Una de las notas características del señor López es la mala memoria. De manera intencional o bien porque, en efecto, sus procesos mentales le jueguen malas pasadas en cuanto a recordar: o se olvida de las ocas, o recuerda cosas que nunca pasaron. De la amnesia a la paramnesia.
Uno de tantos botones que, más que muestra, ya conforman un catálogo, es el acuerdo que firmó en el mes de junio de dos mil diecinueve con la iniciativa privada, encabezada por Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
En la página web https://lopezobrador.org.mx/2019/06/13/version-estenografica-acuerdo-con-el-cce-para-promover-la-inversion-y-el-desarrollo-incluyente/ aparece la versión estenográfica del discurso de López con motivo de dicho acuerdo. Aquí algunas citas textuales de las palabras del desmemoriado:
“Hoy es un gran día porque se firma este acuerdo para la inversión y la creación de empleos de nuestro país, este acuerdo de participación conjunta del sector público, del sector privado y del sector social, los tres motores de la economía para impulsar el crecimiento y lograr que haya empleos y haya bienestar en nuestro país.”
“Y quiero subrayar que si hay inversión, hay empleos; si hay empleos, hay bienestar, y si hay bienestar, hay paz y tranquilidad social. Ese es un círculo virtuoso.”
“Van a ser correspondidos, nosotros vamos a estar a la altura de las circunstancias, vamos a facilitar las inversiones, que no haya obstáculos, que se lleve a la práctica, de verdad, lo que se conoce como Estado de Derecho, es decir, que se respeten las leyes, que no se permita la impunidad, que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie, un verdadero Estado de Derecho.”
Tres párrafos de un discurso que hoy se ha olvidado, que hoy descansa en el olvido.
Uno de los compromisos adquiridos por el señor López en aquel entonces fue fortalecer cuatro áreas prioritarias, esencialmente el sector energético, respecto de lo cual se acordó cumplir los contratos de inversión suscritos entre empresas y el sector público para incrementar la producción de petróleo, gas y energía eléctrica, fomentar las energías limpias y renovables, y coadyuvar a desterrar la corrupción en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad. A prácticamente un año de distancia, el tema de la corrupción en Petróleos Mexicanos y en la Comisión Federal de Electricidad es letra muerta. No se ve que ese sistema, corrupto hasta la médula, se caiga, como se le han caído otros al director general en la empresa eléctrica, en tanto que a PEMEX le cincelan su epitafio las calificadoras internacionales.
En cuanto a las energías limpias y renovables, basta ver el documento denominado “Acuerdo por el que se emite la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional”, publicado el quince de mayo pasado en el Diario Oficial de la Federación, para ver que es un franco y decidido ataque a la promesa firmada con los empresarios. O una de dos, o Rocío Nahle se manda sola y los aplausos que escucha son solo para ella, o bien su jefe borró de su recuerdo lo que andaba prometiendo casi un año antes e instruyo que, así como a las instituciones, mandara al diablo a la iniciativa privada.
Hoy el tema está ya en tribunales y con suspensiones provisionales concedidas. La evolución que estos juicios tengan marcará, sin duda, el futuro de México en muchos sentidos. Por lo pronto, es uno más de los actos de López y sus amigos transformistas que deberá decidirse en sentencia.
Mientras tanto, el daño está hecho. Nadie en su sano, o siquiera mediano juicio, invertiría en forma en México alguna cantidad importante de dinero, para establecer alguna empresa o industria, cuando la economía se rige por algún cantamañanas tempranero.
@jchessal