Así se ve el panorama
A cinco días de que inicie el plazo legal dentro del cual los partidos deben llevar a cabo sus procesos internos para la postulación de candidatos a gobernador, el panorama político estatal ofrece pocas certezas: Gabino Morales no será el candidato de Morena; Ricardo Gallardo Cardona afianzó la candidatura del PVEM, pero sin alianza con Morena de nada le sirve; el PRD ya se decantó por Xavier Nava pero es otro caso que sin alianzas no da para mucho, y en el PAN lo que era un desacuerdo metodológico, por la locura de su dirigencia estatal se transformó en un sañudo pleito de navajas cuyo saldo, cualquiera que éste sea, no traerá ningún beneficio para la institución albiceleste.
En un nivel que podríamos llamar de cuasi certeza, tenemos la estimación de que el PRI determinará la identidad y fecha de nominación de su candidato en razón del tipo de alianzas o coaliciones que finalmente concrete.
El plazo legal del que hablamos es de 60 días -se le conoce como “precampañas”-, lo que significa que comienza el 10 de noviembre y concluye el 8 de enero. Sin embargo, en la mayoría de las dirigencias partidarias existe el propósito de tener todo resuelto en un máximo de 40 días, o sea para el 15 de diciembre a más tardar. Esto tiene su lógica: la segunda quincena del último mes del año es siempre poco propicia para eventos políticos, y condiciones ineludibles del calendario prácticamente anulan varios días de enero: el día primero cae en viernes, hace puente con sábado 2 y domingo 3, de suerte que apenas se podría convocar a cualquier cosa del martes 5 en adelante.
La decisión de Gabino de abandonar la contienda interna por la candidatura morenista no ha sido materia de una explicación convincente, pero sus razones tendrá y ya se sabrán. Por lo pronto, ese abandono beneficia principalmente a otros dos aspirantes: Juan Ramiro Robledo Ruíz y Leonel Serrato Sánchez. Siempre y cuando no resulte hoy o mañana que el paisano Esteban Moctezuma Barragán ya había enviado por el lento Servicio Postal Mexicano su renuncia desde endenantes.
A finales del mes pasado, Morena notificó al Ceepac que para definir quién será su candidato utilizará el método de encuestas contemplado en sus estatutos. Conforme a su reglamentación, dicho mecanismo debe aplicarse a un número limitado de aspirantes, con apego a la equidad de género y conforme a criterios de selección que no están del todo claros en este momento, pero que probablemente aparezcan detallados en la convocatoria correspondiente.
Es necesario advertir que pese a la notificación hecha al órgano electoral, la selección de candidato mediante encuestas no es ineludible, ya que si Morena forma coalición con otro u otros partidos -lo que muy probablemente ocurra con el PT y el PVEM- en el convenio respectivo se puede establecer un método distinto de postulación. También, si acude a registrarse un solo aspirante.
Con inexplicada premura, el Partido Verde Ecologista de México abrió su registro de aspirantes a la candidatura gubernamental el lunes pasado y -¡oh sorpresa!- el único interesado fue el diputado federal (por el PRD) Ricardo Gallardo Cardona. Lo que podría explicar estas prisas y cortedad de plazos es el afán de cerrarle el paso a cualquier otro interesado y acercarse a negociar con Morena desde la posición de candidato sin contendientes.
No es improbable que RGC haya querido apresurar todo para que ahora que su amigo (suponemos que lo sigue siendo) Mario Delgado asuma la presidencia nacional de Morena lo encuentre ya en posición consolidada en el Verde y con ello facilitar cualquier eventual negociación para una alianza de ambos partidos. Al respecto, es más fácil pensar que si los “amarres” con el nuevo líder morenista a nivel nacional fueran sólidos, ninguna necesidad habría de andarse apresurando y presionando, con riesgo de tropezarse. El lance gallardista de días pasados huele más a desesperación que a confianza.
Lo que resta por decir se ha dicho múltiples veces: La candidatura de Gallardo Jr. solo tiene futuro si es en alianza con Morena. Solo por el Verde, va a dar lástima.
LOS OTROS
Hace una semana anduvo por aquí el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, para hacerle saber a un variopinto grupo de empresarios y políticos, reunidos en una residencia privada, que ese partido ya decidió que su candidato a gobernador será Xavier Nava Palacios.
Con la ineludible circunstancia de que a Nava Palacios le pasa con el PRD lo mismo que a su archienemigo Gallardo Cardona con el PVEM: sin otros apoyos, no ganan ni reintegro. En este caso, la presión representada por el “destape” perredista de XNP es para el PAN, entre cuyos prospectos sigue figurando el nieto del Doctor.
La verdad es que a efectos de un futuro algo promisorio, para Nava lo importante no es el apoyo del PRD sino la férrea oposición que tiene entre la dirigencia estatal del PAN, que ni algunos conspicuos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional han podido atemperar.
No debemos descartar que si la resistencia de Xavier Azuara, Juan Francisco Aguilar y compañía resulta invencible, Nava Palacios pudiera buscar la gubernatura como candidato independiente, que eventualmente, según opinan en su entorno, pudiera resultarle electoralmente más rentable que la sola candidatura perredista. Tengo la sospecha que una opción semejante sería más que nada una búsqueda de venganza: quitarle tantos votos como pueda a Acción Nacional para que se le esfume cualquier posibilidad de recuperar el gobierno estatal.
