reivindicar la gravedad de la situación sanitaria que vive el país, y especialmente la ciudad de Tokio, por la pandemia de covid-19.

"El sistema médico está al borde del colapso, la covid aún no ha acabado. Creo que el dinero que se gasta en los Juegos Olímpicos debería destinarse al bienestar de la gente. Si gastan ese dinero ahí están causando la muerte de personas" indirectamente, declaró.

Japón atraviesa su peor momento de la pandemia, con casos récord en la capital y en todo el archipiélago recientemente.

Los organizadores de Tokio 2020 han logrado gestionar su burbuja para seguir adelante con los Juegos sin mayores incidentes, pero se mantiene abierto el debate sobre si ha sido adecuado celebrar el evento deportivo en la situación actual.

Algunos expertos sanitarios aseguran que los Juegos han sido los responsables de que la población japonesa haya relajado su comportamiento y optado por seguir menos las recomendaciones de no salir y evitar reuniones con familiares y amigos, contribuyendo a la propagación de las infecciones con una "complacencia olímpica". 

SAYONARA CON LLUVIA

Tokio amaneció este domingo lluviosa, despidiéndose lastimosa de unos Juegos Olímpicos que tardaron más de un año de lo previsto en llegar, pero que vieron finalmente brillar a los atletas del mundo y con ellos y la capital como protagonista se dijo hasta pronto.

El tifón amainó al caer la tarde y la llama olímpica flameaba en el Estadio Olímpico rodeada de gradas vacías y luces azul índigo para pasar el testigo a París.


Pronto el campo se llenó de vida, luz, ritmo, deportividad y una hospitalidad japonesa que inscribió "Arigato" en mayúsculas.

TOKIOTAS CON ATLETAS

Suena una banda sonora muy especial, la de una de las películas japonesas más aclamadas de la historia del cine, "Cuentos de Tokio" (1953), la obra maestra de Yasujiro Ozu y abre la ceremonia la bandera de Japón, unos anfitriones que han demostrado que avanzan contra viento y marea.

Son los medallistas nipones como el judoca Takato quienes portan la bandera, junto a un médico - nunca se olvidan de los héroes de la pandemia en Tokio 2020-, una estrella local del break dance que se estrenará en París 2024 y una modelo con una pierna artificial.

Les siguen todos los abanderados de cada país, desfilando bajo la música del artista Yuji Koseki, que de seguir vivo estaría orgulloso de saber que ha dejado como herencia una composición con la que ya se hermanaron los atletas de los primeros Juegos de Japón en 1964.

Tres comités destacan con un guiño al karate, un deporte que ha triunfado en estos Juegos y que no continuará en París.

Sandra Sánchez representa a España con su oro en karate, desde Francia lo hace el karateka Steven da Costa y la leyenda okinawense de este deporte, Ryo Kiyuna, enarbola la de Japón.

Esta noche son 4.600 atletas los que distendidos celebran cerrar estos Juegos, tras la presión y contención donde un positivo significaba quedar descalificado.

Alzan sus teléfonos, que no han parado de grabar, y contentos encienden sus linternas. Pronto una animación proyectada se eleva y los anillos olímpicos son dibujados en el cielo para acompañar el lema de la velada "Mundos que compartimos".

"Arigato Tokio" se lee en japonés en el uniforme de los atletas británicos.

Tokio se despide de estos atletas consciente de que no les ha permitido conocer su ciudad, puesto que no podían salir de la Villa Olímpica y debían marcharse días después de competir.

Por ello les regala una última noche tokiota con lo mejor de su ambiente y sus gentes, jóvenes que cualquiera podría encontrarse en las calles o parques de esta megalopolis que paciente ha visto cómo acontecía el evento sin poder participar de él en vivo.

Al ritmo de malabares, riders, música electrónica, pop, anime o el himno de la alegría, los tokiotas comparten los últimos minutos en escena junto a los atletas del mundo.

Destaca otra banda sonora, la de la película "Guardianes de la noche", esta vez una animación que en 2020 y en plena pandemia logró un récord de taquilla en el país.

AGRADECIMIENTO A LA JAPONESA

Es costumbre en el archipiélago dar las gracias por el trabajo, por el esfuerzo y por los encuentros. Forma parte de la hospitalidad nipona.

"Agradecemos de corazón", dice la presidenta del Comité Olímpico Japonés, Seiko Hashimoto, que destaca la resiliencia de los atletas para unir al mundo y el trabajo de todos los voluntarios.

"La esperanza aquí prendida continúa" dice emocionada al cerrar el evento en Tokio.

"Primera vez que el mundo se reúne durante la pandemia", finaliza Thomas Bach, el Presidente del COI que no olvida agradecer a los japoneses por el esfuerzo.

Vinieron a despedirse también el hermano del Emperador Naruhito, el príncipe Akishino, el primer ministro nipón Yoshihide Suga y la alcaldesa de esta capital en elegante kimono, Yuriko Koike que le pasa el testigo a la de París, Ana Hidalgo.

Tokio aprovecha para pedirle a los japoneses que disfruten con su cultura, con bailen tradicionales que se celebran en los festivales de verano, pero que han sido suspendidos dos años seguidos por la pandemia.

Algunos atletas bailan imitando a los nipones, que en yukata ofrecen una demostración de lo mejor del verano japonés.

Coloridas danzas de un archipiélago que se cree homogéneo pero que cuenta con una gran diversidad de norte a sur, con bailes de los indígenas del norte, llamados ainu, o el baile okinawense de las islas paradisíacas del sur.

APLAUSO SENTIDO A LOS VOLUNTARIOS

El aplauso más sentido de los atletas va a los únicos espectadores invisibles de estos Juegos, los miles de voluntarios que en homenaje reciben ramos de la victoria mientras sus rostros ocupan cientos de pantallas que rodean el estadio.

Hoy muchos de estos voluntarios, la única presencia en el estadio junto a los periodistas y los comités, afirman sentir "pena porque se acabaron dos semanas intensas de deportividad mundial" y "alivio porque ha salido todo bien".

Con todo bien se refieren al 0,02 % de contagios de la Covid-19 dentro de la burbuja de los Juegos, con 624.000 pruebas PCR desde el primero de julio y 409 positivos.

Otro voluntario afirma tajante que Tokio 2020 no ha terminado todavía, que "quedan los Paralímpicos", más deporte que ofrecerá la capital nipona en tan solo unas semanas. EFE