QUE SE CALEN

Juan José Rodríguez
Sin ningún sobresalto, la iniciativa presidencial de reformas constitucionales para suprimir la reelección e impedir el nepotismo en cargos de elección popular pasó la primera aduana en el Senado. Los jaloneos previos en los medios, supuestamente entre Morena y sus aliados Verde y PT, no se materializaron en la sesión del martes pasado de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos.
El dictamen que no le modificó nada a la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum, se aprobó con 22 votos a favor, cero en contra y seis abstenciones (cinco del PAN y una de MC). De los tres senadores del Partido Verde que forman parte de ambas comisiones, dos no se presentaron. El tercero sí llegó, pero ya no como militante del PVEM sino como morenista. La víspera cambió de bando. Lo cual, para muchos, fue algo así como un aviso preventivo de lo que le puede ocurrir a ese instituto político si insiste en ponerse rejego: se va a hacer chiquito.
Y aunque falta la votación en el pleno del Senado, prevista para la semana próxima, y luego su ratificación en la Cámara de Diputados, unos días más tarde. No obstante que en ambas instancias se requiere mayoría calificada, entre los conocedores del hilado fino de este asunto se tiene plena seguridad de que la propuesta de Palacio Nacional contará con los votos suficientes.
Son varias las razones del optimismo en el bando morenista. Una, que se duda mucho que el Verde se anime a romper con una presidenta de la República que no lleva ni cinco meses en el cargo. Otra, que el PAN se abstuvo en comisiones y no canceló la posibilidad de un arreglo para contar con sus 21 votos o buena parte de ellos. Además, el PRI con sus 14 escaños tiene ahora un voto más que el Verde, y no ha dado pistas de por dónde van sus intenciones. Con el PT no hay ningún problema, ya el martes se separó del PVEM.
Estas consideraciones que comparten algunos expertos en la tarea legislativa añaden una reflexión interesante, que se expresa más o menos de la siguiente manera: Cuando se trata de un asunto en el que tiene particular interés el Ejecutivo, difícilmente se turna al Congreso si no se tiene un razonable margen de seguridad de contar con los votos suficientes, mediante las negociaciones, acuerdos, intercambios o transacciones que sean necesarias, y que rara vez se hacen en público.
Tampoco sería sensato, pienso yo, descartar la posibilidad de que el PAN respalde esta iniciativa presidencial, si con ello provoca la ruptura entre Morena y Verde, para enfrentarlos por separado en las siguientes elecciones, particularmente en entidades donde el blanquiazul tiene buenas expectativas si la contienda se va a tercios. El PAN está de acuerdo con el antinepotismo, lo que pide es que se extienda a los cargos administrativos que no pasan por las urnas. Cerrazón total no hay.
Entre las múltiples conversaciones sobre esta temática, surgió un comentario muy interesante, a propósito de la posibilidad de que Ricardo Gallardo Cardona en un lance desesperado maneje sus dos votos senatoriales para dificultarle al proyecto presidencial la consecución de la mayoría calificada. "Que no se le olvide que él también necesita votos en su Congreso local, incluso para mayoría simple", me dijo un amigo.
Efectivamente. En la legislatura potosina Gallardo tiene 9 votos verdes que considera de su absoluta propiedad, y cuatro del PT que ya no son tan suyos. Los 14 restantes son de una oposición muy desvaída pero que llegado el caso le puede ser operada en contra desde las alturas: 6 de Morena, 4 del PAN, 2 del PRI, 1 del MC y 1 del Panal.
Dicho en forma simple: si desde los palacios Nacional y de Cobián se aplican, en el Congreso local le pueden voltear, con la debida compensación, hasta 18 legisladores (6 de Morena, 4 del PT, 4 del PAN, 2 del PRI y los de MC y Panal). Y ya olvídese usted de que no pueda tener mayoría calificada para reformas constitucionales o designaciones de funcionarios, sino que no tendría suficientes votos ni para sacar sus leyes de ingresos y presupuestos de egresos. Los dos años y siete meses que le quedan de su sexenio se los convertirían en un infierno.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En este imperio de la mentira que es la administración gallardista, el caso del traslado de internas del reclusorio de La Pila al femenil de Xolol, Tancanhuitz, amenaza con convertirlo en el universo del absurdo.
Como nuestros amables lectores recordarán, desde hace cosa de año y medio la Secretaría de Seguridad Pública del Estado -de la que depende el sistema carcelario- decidió enviar grupos de mujeres privadas de su libertad en La Pila al reclusorio de Xolol, que en sus inicios fue mixto y sobre la marcha se reconvirtió en el primero exclusivamente femenil del Estado.
Los traslados se hicieron sin consenso con las internas y mucho menos con sus familias. El argumento justificatorio es que existía una recomendación (la 73/2019) de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para que en las cárceles en general no compartieran espacios hombres y mujeres. Aquí lo primero que hay que decir es que aunque colindantes, cada género ha tenido siempre su propio espacio, en el peor de los casos separados por una barda. O sea, juntos, revueltos, nunca han estado.
