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Gobiernan “con las patas”

Por Óscar G. Chávez

Septiembre 30, 2023 03:00 a.m.

A

De lo divertido transitan de manera acelerada hacia lo grotesco los ataques del gobernador potosino a quienes se atreven a cuestionar lo mismo sus dichos que sus acciones de gobierno. El tema es recurrente, ya en diversas ocasiones y espacios lo han abordado lo mismo los medios de comunicación y sus comunicadores, que líderes de opinión o especialistas en el tema de los derechos humanos. 

La vulgaridad de Ricardo Gallardo, que definitivamente es inherente a su persona (que no es que sea actuada, pues, sino que la trae en el alma) no es tema de interés y quizá sea hasta intrascendente, el motivo que en realidad debe preocupar no sólo a los que nos dedicamos a opinar, sino también a los comunicadores, a los activistas sociales y a los actores políticos, es la saña verbal que emplea no sólo para denostar sino también para amenazar, a quienes lo cuestionan y que forman parte de la sociedad civil, ya que los actores políticos, sin diferencia de colores, un día sí y al otro también se cuidan de desagradar en pensamiento, palabra y obra.  

Las últimas agresiones verbales fueron para quienes se oponen a la municipalización de la Villa de Pozos y que ene ejercicio de sus derechos interpusieron recursos contra alguno de los pasos que  el proceso que conlleva y que obtuvieron alguna medida que podría si no evitar por lo menos retardar la declaratoria de municipio.          

Sin detenerse en el análisis de las causas o sus alcances, el gobernador resumió el asunto en que: “San Luis siempre estuvo jodido por esos grupos políticos que se autodenominan civilistas y no son más que la misma porquería, siempre con las ganas de estar chingando a San Luis. Ya tuvieron la oportunidad en la capital y la desmadraron toda, entonces la verdad es que da coraje…”. Para su fortuna y según su leal saber y entender, ninguno de los recursos interpuestos prosperarán ya que quienes los tramitan “es gente muy pendeja […] que las hacen con las patas”.

No da para más nuestro gobernador, su carácter fosfórico, alacranado y proclive a la pendencia y las paranoias de su entendimiento sólo eso alcanzan a bocetar. También, si su intelecto no fuera tan exiguo, evitaría utilizar esas construcciones gramaticales en las que parece que se refiere a su paso por la política potosina y describe la forma en la que elaboran sus acciones de gobierno.  

No hay que ir tan lejos para recordarle que precisamente un juzgado federal detuvo las obras del repavimentado en el barrio de San Miguelito, porque al parecer el proyecto ejecutivo fue “hecho con las patas” y por gente de las mismas características que él utiliza para difamar a quien considera no sólo adversarios sino obstáculos para lograr sus torcidos fines.  Así como este caso podrían mencionarse otros que han ocurrido desde que llegó a la gubernatura donde todas sus políticas, acciones gubernamentales y elección de sus funcionarios y colaboradores, pareciera que están “hechas con las patas”. 

De la misma manera, pensar en que “San Luis siempre estuvo jodido” es algo que ya sólo cabe en el imaginario, continúa jodido y es muy imaginable que “continuará jodido” de mantenerse en el poder “eso que llaman gallardía” que también resultó ser parte de la misma porquería, sólo que incrementada un poco y, también, siempre con las ganas de estar chingando a San Luis. Igual, están teniendo la oportunidad en Soledad y en el estado,  y por igual los están desmadrando a ambos. Y sí, da coraje; si no volteen a la arena charra. 

Por cierto, hubiera sido interesante el día de ayer, durante el segundo informe del presidente municipal de la capital, ver a Marko Cortés increpar cara a cara al gobernador, y no sólo placearse entre los panistas y la inexistente oposición potosina. Ustedes recordarán que hace unos meses, estando de visita en San Luis Potosí, se dedicó (sin mucho esfuerzo) a desacreditarlo en ausente, pero parece ser que no es igual a tenerlo de frente. 

     

Nota al margen: se comenta con insistencia en las últimas semanas que el juez tercero de lo Civil dilata en demasía la ejecución de las sentencias, hay quienes incluso piensan que busca sustanciosos acuerdos.