Análisis del comportamiento

“Los hombres son más 

morales de lo que piensan 

y mucho más inmorales 

de lo que pueden imaginar”. 

Sigmund Freud. 

El domingo pasado después del medio maratón de la UASLP, me exigí forzosamente descansar y ver televisión, encontré una propuesta nueva e interesante en Netflix, “Criminal”, serie de 12 capítulos divididos en cuatro enfoques de distintos países, España, Reino Unido, Francia y Alemania, en una misma atmósfera. Investigación e interrogatorio policial (detectives) en una habitación, son el tema. 

Todas fueron filmadas en un mismo escenario: Sala de Interrogatorio profesional que cumple con la normativa de EUROPOL. Dos cuartos separados y comunicados con un gran espejo unidireccional, una habitación contigua con acceso independiente donde se ubican los observadores y todos los sistemas de grabación, las paredes insonorizadas y de colores neutros, que producen una sensación de aislamiento, sin ventanas, con aire acondicionado, botón de inicio de grabación visible para el interrogado para que se percate del inicio del interrogatorio así como la hora y la suspensión temporal del mismo,  timbre de emergencia e intercomunicador en caso necesario con los observadores, pantalla de TV donde les muestran fotos (evidencias) relacionadas con las interpelaciones y dichos de los imputados. La fotografía es esplendida, procurando siempre que el espectador en verdad se sienta como si estuviera en la sala de interrogatorio  y se sienta examinado y cuestionado, el nerviosismo es bien manejado ante preguntas directas.     

La serie está perfectamente bien elaborada desde el punto de vista policial y criminológico, pasando por la psicología criminal. El interrogatorio como el arte y habilidad que sólo le dan los años de experiencia al detective más viejo, o al más joven aplicado en su formación académica, para poder elaborar las preguntas escritas u orales de forma lógica y ordenada al imputado.

La técnica de Jhon Reid es magistralmente expuesta, misma que es utilizada por las mejores policías del mundo (sin tortura), la manera más fácil de obtener información de una persona (los que han pasado por exámenes de control de confianza lo saben). Se nota que fueron preparados los actores por profesionales en: Confrontación directa; Desarrollo del tema; Evitar que el individuo se excuse a sí mismo, para que no conceptúe una justificación citando los motivos y razones por las que no cometió el crimen; Mostrar sinceridad, la intención es crear un vínculo con el individuo mostrándole sinceridad y comprensión; El individuo se tranquiliza y comienza a escuchar, el contraste de presión y apoyo en la entrevista hace que vea al entrevistador como una figura paternal; Preguntas alternativas; Luego se le deja hablar sobre lo ocurrido, se le piden opiniones e ideas y finalmente, la Aceptación o Confesión.

En los doce capítulos se desequilibran sus mecanismos racionales de respuesta de los interrogados, pero igual, también se ven alterados los detectives, que se quiebran en algunos episodios y pasan a un estado autodefensivo, que al igual que los interrogados tienen respuestas instintivas. Lo interesante es que el espectador no sabe porque llevaron a esa mujer o a ese hombre a la sala de interrogatorios, uno lo va descubriendo en el trascurso del episodio. 

TAPANCO: La española y su perro dálmata, el árabe y su kilo de cocaína, el alemán que no es quien es, la “víctima” de los ataques al Bataclan en París, el doctor y su hijastra asesinada. Duelo de actuaciones de artistas europeos, nada que ver con las pésimas actuaciones y el guion de “Monarca”, un churro infumable con mucha plata eso sí, y allá, puro talento. 

En “Criminal” usted se sentirá interrogado, cuestionado, claustrofóbico y tal vez culpable, haga memoria, a lo mejor tiene cadáveres en el closet. 

Francisco.soni@uaslp.mx 

Twitter: @franciscosoni