EN LA CUERDA FLOJA
Las etapas preliminares del proyecto de la presa Las Escobas, que corren a cargo del Gobierno del Estado, presentan un retraso considerable en su cumplimiento, lo cual pone en riesgo la ejecución de la obra. Además, los dueños de las tierras que serán ocupadas por el vaso de captación y la cortina velan armas, porque nadie les ha dicho nada.
En septiembre del año pasado, cuando todavía era presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum recibió del gobierno potosino una solicitud de apoyo para construir la nueva presa que abastecería de agua a la capital. Luego de ser analizado por los expertos, el proyecto fue incorporado al Plan Nacional Hídrico 2024-2030, anunciado por la ya entonces presidenta en funciones a finales de noviembre del 2024.
Dicho plan, que contempla una inversión sexenal de 122 mil millones de pesos, 15 mil de los cuales deberán ejercerse este año, incluye 17 "proyectos prioritarios", repartidos en otras tantas entidades a lo largo y ancho del país. Las Escobas forma parte de ese selecto listado.
Una vez asegurada la suficiencia presupuestal por parte de la Secretaría de Hacienda para iniciar las obras físicas este año, y dado que se trata de una obra bipartita, cuyo costo de 600 millones de pesos aportarán a partes iguales federación y estado, lo primero que debe hacerse es firmar un Convenio Marco, mediante el cual ambas instancias se comprometen al cumplimiento, trazado en líneas muy generales, de lo que les corresponde.
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De los 17 convenios previstos, el único que no se ha firmado es el de nuestro estado. Los 16 restantes quedaron suscritos entre enero y febrero pasados. Incluso un par de proyectos ya arrancaron sus obras físicas.
La preocupación en círculos federales de que se malogre el proyecto de la nueva presa no es gratuita. Si en las próximas semanas no se recupera tiempo en la pista estatal de manera que los trabajos materiales puedan ser iniciados a más tardar a fines de agosto próximo, hay el riesgo de que Hacienda considere inviable el calendario original del proyecto y suspenda la entrega de recursos, lo cual mandaría al año entrante el arranque de la obra, con la expectativa de terminarse a finales del 2027.
Una vez que se firme el convenio mencionado, el gobierno del estado, por conducto de la CEA, debe entregar por lo menos tres expedientes. Uno, el llamado "Ingeniería Básica", que debe incluir los principales puntos de referencia: localización precisa del vaso y de la cortina; estudios hidrológicos y topográficos, etcétera. Dos, la llamada "Manifestación de Impacto Ambiental", que debe gestionarse ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y que por norma supone estudios y tramites complejos y poco rápidos. Finalmente, la otra responsabilidad del estado es poner a disposición de Conagua las tierras necesarias, sin ningún tipo de reserva, duda o conflicto respecto de su tenencia.
Como ya se ha dicho, el detonador oficial de cualquier tipo de trabajo vinculado con el proyecto de la presa debe ser el Convenio Marco, mismo que no se ha firmado. El lunes pasado el gobierno gallardista aseguró a la federación que esta misma semana entregaría el documento debidamente firmado, pero advirtió que introduciría "algunas modificaciones" a su clausulado, lo cual implica el riesgo de que si las mismas no son aceptables para Conagua, se produzca otro retraso de semanas.
Por lo que hace al expediente de "Ingeniería Básica", habitualmente se encomienda a una firma privada de consultoría especializada. En la opinión de los expertos consultados para esta columna, un estudio de las características y dimensiones del que requiere Las Escobas tarda entre cuatro y seis meses en realizarse. Suponiendo que fueran cinco meses y que se contratara, sin licitar, en los próximos días para iniciarse en abril, estaría terminándose a finales de agosto o principios de septiembre.
En el proyecto de convenio que se entregó para su firma al gobierno estatal, queda establecido que la obra física principal y sus complementos serán ejecutados por la Comisión Nacional del Agua, la cual por disposición legal debe convocar a licitación pública nacional.
El proceso de licitación y adjudicación requiere en promedio 60 días, lo que significa que la obra estaría en condiciones de arrancarse en noviembre. Con esta calendarización se enfrenta el riesgo de que en los últimos meses del año la Secretaría de Hacienda redireccione los recursos.
NI LOS PELAN
Con todo y lo apretado de sus plazos, el proyecto de Las Escobas es rescatable trabajando a marchas forzadas en todos los ámbitos involucrados, pero hay una variable que dificulta cualquier pronóstico: las negociaciones con los dueños de las tierras que se necesitan para el vaso de captación, la cortina y demás complementos. Son los ejidatarios de Escalerillas.
Por lo menos hasta el lunes anterior, nadie del gobierno estatal se había acercado ya no digamos a negociar sino ni siquiera a platicar con ellos sobre el proyecto que necesita un mínimo de 50 hectáreas de sus tierras. Se trata de terrenos pedregosos, poco propicios para labores agropecuarias, pero si ahora resulta que le urgen al gobierno, automáticamente su precio se habrá disparado.
Adicionalmente hay que tener en cuenta que esa superficie ejidal está dentro del Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito, lo cual viene a ser una moneda de dos caras.
