Controversia en Polonia por comentarios en Juegos Olímpicos
Suspensión de periodista y controversia en Juegos Olímpicos en Polonia
VARSOVIA, Polonia (AP) — La televisora estatal polaca suspendió este fin de semana a un periodista que, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, reaccionó a una interpretación de “Imagine” de John Lennon diciendo que era una “visión del comunismo”.
TVP, la emisora, publicó un comunicado el sábado diciendo que el periodista y comentarista deportivo, Przemyslaw Babiarz, ya no podría hacer comentarios al aire durante los Juegos de este verano.
La canción de Lennon pide imaginar que no hay cielo ni infierno, ni países, ni posesiones.
“Esta es una visión del comunismo, desafortunadamente”, dijo Babiarz durante la ceremonia de inauguración en París el viernes por la noche, comentarios que inmediatamente desataron controversia para los espectadores en Polonia.
TVP dijo en el comunicado anunciando la suspensión: “El entendimiento mutuo, la tolerancia, la reconciliación, no son sólo las ideas básicas de los Juegos Olímpicos, sino también la base de los estándares que guían la nueva televisión polaca. No hay consentimiento para violarlas”.
Los medios de comunicación estatales han sido un campo de batalla ideológico en Polonia por años. Fueron utilizados como portavoces por los populistas de derecha que gobernaron Polonia entre 2015 y 2023. El primer ministro Donald Tusk, un político centrista cuya amplia coalición asumió el poder en diciembre, actuó rápidamente para eliminar su control de las ondas.
Los conservadores y sus aliados, que aún se recuperan de la pérdida de control de los medios estatales, denunciaron la suspensión, entre ellos el presidente conservador Andrzej Duda y el ex primer ministro Mateusz Morawiecki.
”¡La verdad se defenderá a sí misma! Sus acciones serán recordadas y la censura fracasará”, escribió Morawiecki en X.
Algunos comentaristas de la izquierda política dijeron que sentían que el castigo era demasiado duro.
Polonia estuvo bajo un régimen comunista impuesto por los soviéticos desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1989, una época que todavía evoca grandes emociones.
Muchos de los mismos conservadores polacos también condenaron la mezcla de temas LGBTQ+ con alusiones a la Última Cena durante la gran ceremonia del viernes.
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