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Ellas /nosotras

Por Alexandro Roque

Marzo 07, 2021 03:00 a.m.

Este lunes es día de la mujer, de las mujeres. Mucho ha cambiado el discurso oficial, el lenguaje en general, pero no basta si la realidad va muchos pasos atrás. No es tiempo de muros ni murallas, es tiempo de escuchar y de leerlas. Invité a colegas, las leo. Van algunos fragmentos. Los textos completos estarán en mi blog este lunes.

Gioconda Belli, en Canto al estrógeno (2009): 

Ahora nos alzamos con caballitos de mar en las manos / Cantando y vociferando / Deshaciendo gozosas / el muro que alzaron para separarnos. // Cantemos hermanas / No paremos de cantar / Sea su violencia la prueba final de nuestro avance / cicatriz guardada en nuestra múltiple piel. // Las sirenas han recuperado las piernas. / Andaremos, andaremos, andaremos, / lavaremos el mundo / con el agua viva / de nuestra dulce, redentora, tenaz / mansedumbre // Para sanarlo / Para que sobrevivamos..»  

De Fabiola Amaro, poeta potosina: 

«Mi cuerpo es el alba, follaje, comienzo, expresión de un dulce gozo. Ligereza del viento entre tantas realidades. Bendito frágil cuerpo iluminado, un hogar al color de la luna. Tiene olores, texturas, sabia geometría. Se sabe victorioso y destello.  Solo es posible entenderlo cuando se tiene el corazón y la sangre en el mismo centro. Una arritmia de pétalos, un sexo preciso para vivir. Mi cuerpo, lo entienden tan bien las mujeres de orgullosas alas».

De Lesly Ita Andehui, ex integrante del taller de Escritura del Ceart SLP:

«En la paradoja que nos ha impuesto la pandemia […] se evidencia la ínfima y finita corporeidad del ser humano y se hace necesaria una nueva feminidad, lo cual exige la autoafirmación de la singularidad única de los demás, aceptando las diferencias respecto a los hombres, en lugar de identificarse con ellos, imitarles o competir y en esta transición, recuperar el elemento yan, que dé pie a la mujer, a expresar su fuerza y sus capacidades. Reunir el valor de penetrar en el abismo del caos, para más adelante reencontrarnos, con la capacidad integradora de los opuestos y aprender a apreciar los matices de colores y disfrutar la polifonía entretejida».

Delta de sol, de Lucía María, es un contrapoema a Piedra de sol, de Octavio Paz. Está disponible en la red y en su epílogo nos dice que este contrapoema es un:

«discurrir desde la voz de una mujer, un acercamiento desde el cuerpo femenino, a las mismas preguntas que se planteo´ Paz en Piedra de sol, pero con otras respuestas y en este tiempo. Es una mujer agua que seduce a la piedra hombre hacia la vida. Porque si el hombre, como I´caro, es el que intenta llegar al sol (exterior) celebrando su propia soledad y quemando sus alas en ese acercamiento al imposible fulgor del fuego, mientras se aleja del resto de la humanidad: las mujeres somos el agua susurrando el regreso a la vida (verdadera) y hacia el mantenimiento de esa potencia interior. Si el hombre penetra a la mujer, la piedra penetra en el agua; si la piedra penetra con fuerza, se templa gracias al agua; se suaviza en el agua, se transmuta, viaja y vive gracias al agua».

De San Luis para el mundo las voces femeninas han llenado aulas, hogares, bibliotecas y redes, siguen poblando e inventando mundos. El sistema muchas veces las ha vulnerado, y casos como el de Karla Pontigo son encarpetados a diario. Son muchas las aristas del tema y si no hay diálogo franco, reconocimiento de errores y omisiones, no se va a avanzar. 

De nueve candidaturas al gobierno de San Luis Potosí, dos son de mujeres. En cinco años, apenas ha habido 22 sentencias por feminicidio en el estado. En apenas dos meses de 2021 ya iban 18 asesinatos de mujeres y solo la mitad fueron clasificados como feminicidio.

Ojalá haya oportunidad de platicar (aquí o por correo, en redes o en persona) sobre el lenguaje incluyente, sobre sus posibilidades y necesidades. Como escritor y editor tengo opiniones encontradas sobre ciertos usos, pero estoy convencido de que hay que visibilizar los cambios. Nada de “hombre” para significar “el ser humano”, por ejemplo. Por lo pronto espero que ojalá el femenino se use más como primera persona plural, y el decir “nosotras” cuando haya hombres y mujeres no cause resquemor a mis congéneres.

http://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com