Me explico: antes de que López Obrador declarara la protección de esa zona, en diciembre del 2021, los ejidatarios sabían que conforme la mancha urbana se aproximaba a sus tierras, las más factible de urbanización, localizadas en las inmediaciones de sus comunidades Mesa de Conejos y Escalerillas, cada día valían más. Ya en ese momento había porciones del ejido con valores de centenares de pesos por metro cuadrado.
Al decretarse el ANP, lo que impide construir fraccionamientos y cualquier otro tipo de desarrollo urbano, el valor de esas tierras se desplomó. Con todo, los ejidatarios que son sus dueños no están dispuestos a malbaratarlas, menos ahora que saben que hay un cliente urgido de adquirirlas.
Tan no están dispuestos a que los ahorquen con los precios que recientemente, cosa de semanas, cuando ya se vio que iba en serio lo de la nueva presa, buscaron asesoría jurídica y se acercaron a uno de los despachos de abogados más conocidos de esta capital. Su abogado principal tiene una larga experiencia en litigios contra autoridades estatales y federales.
Como ocurre siempre que la demanda supera a la oferta, los precios se van a la alza. A lo mejor si las negociaciones con los ejidatarios de Escalerillas hubieran comenzado pausadamente desde finales del año pasado, otros vientos soplarían.
Si alguien está pensando en una expropiación por causas de utilidad pública, el problema no sería únicamente lo lento de un procedimiento legal de esa naturaleza, sino que la condición de Área Natural Protegida de los terrenos metería en el litigio a la Semarnat y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Quizá para la próxima década habría alguna luz.
En estos últimos días me llegó información a propósito de un punto que dejé en duda la semana anterior: el proyecto integral de Las Escobas si contempla un acueducto propio y una potabilizadora. No hay definición sobre dónde se ubicaría dicha planta, pero en la CEA se menciona que podría instalarse en terrenos de Los Filtros, cuya amplitud lo permitiría. Sobre todo, tomando en cuenta que el suministro que eventualmente reciba de la nueva presa sería de entre 50 y 60 litros por segundo, lo que requiere instalaciones pequeñas.
Aquí el problema es que Los Filtros son parte del patrimonio del Interapas que el gallardismo lleva años amenazando con desaparecer. De ocurrir esto último, la planta pasaría a manos del Ayuntamiento, y cuesta trabajo imaginar a Gallardo pidiéndole a Galindo que no sea mala onda y le regale un cacho de terreno.
Por último, luego de consultar con quienes conocen bien el tema, reitero que la nueva presa será pequeña; su capacidad difícilmente llegará a los 3 millones de metros cúbicos y su suministro a la red de distribución rondará los 50 litros por segundo. Todo ayuda y es bienvenida, pero por amor de Dios que Gallardo deje de decir que tendrá capacidad de almacenamiento de 8 millones de metros cúbicos (en alguna ocasión habló de más de 10 millones) y que resolverá problemas de abastecimiento por quien sabe cuantos siglos. Igual, viene al caso puntualizar que dependiendo del punto donde se instale la nueva planta potabilizadora, el ducto que le traerá agua desde Las Escobas medirá entre 12 y 15 kilómetros. No un kilómetro como el gobernador aseguró el lunes.
Andan en otro planeta.
COMPRIMIDOS
Si un partido político instala en la plaza principal una mesa con un letrero invitando a los ciudadanos a inscribirse y en el curso de un día entero consigue 10 registros, es muy probable que el día de las elecciones eso le signifique 12 o 14 votos. Si otro partido, valiéndose de cualquier mecanismo de presión, obliga a afiliarse a 10 personas, con toda seguridad que en las urnas si consigue cinco sufragios que diga que le fue bien. Las amenazas y chantajes siempre son un agravio.
Dice El Inútil que su patrón es tan popular, admirado y querido que si se sometiera al proceso de revocación de mandato la gente en lugar de votar iría a cargarlo en hombros entre vítores y alabanzas. A lo mejor es cierto, pero entonces ¿por qué sacarle al parche? Otro día lo platicamos con mayores detalles y más extensamente, pero no logro conciliar en mi cabeza cómo un mandatario que cuando no es el primero es el segundo más popular en el país trae la escolta más numerosa que hayamos visto; su Palacio de Gobierno está más protegido que la Casa Blanca y sus oficinas privadas en el poniente necesitan códigos QR para abrir los elevadores. No checa.
Quien me lo cuenta sabe de lo que habla y es gente seria. Recientemente en una notaría pública de Soledad se cerró una operación millonaria para la compra-venta de un rancho colindante con la comunidad de Palma de la Cruz. El adquiriente cubrió la suma acordada con fajos de billetes de alta y baja denominación, bien acomodados en cajas de zapatos. El vendedor, que esperaba un cheque, no pudo decir que no por saber quiénes están atrás de la operación. Son terrenos cuyo valor se va a disparar ahora que se termine la urbanización del Río Santiago, justamente hasta esa zona. No llenan.
Difícil, muy difícil paquete va a cargar quien sustituya a Nina en el liderazgo del mayor sindicato de la burocracia estatal. Y eso, si no se arma una rebatiña de aquellas que a final de cuentas acabe con la organización o la debilite hasta volverla irrelevante.
Hasta el próximo jueves.
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