HISTORIAS ESPELUZNANTES
Cuando leí el dato pensé que se trataba de un error, consistente quizá en un cero de más. El colega que mejor conoce el tema, mi buen amigo y mejor periodista Victoriano Martínez, de Astrolabio, me confirmó la cifra: 14 mil. Esa es la cantidad de hojas que integra lo que sus autores denominan "El Expediente de la Gallardía", una ingente recopilación de todo tipo de documentos sobre el historial de abusos, excesos e irregularidades cometidos entre 2009 y 2020 por los señores Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona en el desempeño de sus cargos públicos en Soledad y esta Capital.
El contenido de ese expediente, que acumula los 14 mil folios mencionados, le fue entregado en propia mano, en una memoria electrónica, a Claudia Sheinbaum, durante su visita de principios de mes.
En estricto sentido no se trata de una revelación, en la medida que todo ese enorme legajo aparece desde hace tiempo en la página web de la organización "Frente Ciudadano Anticorrupción", cuyos integrantes son quienes se dieron a la tarea de recopilar y ordenar la enorme cantidad de información. Lo recupero hoy aquí en lo esencial, convencido de que le ha faltado difusión y de que merece ser conocido por el mayor número posible
de ciudadanos.
Por razones que no están todavía muy claras, el trabajo de indagación, recopilación y sistematización se detiene hacia 2020, antes de que Gallardo Cardona se convirtiera en candidato a gobernador.
Con toda y esa falta de actualización, el viaje por los miles de documentos es no sé si fascinante o espeluznante. Es acertada la denominación de "El Expediente de la Gallardía" ya que su protagonismo lo comparten ambos señores Gallardo. Al momento de detener la acumulación de información, Gallardo Cardona únicamente había sido alcalde soledense por dos años y diputado federal por un lapso similar, en tanto que Gallardo Juárez había cumplido los dos trienios como presidente municipal en Soledad y en la Capital.
Quienes se interesen en conocer o profundizar en el conocimiento del expediente, deberían reservarse un buen espacio de tiempo y ponerse cómodos. La presentación en internet tiene una gran ventaja: las introducciones de cada asunto son breves, creo que en total no consumen más de 20 minutos de lectura, pero cada una ofrece decenas de links, que permiten el acceso ágil a documentos de todo tipo: actas de cabildo, informes financieros de los ayuntamientos, cuentas públicas, comprobantes de sobregiros y fallos judiciales (nadie debería perderse el del magistrado federal, 266 páginas tamaño oficio escritas por ambas caras, que dejó en libertad a Gallardo Cardona sin declararlo inocente, sino porque a su juicio el Ministerio Público equivocó los delitos que debía imputarle, indicando con claridad que nada impedía reconfigurar la acusación por los ilícitos correctos).
También hay acceso a una resolución de amparo contraria a la Gallardía, 113 fojas, que mantiene congeladas cuentas bancarias suyas y de sus empresas; contratos diversos, audios, videos, expedientes sobre otras personas como la desaparecida Sandra Sánchez Ruiz; solicitudes de juicio político, informes finales de auditoría y pliegos de observaciones federales y estatales.
Se encontrarán ahí igualmente enlaces a documentos del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, incluidas resoluciones sancionadoras. No faltan documentos oficiales de las administraciones municipales involucradas, que revelan manipulaciones contables de diversa índole. Hay listados de cheques bajo sospecha; evidencias de que en la administración de Gallardo Juárez se ocultó el destino de tres de cada cuatro pesos del presupuesto municipal.
Además, peticiones y respuestas en materia de transparencia, licitaciones y contrataciones irregulares, y el que sin duda es uno de los capítulos más interesantes: el trabajo periodístico, sustentado en documentos y testimonios confiables, sobre la evolución patrimonial de las familias Gallardo entre 2009 y 2017. Aquel memorable reportaje titulado "De la Granja al Pedregal". En resumen, dicho trabajo periodístico mostró como en ocho años los Gallardo pasaron de ser dueños de bienes inmuebles con valor de 2 millones 250 mil pesos a un emporio inmobiliario de más de 120 millones de pesos. Todos, a valores catastrales. Los comerciales se multiplican por varias veces.
El alucinante recorrido inicia en octubre de 2009, cuando en una de las primeras sesiones de cabildo durante su presidencia soledense, Gallardo Juárez informó que se había contratado a la Clínica Wong para el servicio médico de los trabajadores. Unos pocos regidores preguntaron por el proceso de licitación y contratación, y les respondieron que en la próxima sesión les presentarían todo. Siguen esperando.
Aparecen luego temas tan conocidos como el de la fantasmal Sandra Sánchez Ruiz y su venta simulada de medicamentos por casi 70 millones de pesos. Está también todo lo documentado sobre la detención de Gallardo Cardona por los delitos de Operación con Recursos de Procedencia Ilícita y Delincuencia Organizada, en perjuicio de las finanzas municipales de Soledad por más de 200 millones de pesos.
