“Ganar combatiendo o llevar a cabo un asedio victorioso sin recompensar a los que han hecho méritos trae mala fortuna y se hace merecedor de ser llamado avaro”.
Sun Tzu. -543 - 251 a.c.
La policía mexicana y su infeliz andar en el tiempo de la mano de políticos corruptos, solo para conceptualizar, porque expresó el actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en noviembre del año pasado al presentar el -Plan Nacional de Paz y seguridad-, “los actuales cuerpos policiales son corruptos y no están capacitados”, rematando, “lamentablemente no se tiene en este momento como gobierno una opción distinta, (las Fuerzas Armadas), las policías estatales y locales tienen niveles muy altos de corrupción, están debilitadas en todos los aspectos”.
A ver, para que exhibir un diagnóstico de déficit y superávit de policías estatales y municipales, 77 mil 239 para ser exactos. Cuando es el mismo gobierno federal quien las agravió, las agravia y no parecen estar contempladas de aquí al año 2023 por lo pronto como parte fundamental de una política de seguridad publica integral.
El centro nuevamente de la discusión de la inseguridad y las violencias, se ha limitado a un asunto sumatorio cuantitativo estrictamente policial y no cualitativo. En todo caso, si los van a contar, cuántos son y en donde están, que cuenten bien. Sí lo que se quiso mostrar es con cuanta “Fuerza Policial” se cuenta como justificador, se planteó mal la aritmética. La cuenta debe incluir aparte de los 274 mil 550 policías municipales y estatales actuales, a 6 mil 463 Ministerios Públicos y a 27 mil 346 policías ministeriales o de investigación, unos 82 mil 747 de la Guardia Nacional con todo y sus “pie veteranos” y nuevo ingreso, el Ejecito mexicano el segundo más poderoso de América Latina con casi 300 mil soldados, donde una buena parte tienen funciones directas e indirectas en materia de seguridad pública, la Marina con casi 70 mil y 4 jueces por 100 mil habitantes. Tal vez, así, sí salga la sumatoria y después le agregan 30 millones de delitos cometidos en corresponsabilidad compartida.
Un “acordeón” para los que denigran a las policías: El inglés Robert Peel, padre de la policía civil moderna sostuvo hace ya casi 200 años: La misión principal por la que existe la policía es prevenir el crimen y el desorden; La habilidad de la policía para realizar sus funciones depende de la aprobación pública de sus acciones; La policía debe asegurar la cooperación voluntaria del público en la observancia de la ley para ser capaz de mantener su respeto; El grado de colaboración del público disminuye proporcionalmente con la necesidad del uso de la fuerza; La policía consigue y mantiene una opinión pública favorable no satisfaciendo los distintos deseos, sino más bien por la demostración constante del servicio a la ley, absolutamente imparcial; La policía solo debe usar la fuerza para mantener la ley y el orden cuando sea absolutamente necesario y únicamente cuando el uso de la persuasión falló; La policía, en todo momento, debe mantener una relación con el público que demuestre que la policía es la ciudadanía y el ciudadano es el policía, los policías simplemente son miembros de la ciudadanía a los que se les paga para que presten plena dedicación a los deberes que incumben a todos en aras del bienestar y la coexistencia de la comunidad; La policía debe restringir su actuación a sus funciones concretas sin usurpar los poderes de la judicatura y La prueba de la efectividad de la policía está en la ausencia de crimen y desorden, no en la acción evidente contra la delincuencia, donde el consejo y la advertencia resulte insuficiente.
TAPANCO: Asediadas las policías mexicanas, este lunes -fueron asesinados trece policías corruptos y mal capacitados en Aguililla Michoacán-, según la tasación del gobierno federal, con una operación por la que un grupo armado rodea un emplazamiento enemigo, impidiendo la entrada y salida del mismo, hasta conseguir su rendición (o la muerte).
Francisco.soni@uaslp.mx
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