Himno Nacional

¿Por qué defender el arbolado 

urbano de la Avenida Himno 

Nacional?

Los árboles (definidos por RAE y conocidos comúnmente como aquella planta de tallo leñoso y elevado, que se ramifica a cierta altura del suelo) son conmemorados el 28 de junio de cada año.

Gracias al Congreso Forestal Mundial, desde 1969, cada 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol, con la finalidad de reconocerlo como un elemento vital en el planeta; para lo cual, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aceptó dicha iniciativa en el año 1971.

Amar la Tierra es una de las claves para tomar conciencia sobre nuestro planeta y poder vivir cuidando de nuestro medio ambiente; algo que debemos hacer a diario; el Día del Árbol se celebra para resaltar la importancia de los árboles en nuestras vidas. Gracias a ellos podemos respirar aire puro, evitar las inundaciones o también son fuente de vida para muchos ecosistemas, sin olvidar que suministran una de las materias primas más importantes: la madera.

Estos son una de las principales razones por las cuales podemos seguir viviendo; los árboles tienen la maravillosa habilidad de convertir todo nuestro CO2 en oxígeno, también ayudan a nutrir el subsuelo y regular el flujo de agua, ayudan a mantener la temperatura gracias a la sombra que estos producen, además de brindar un espacio a la fauna para existir.

Al cambiar alguna flora de su lugar de origen (refiriéndonos a su lugar de plantación) es mucho más probable que este muera o pierda sus propiedades. 

Los árboles han intentado ser protegidos durante años y esto es ampliamente conocido por la comunidad; al tomar la decisión de construir en un espacio en el cual es más que necesario mantener los árboles, es tan solo quebrantar e infringir en contra de los derechos humanos a un medio ambiente sano, como también al derecho de tener una salud plena; ya que los árboles tienen la capacidad de ayudar a reducir el estrés y la presión alta (problemas los cuales se sabe no son escasos en la población mexicana).

Nuestro Estado cuenta con una Ley de Protección y Conservación de Árboles Urbanos, la cual con las intenciones actuales, no está siendo cumplida. Los 867 árboles que se perderían en la Avenida Himno Nacional son pertenecientes a siete especies diferentes, lo que nos da a entender que no solo desperdiciaríamos todos los beneficios que estos pueden traer a la colectividad sino también se perdería la diversidad, el ecosistema y la fauna que ahí habitan. 

A tan pocos días de ser conmemorado y celebrado a esta parte tan importante de la naturaleza, se quiso tomar la ilógica e incoherente decisión de talarlos, removerlos o trasladar de su lugar de origen. 

Cada día ponemos más a prueba la paciencia de la madre naturaleza, la Pachamama; sin importar a qué religión o ideología pertenezcamos podemos concordar que nadie, absolutamente nadie, (ya sea una presencia sobrenatural o un dios todo poderoso) nos otorgó el poder de terminar con todo aquello que tocamos, sin planteamiento alguno. 

La naturaleza necesita un equilibrio, el cual no se le está otorgando, el miedo que causa el saber que prefieren los gobernantes construir y destruir antes que cuidar y valorar, es simplemente inquietante. 

Pone también en duda los valores e importancia que tiene la naturaleza para el gobierno actual (y eso que se dice verde). Los Árboles al ser capaces de ser más longevos que nuestra especie nos otorgan un don sin precedentes, la capacidad de la sabiduría, ellos cuentan historias, conocen y ven todo lo que pasa a sus alrededores, muestran como ellos al ser tan cambiantes con la venida de cada estación buscan demostrar los cambios que la vida nos da.

El poeta italiano Juvenal solía decir que “Nunca la sabiduría dice una cosa y la naturaleza otra”, es decir que no importa que tan vastos o desenvueltos son sintamos, la naturaleza siempre sabrá más que nosotros, al destruir la naturaleza no simplemente estamos destruyendo el mundo tal como lo conocemos, también estamos destruyendo el conocimiento y hechos que la vida nos otorgó; mientras más al pasado viajamos más nos damos cuenta de que aquellos antes que nosotros sabían la importancia de los árboles, tal y como Rabindranath Tagore, escritor Indio, que decía “Los árboles son los esfuerzos de la tierra para hablar con el cielo que escucha”. 

¿Somos y estamos dispuestos a destruir la hermosa historia que ellos son y representan por una simple construcción sin estudios ni planeación? Recuperemos con inteligencia y sentido ecológico aquella llamada “Ciudad de los Jardines”.

Delírium trémens.- Son necesario estos apuntes:

1.- En el juicio de amparo 837/22 tramitado por Cambio de Ruta en el Juzgado Segundo de Distrito, se decretó la suspensión de cualquier acto que signifique la afectación del arbolado en Himno Nacional.

2.- Lo anterior independiente de las declaraciones y/o compromisos del Gobierno del Estado y Ayuntamiento capitalino.

3.- Al día de hoy ninguna autoridad ha presentado los estudios técnicos necesarios para la rehabilitación de avenida Himno Nacional; sabemos que el Gobierno del Estado no es amante de la transparencia y sí propicia la opacidad.

4.- La obra “icónica” quedó, por su pésimo manejo, en solo un bacheo anunciado con bombo y platillo.

5.- El desarrollo sostenible no está peleado con el medioambiente!!! solo hay que hacer bien las cosas y fomentar la participación ciudadana, elemento fundamental de la real democracia.

@luisglozano