Hay también referencias a la media docena de denuncias que Xavier Nava Palacios, sucesor de Gallardo Juárez en el Ayuntamiento, presentó entre 2019 y 2020 tanto en la Fiscalía General de la República como en la del Estado, que nunca han avanzado. Sin faltar referencias a la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera, entonces encabezada por Santiago Nieto, que en agosto del 2020 informó que se habían detectado operaciones sospechosas por más de 700 millones de pesos en cuentas de los señores Gallardo y empresas de su propiedad, y que se estaba presentando la denuncia correspondiente ante la FGR. Ya no se volvió a saber nada al respecto. Después del 2020 no hay elementos adicionales en el expediente.
En estas horas sombrías lo único que cabe es preguntar ¿Cómo llegamos aquí?
¡EL FRAUDE DEL SIGLO!
Si el gobernador Gallardo Cardona no mintiera o exagerara con tanta facilidad, su espectacular anuncio de que la Fiscalía General del Estado (que se supone es un ente autónomo en cuyos asuntos el titular del Ejecutivo no debe andar metiendo las narices) tiene documentado un fraude de miles de millones de pesos en perjuicio de las finanzas públicas, debió haber cimbrado hasta los cimientos de nuestra vida pública. No fue así porque muchos ya lo conocemos y preferimos tomar sus revelaciones con precaución.
Se supone que ya es cosa de días para que la FGE, en su versión de afanadora favorita de Palacio, dé a conocer los resultados de sus acuciosas investigaciones de dos años. Cuando tal cosa suceda, estarán disponibles mayores elementos de juicio para opinar si es algo serio y consistente o se trata de otra de esas exageraciones tan propias de los tiempos que vivimos.
Antes de seguir adelante permítanme precisar un punto: si alguien se robó o tiró a la basura ya no digamos tres mil sino tres millones de pesos de las arcas públicas, por mí que lo encarcelen muchos años y lo obliguen a devolver todo el botín.
Además de un acto de justicia muy aplaudible, todos quisiéramos que fuera también un sólido precedente para que los de ahora y los que vengan después se cuiden de meter mano en el dinero ajeno, porque más tarde que temprano el largo brazo de la ley los alcanzará. Como a los señores Gallardo, por ejemplo.
Será todo un acontecimiento, histórico diría yo, ver a los tres últimos gobernadores, con bastón, barbas y toda la cosa, esposados y trepados en una patrulla, así como a una veintena de sus principales colaboradores, para el caso convertidos en cómplices. Ojalá, lo digo en serio, que haya justicia. Ojalá también que no suceda lo mismo que con la doctora Mónica, que decían se había clavado cientos de millones de pesos de los Servicios de Salud y al final de cuentas luego de unas semanas recluida en un limpio y ventilado cuarto de hospital le bajaron 21 millones y a casita mi reina. Cuando esto ocurrió, dije aquí algo que creo oportuno repetir: la administración gallardista mostró más espíritu centavero que justiciero. ¿Un bajín a Don Marce, otro al doctor y al Güero?
Mientras en los hechos no se acredite lo contrario, tengo para mí que Juan Manuel Carreras tiene un pacto de impunidad con Gallardo Cardona, producto de favores inconfesables (en materia político/electoral, no sean mal pensados), que lo mantendrá alejado de cualquier persecución.
Este globo no tarda en levantar vuelo... o en desinflarse.
COMPRIMIDOS
A reserva de que el paso de los días vaya clarificando el porqué de la humillante destitución de Chavita en Finanzas, lo cierto es que tiene que haber sido algo impostergable, porque cambiar de secretario de Finanzas en plena elaboración y negociación del paquete presupuestal en el Congreso, solo a RGC se le ocurre. Después de que tras unos pocos meses como secretario de Educación, Ernesto Barajas Ábrego fue cruelmente removido a la Coordinación Estatal de Fortalecimiento Institucional de los Municipios, pensé que difícilmente algo lo superaría. Y mire usted, el extitular de la segunda dependencia estatal más importante es hora que no encuentra su escritorio.
Por cierto, el nuevo titular de la SEFIN, el robusto y bien alimentado Omar Valadez tiene fama de incompetente y dormilón. Como representante de esa Secretaría ante la Junta Directiva de Pensiones fue unas pocas veces a las sesiones de trabajo e invariablemente se quedaba dormido. Y ronca.
Cuando el proceso interno priista para renovar dirigencia local, en vista de que ni aquí ni en la Ciudad de México les querían recibir el pago de sus cuotas, los aspirantes Edmundo Torrescano y Érika Velázquez las depositaron en un juzgado civil. Pues con la novedad de que es hora que no ingresan a la contabilidad partidista.
Por cierto, aunque las expectativas son un tanto sombrías, Edmundo y Érika ya acudieron ante la Sala Superior del TEPJF, última instancia en materia electoral, para un último intento de que se obligue a reponer el proceso.
¿Cómo entenderlos? El viernes pasado un juez penal decretó la sujeción a proceso del exalcalde de Matehuala por sinvergüenza, y "ante el riesgo de que se fugara" le dictó prisión preventiva oficiosa. Un día después, el juez vio que como por arte de magia dicho riesgo desapareció y lo dejó irse a su linda casa a esperar ahí el fin del proceso. Sospecho que todo fue que jurara por Diosito Santo que no regresaba a la alcaldía y que se afiliaría al Verde y ¡santo remedio Batman! Farsantes.
Hasta el próximo jueves.
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