Pasemos ahora a comentar lo que sucede de unos días para acá entre el panismo potosino. Como ya hemos explicado, la dirigencia estatal en manos de Azuara y Juan Pancho primero “inflaron” su lista original de cuatro aspirantes hasta llevarla a siete, para luego proponer un desembolso millonario en encuestas para reducirla a los tres más competitivos y estos someterlos a la votación de la militancia. Con los cuatro originales (Gama, Sonia, Nava y Octavio) eso hubiera sido relativamente fácil.
Con todo, el desacuerdo que frustró el consenso, de parte del senador con licencia Marco Gama (al parecer ya respaldado por dos más), tenía un sustento racional y legal: Si se reducía la lista con el uso de las encuestas en el plazo que quería la dirigencia (entre mediados y fines de octubre), una vez que se expidiera la convocatoria correspondiente, ahora en noviembre, y se abriera el plazo de registro, no habría manera de negarle la inscripción a cualquier militante o simpatizante que la solicitara, a condición únicamente de cumplir con los requisitos. La posibilidad de que se presentaran uno, dos, tres o más aspirantes habría ridiculizado el ejercicio de reducción.
De hecho, la postura de Gama no era irracional, pues lo que proponía era que el trabajo demoscópico para depurar el elenco se hiciera después de cerrado el registro, cuando ya no pudiera aparecer ningún nuevo interesado.
Ante esto, que es claramente una simple discrepancia procedimental o metodológica, Azuara y Juan Pancho respondieron en días pasados con ataques personales a los llamémosles disidentes. Con imputaciones que nada tienen que ver con la litis original, más en el terreno de la diatriba, la descalificación y la ofensa, se ha abierto una fea herida en el panismo potosino, que va a afectar seriamente las posibilidades del PAN de ganar la gubernatura. Y conste que desde el 2018 es el único partido más o menos competitivo frente a Morena.
Es fácil imaginar la situación: un candidato panista, que puede ser bueno y esforzado, luchando en el flanco derecho contra los abanderados de los otros partidos; en el flanco izquierdo contra compañeros de partido injuriados y enojados, y cuidándose la retaguardia de las barbaridades (tipo venta de candidaturas) de la dirigencia local. De que pierde, pierde.
Finalmente, el escenario tricolor está de lo más interesante; en momentos semeja una buena partida de ajedrez aunque con riesgo de terminar en juego de pirinola. Vale la pena abordarlo con el mayor detalle posible, para lo cual hoy ya no tenemos espacio suficiente. Lo dejamos comprometido para la próxima semana. No creo que en el inter suceda nada que modifique los emplazamientos actuales.
Además, es muy probable que dentro de ocho días ya sepamos si el Consejo General del INE aprobó tal cual, modificó o rechazó el proyecto de lineamientos para obligar a los partidos a cumplir con la equidad de género en todas las candidaturas que vienen.
COMPRIMIDOS
Concluyo este texto cuando aún no está definido el resultado de las elecciones de ayer en el vecino país del norte. Lo que ya es un hecho es que gane o pierda (visto su alto respaldo electoral), Donald Trump no es, como lo expresó un académico norteamericano cuyo nombre no recuerdo, una anomalía pasajera en la larga historia de la democracia más antigua (ininterrumpida) del planeta sino el síntoma de que USA es un país que ya no funciona como debiera.
De ninguna manera puede ser ni casualidad ni mala suerte ni ojeriza que las auditorías superiores federal y estatal encuentren un cochinero espantoso en el manejo financiero de los Servicios de Salud del Estado, a cargo de la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez. Baso tal afirmación en el hecho de que en el hallazgo de sus irregularidades han participado dos auditores superiores de la federación diferentes y dos estatales. Es importante subrayar que los últimos señalamientos que involucran más de 400 millones de pesos en las irregularidades encontradas, se refieren al ejercicio del 2019, cuando nadie había oído hablar de Coronavirus, Covid-19, pandemia o cosas parecidas.
Todavía no acababa el Revolucionario Institucional de disfrutar sus triunfos en Coahuila e Hidalgo cuando apareció Emilio Zebadúa, el operador financiero de Rosario Robles en el sexenio pasado, a decir que si le dan impunidad está dispuesto a contar con detalle cómo fue que la llamada Estafa Maestra desvió más de cinco mil millones de pesos “para apoyar las campañas del PRI”. Pierden y se enojan. Mucho.
Escuché una parte de la comparecencia de Alejandro El Caco Leal Tovías el jueves pasado en el Congreso, justo cuando hablaba de muchos, muchos delincuentes que han sido detenidos en no sé que lapso. Y es cierto. Dos observaciones: la abundancia de delincuentes que capturar es síntoma inequívoco de la abundancia de delitos que laceran a la población, y tantas e importantes capturas son mérito de Castillo Celestino no del inútil de Jaime Pineda, su protegido, a quien le corresponde la prevención. Es decir, impedir que se cometan tantos ilícitos. Creo yo.
Hasta el próximo jueves.