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Balance

Por José Santos Zavala

Junio 19, 2024 03:00 a.m.

A

“Concebimos un México plural, diverso y democrático”, “Vamos a seguir haciendo de México cada día un país más justo, democrático, libre y soberano”. Con estas palabras, el domingo 2 de junio, Claudia Sheinbaum agradeció a las y los mexicanos el voto emitido para la continuidad de la cuarta transformación. Esto fue consecuencia de una serie de situaciones que determinaron los resultados electorales: un presidente de la república con altos niveles de aprobación, una política social con resultados efectivos en los sectores más vulnerables del país y una estructura territorial gubernamental movilizada de manera permanente. 

La 4ta transformación no tuvo un adversario fuerte, ya que no tuvieron una proyecto político y narrativa creíble para el electorado. Le apostaron al miedo, culparon al presidente de la república de la inseguridad, cuando este es un problema altamente complejo, quienes la viven lo saben. Su estrategia discursiva se centró en atacarlo, a pesar de sus altos niveles de aceptación; se despreció la inteligencia del electorado y se les acusó de vender su voto por “dádivas”, les falto pueblo. Con sus argumentos quisieron imponer su visión del país, la cual no correspondió a la realidad de la mayoría de los mexicanos. Su estrategia no fue efectiva, los resultados así lo demostraron.

Las campañas políticas se trasladaron de los medios tradicionales a las redes sociales. La opinión de los expertos no pesó en la toma de decisiones del electorado; cuando publicaban sus opiniones de inmediato eran descalificadas. Sus argumentos ya no se pueden sostener por los números, estos requieren humanizarse y escuchar a las personas. Esta situación les ha impuesto nuevos retos, pasar de los enfoques positivistas y normativos en la construcción de los argumentos de sus posturas políticas a la adopción de enfoques cualitativos, constructivistas, con narrativas que reconstruyan las experiencias de las personas. 

La administración pública además de su trabajo técnico hizo trabajo político. Miles de trabajadores todos los días recorrieron el país, hasta los rincones más profundos de las comunidades; escucharon las necesidades de las personas, realizaron sus trámites para recibir los apoyos sociales. Además, organizaron a los beneficiarios y sus familias en pequeños grupos, los movilizaron a eventos políticos, pintaron bardas, colocaron mantas, entregaron playeras, mochilas, mandiles con los nombres de las y los candidatos. La cercanía permanente con la sociedad, la entrega de bienes materiales funciono, el partido oficial ganó donde nunca lo había hecho.

En resumen: En el primer balance el pueblo de México fue el protagonista del proceso electoral del 2 de junio. La estructura territorial del partido oficial se movilizó de manera efectiva. De ahí se colgaron actores políticos locales para colocar a sus familiares en puestos de elección popular y desplazaron a otros que no respondían a sus intereses. La oposición se equivocó en su estrategia política y requiere un cambio radical en su estructura, actores y formas de trabajar. Los expertos no pesaron, requieren transformar su forma de trabajar en la generación de evidencia científica para lograr mayor credibilidad social. Próxima colaboración: 03 de julio de 2024. 

@jszslp