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Akcale, Turquía.- Las fuerzas turcas profundizaron su ofensiva en el noreste de Siria, en la tercera jornada de los ataques a milicianos kurdos sirios que han provocado un nuevo desplazamiento masivo de civiles y que la comunidad internacional ha criticado con dureza.
Hubo muertes en ambos bandos y Turquía reconoció su primera baja militar al informar que un soldado fue “mártir” en los combates.
Previamente, al menos seis civiles murieron en Turquía y siete en Siria desde que Ankara inició el operativo en Siria con incursiones aéreas y terrestres.
En Siria, multitudes de pobladores huían con sus pertenencias en autos, camiones, motos o directamente a pie. La agencia de la ONU para los refugiados dijo que decenas de miles estaban en marcha y las agencias humanitarias advirtieron que casi medio millón de personas estaban en riesgo en la frontera. Las escenas eran similares a las de algunos años atrás, cuando la gente huía de los milicianos del Estado Islámico.
Ayer se alzaban gruesas columnas de humo negro del pueblo sirio de Tal Abyad, cerca de la frontera, mientras Turquía continuaba los bombardeos.