Áreas Naturales (des)Protegidas

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Segunda parte

En 1992 se determinó la necesidad de establecer un sistema de espacios naturales protegidos o áreas protegidas a través del Convenio de Río de Janeiro. Según el Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CBD) las áreas protegidas son aquellas zonas definidas geográficamente, designadas y administradas con el propósito de lograr objetivos específicos de conservación, es decir que son una superficie, ya sea tierra, mar o ambas, que se dedican al mantenimiento y protección de la biodiversidad y otros recursos culturales o naturales. Esta protección se hace a través de medios administrativos, judiciales o de cualquier otra forma eficaz.

Según la página web de la SEGAM, en San Luis Potosí tenemos las Áreas Naturales Protegidas de carácter Estatal (13), siguientes: Wirikuta y la Ruta Histórico Cultural del Pueblo Wixárica (Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de la Paz y Villa de Guadalupe), Paseo de la Presa (SLP), Manantial de la Media Luna (Rioverde), Sótano de las Golondrinas (Aquismón), Hoya de las Huahuas (Aquismón), Cuevas del Viento y la Fertilidad (Huehuetlán), Tancojol (San Vicente Tancuayalab), Bosque Adolfo Roque Bautista (Tamuín), Sierra del Este y de En Medio (El Naranjo), Palma Larga (Rioverde), Real de Guadalcázar (Guadalcázar, Villa Hidalgo y Cerritos), Sierra de San Miguelito (Mexquitic, Villa de Reyes y Villa de Arriaga) y La Loma (Rioverde), y Federal (4): Sierra de Álvarez (Armadillo de los Infante, Zaragoza, San Nicolas Tolentino), Gogorrón (Villa de Reyes), El Potosí (Rioverde, Santa Maria del Rio, Ciudad Fernández), Sierra del Abra Tanchipa (Ciudad Valles y Tamuin) y La Mojonera (Vanegas).

En principio las áreas naturales son manejadas por el hombre para su protección contra daños que se puedan producir en ellas, así como para evitar la degradación ambiental. Con todo ello se busca garantizar una buena conservación de la zona, así como ofrecer oportunidades de investigación y de educación.

¿Y esto ocurre en realidad? Pues no. En San Luis Potosí tenemos un Consejo Estatal de Área Naturales Protegidas liderado por SEGAM y SEDARH que nula interacción tienen con la sociedad civil y su incidencia en la ANP´s es muy pobre. Además, la SEGAM ha omitido elaborar y publicar los programas de manejo de 10 áreas estatales, y tampoco ha propulsado ante el Gobierno Federal para que haga lo propio en el ANP de Sierra de Álvarez. Como se explicó en la entrega anterior, sin programas de manejo, estas zonas están en el desamparo.

Para nosotros vital importancia tiene la Sierra de Álvarez, ya que los estudiosos hay señalado que las sierras de nuestro país se consideran, hoy más que nunca, factores vitales para la regulación del clima y de la generación y captación de agua de lluvia, así como hogar–reserva, de numerosas especies de flora y fauna que se encuentran en mayor peligro debido a la creciente población humana y la precedencia de cubrir sus necesidades básicas y satisfactores económicos de diversas índoles.

Hemos dicho que la Sierra de Álvarez es un TESORO POTOSINO, que por un lado limpia nuestro aire y filtra el agua hacia el acuífero del cual nos abastecemos más de la mitad de los que vivimos en la zona metropolitana, y por otro sirve como un área de esparcimiento social, deportivo y turístico. 

Una superficie de 16,900 hectáreas dentro de esa zona fue declarada ANP por resolución presidencial del 7 de abril de 1981 y publicada en el DOF el 7 de mayo de ese mismo año, sin que a la fecha se haya emitido su programa de manejo, aún y cuando la ley señala que se debe realizar en un periodo no mayor de un año.

La Sierra de Álvarez aún tiene bosques primarios, es decir, posee un macizo forestal que jamás ha sido perturbado por el hombre, por lo que es vital preservarlo, dado que estudios científicos recientes revelaron que la superficie que actualmente ocupa ese macizo forestal puede servir para hacer micro-captación y canalización de agua, representando un sumidero de carbono muy importante, y en el cual puede estar el futuro para abastecer de agua una parte de la zona conurbada de San Luis Potosí; por lo que es indudable debe conservarse y protegerse, pues está expuesta a riesgos como el cambio de uso del suelo para ganadería y agricultura, así como el desarrollo urbano e industrial; los cuales son factores que pueden afectar a este importante ecosistema que realiza extraordinarios servicios ambientales al Valle de San Luis Potosí. Es evidente la constante catástrofe que ocurre en la Sierra de Álvarez por compañías mineras, de explotación de bancos de materiales, extractivas y otras actividades irregulares.

Ya anteriormente mencionamos que en la Recomendación General 26/2016 de la CNDH se determinó que la falta de atención de estas zonas por parte del Estado viola derechos humanos y se reveló la intención de la SEMARNAT de abrogar (eliminar esa categoría de ANP) a la de Sierra de Álvarez, sin que las autoridades estatales tomaran acción alguna.

Varios pobladores y visitantes de la zona han realizado diversas acciones intentando protegerla, sin ser escuchados o tomados en cuenta por las autoridades federales, estatales y municipales; sólo han escuchado constantemente del Gobierno Estatal que “no es de su competencia lo que ahí ocurre”, sin mostrar mayor interés, acompañamiento o ayuda efectiva al respecto.

Esto motivó una campaña que reunió más de 15,000 firmas originales, en un documento entregado el 12 de abril del 2019 al Dr. Juan Manuel Carreras López, solicitándole su intervención ante la Federación, efectuando todas las gestiones, con la diligencia y constancia adecuada, para que a la brevedad posible la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y SEMARNAT, expida un programa eficaz y suficiente de conservación de la Sierra de Álvarez, así como que nos acompañara, guiados por pobladores de la zona, a un recorrido a los lugares donde se aprecian sus maravillas naturales y a los puntos en donde se advierte a simple vista la devastación que sufre constantemente; y posteriormente, el día 15 de julio del 2019 se presentó en alcance, otro escrito en el que se le pidió fortalecer dicha gestión ante el Presidente de la República, con la misma euforia y entusiasmo mostrado con la Sierra de San Miguelito.

La respuesta la emitió la titular de la SEGAM a finales de julio pasado, quien fiel a su estilo, esquivó dar respuesta puntual y repartió culpas a todos. Hoy la Sierra de Álvarez no cuenta con un programa de manejo y su pérdida es constante. Le invito a que pasee por la Sierra de Álvarez y juzgue usted mismo si es un área natural protegida.

Delírium trémens.- Vergonzoso que el Gobierno del Estado y la titular de la SEGAM impugnaran la sentencia de amparo que les ordenaba establecer un Sistema de Monitoreo Eficaz de la Calidad del Aire en Rioverde, S.L.P. Los quejosos suponían que no ocurriría por simple sentido común y constituir un deber gubernamental respetar los derechos humanos medioambientales violados y cuidar la salud de la población. SEGAM 3 – Medioambiente 1.

@luisglozano