La gran mayoría del centenar y medio de reclusas que había en La Pila, tienen o tenían a sus familias en esta ciudad y su zona conurbada. No llegaban al diez por ciento las originarias o vecinas de otras zonas del estado.
El traslado ha supuesto sufrimientos atroces para muchas de las involucradas, como ya lo hemos narrado en este mismo espacio, y que sin duda habremos de repetir con nuevos datos y casos precisos en un futuro próximo.
Lo que hoy nos interesa contarles es una historia tan absurda que parece obra de la imaginación. Para justificar el abusivo, innecesario y cruel desplazamiento, las autoridades competentes siempre han argumentado que hay bases científicas para determinar que es mejor que existan reclusorios varoniles separados por kilómetros y kilómetros de distancia de los femeniles.
Con ese criterio, que como ya hemos dicho parte de supuestos falaces, el área femenil de La Pila se fue vaciando, hasta llegar a tener únicamente 35 o 40 internas, que se supone en algún momento serían enviadas a Xolol.
Dígame usted si no es absurdo a niveles demenciales: el pasado domingo 9, de manera silenciosa, llegó a la sección femenil de La Pila un grupo de mujeres privadas de su libertad, procedente del penal femenil federal de Coatlán del Rio, Morelos. Se trata de 25 internas que ganaron amparos para que las recluyan lo más cerca posible de sus familias. Son en su gran mayoría zacatecanas, que en el penal morelense estaban a diez o más horas de camino.
¿Por qué aquí y no de una buena vez en Zacatecas, donde vive la mayoría de sus familiares? Porque el gobierno zacatecano no quiso recibirlas. La negativa se justifica con el hecho de que por ser reclusas federales, la mayoría tiene que ver con delincuencia organizada, lo que las hace peligrosas, proclives al autogobierno y amenazantes para sus compañeras que están ahí por haber cometido delitos menos graves.
Así, mientras mujeres potosinas privadas de su libertad, que en La Pila están a corta distancia de sus familias, son trasladadas a Xolol, a donde desde esta capital se hacen en promedio seis horas de ida y otras tantas de vuelta (con transbordo en Valles), otras de origen zacatecano que estaban a diez horas han sido traídas aquí para acercarlas con los suyos.
El penal morelense fue el primero exclusivamente para mujeres construido por la federación. Por su naturaleza, siempre ha tenido internas de todo el país. En 9 meses entre 2023 y 2024 batió récord mundial de suicidios: once.
¿Lo entiende usted? ¿Alguien le encuentra lógica? ¿En las manos de qué clase de locos estamos?
Comprimidos
Tiene razón Manuelita cuando dice que en eso de que ha revictimizado a algunas víctimas de diversos delitos ella lo único que ha hecho es responder las preguntas de los periodistas. Quizá le sirva de algo conocer la frase que en más de una ocasión les soltó a los reporteros el viejo zorro don Jesús Reyes Heroles: "A ustedes les asiste el sacratísimo derecho a preguntar, pero a mí me asiste el sacratísimo derecho a quedarme callado", les decía.
No sé qué estén pensando en el Ayuntamiento de la capital y en la dirección general del Interapas, pero creo que ya deberían tomarle la palabra al alcalde de Soledad y sentarse a hacer cuentas para que cada quien se vaya por su lado. La permanencia del vecino municipio es un pésimo negocio para el organismo operador: recupera una parte muy pequeña de lo que le cuesta abastecerlo. Y una de las principales razones de ese desequilibrio es que desde hace años el gallardismo populista aconseja no pagar el agua. El propio Juan Manuel Navarro en campaña convirtió en una de sus proclamas más aplaudidas el no pagar el líquido. Ya lo quiero ver obligado a abastecer a sus coterráneos y no recibir más que centavos a cambio. A ver si como ronca duerme. O como dicen por ahí, hay que pagarle por ver.
Quién sabe si sea porque algo le picó o porque ya no aguanta las madrizas que un día sí y otro también le ponen de consuno Héctor Serrano y Juan Manuel Navarro, pero el caso es que súbitamente Lupe salió a gritar que ya no cuenten con él para el 2027; que su vida política comienza y termina con Ricardo Gallardo Cardona. Tengo para mí que se dio cuenta que su inclusión en la lista de Los Fantásticos Diez del gallardismo no era en serio. Puede ser también que como no se cansa de asegurar Serrano, Lupe haya oído pasos en la azotea y calculó que si hacía mutis en la carrera sucesoria podía por lo menos seguir medrando donde está. Sus enemigos dicen que ya ni ahí dura mucho.
Hace tiempo que la muletilla de La Herencia Maldita va de bajada; ya nadie se conmueve cuando la escucha y cada vez menos le ponen atención. Pero sorpresas te da la vida. El pasado día 6, cuando el gobernador Gallardo se negó a asistir al evento de Vivienda para el Bienestar, delegó su representación en puro espécimen de la maldita herencia. Acompañando en el presídium a las personalidades visitantes, Gallardo dejó a Oscar El Cochiloco Bautista, a Christian El Reculito Sánchez, a Cesar CROM Lara y al tamaulipeco Miguel Cavazos de larga estirpe priista. Nada más faltó que también sentara ahí al Caco, a Sara y al Güerito.
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