Elecciones Locales
El 6 de junio de 2021 se elegirá Congreso Federal, 15 entidades federativas gobernador, 30 congreso local y ayuntamientos. El proceso para llegar al día de la votación está lleno de negociaciones, conflictos, disputas, acuerdos, rupturas al interior y entre los partidos políticos para seleccionar a sus candidatos. El sistema político está en transición, de una diferenciación por partido pasa a una lógica de alianzas pragmáticas, sin ideología, como estrategia para hacer frente a sus bajos niveles de credibilidad y para enfrentar el crecimiento de un movimiento político que ha logrado aceptación en grandes sectores de la sociedad mexicana. Las alianzas no significan una suma automática de votos, hay otros factores que se tienen que considerar.
Desde una perspectiva nacional se puede percibir como un proceso federal, donde la aceptación del desempeño del presidente, las decisiones legislativas y las campañas de los partidos nacionales tendrán influencia; pero no se debe olvidar que también son elecciones locales, por lo que las fuerzas políticas particulares son de gran peso al momento de tomar la decisión por quien votar; además también es importante considerar el desempeño de los gobiernos salientes; el perfil personal, profesional y político de los candidatos; el conflicto, confrontación y deserciones de militantes generado por el nombramiento de los candidatos en cada partido político.
Por ejemplo, en los resultados influirá el conflicto generado por el gobernador de Baja California por permanecer hasta 2024. En Chihuahua existe un PAN fuerte, que tiene ventaja en las preferencias del votante, pero desgastado a su interior. Campeche y Colima son dos entidades federativas en donde no ha habido alternancia, con un PRI unido, un PAN y PRD divididos a su interior. En Oaxaca ha existido capacidad de adaptación política y acuerdos entre los actores para que el PRI permanezca en el poder. En estos estados las élites políticas han negociado con distintos grupos y organizaciones repartiendo beneficios de las decisiones políticas adoptadas para que haya estabilidad política.
Por el contrario, Sinaloa llega a las elecciones en medio de una crisis de seguridad nunca antes vista, con divisiones y conflicto entre los diferentes partidos políticos que participaran en el proceso electoral. En Nuevo León se vivirán una elección altamente competida y conflictiva, con alianzas que cierran los márgenes de victoria y con Morena que ha logrado atraer a sus filas a los disidentes del PRI. En Querétaro el PAN lleva la ventaja frente a Morena, parece ser la elección menos conflictiva. En San Luis Potosí se han tejido alianzas entre actores locales y nacionales logrando reconfigurar la estructura de poder, pero con predominio de los actores políticos tradicionales.
Algo común en los estados donde habrá elecciones locales apunta a que el caciquismo y clientelismo seguirá siendo un instrumento importante pero no determinante para ganar las elecciones; además los gobiernos locales ya no controlan la operación de los programas sociales, su implementación es del gobierno federal, con lo cual ha fortalecido su estructura electoral, con ello se incrementara la competencia electoral entre los partidos políticos que apoyan al presidente de la república y debilita a quienes están en contra. Otro factor a considerar es la capacidad de gestión personal de los candidatos para dar respuestas a problemas públicos específicos, ya que la mayoría de los candidatos tienen experiencia de gobierno.
Otro factor a considerar son el tipo de relación política que tienen los gobiernos locales con el presidente de la república, de ello depende el incremento o disminución del presupuesto para infraestructura y otros apoyos sociales, lo cual cobra relevancia en gobiernos que son incapaces de generar recursos propios que le permitan implementar políticas públicas de alto impacto social. En el caso de los gobernadores aliados con el gobierno federal se espera que reciban más apoyo de las dependencias federales, por el contrario, los gobiernos confrontados verán disminuidos sus recursos, con lo cual se incrementará la percepción de que son gobiernos incapaces.
El electorado en México en su mayoría emite un voto dividido, determinado por la información que cuenta de la política nacional, de la percepción que tiene del nivel de eficacia del gobierno federal y local, se inclina por el conocimiento que logra obtener de la trayectoria y nivel de empatía con los candidatos locales, que se construye en las campañas políticas, en las cuales juegan un rol estratégico los medios de comunicación tradicionales, redes sociales y la interacción personal entre candidato y votante; también influye en los resultados electorales la manera que los candidatos abanderen demandas y necesidades de la sociedad local.
En resumen, los resultados electorales se explicarán por la realidad política de cada entidad federativa, la cual guiará la confrontación por los puestos de elección popular; cada elección tiene una historia distinta, que requiere una explicación particular; esto a pesar de que desde el gobierno federal se fija la agenda de prioridades de política pública, pero lo local sigue teniendo un peso importante y determinante en un sistema de partidos políticos fragmentado, confrontado y en crisis por su bajo nivel de credibilidad social. Los resultados electorales dependen de la dinámica política y social de cada entidad federativa. Próxima colaboración: 17 de marzo de 2021.
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