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Huachicol de peajes

Por Sergio Sarmiento

Marzo 23, 2021 03:00 a.m.

A

“El que está en una caseta 

le está robando al pueblo”. 

Andrés Manuel López Obrador, 

Este pasado 18 de marzo viajé por carretera a Acapulco para asistir al Abierto Mexicano de Tenis. Al llegar a la caseta de peaje previa a Chilpancingo, un grupo de encapuchados controlaba las plumas de acceso. “Está tomada la caseta, carnal”, me dijo uno, de mala manera, mientras exigía el pago de 100 pesos para cruzar. El domingo 21 de marzo, en el viaje de regreso, estaban tomadas la caseta previa y la posterior a Chilpancingo. “Son solo 100 pesos”, me dijo el encapuchado en la primera, como si ofreciera una ganga. 

La toma de casetas ha dejado de ser una expresión de protesta y se ha convertido en un rentable negocio. No sorprende. Mientras atravesaba yo esas casetas calculé que por cada puerta cruzaban seis vehículos por minuto, uno casa 10 segundos. A 100 pesos por cada uno, suponiendo que no les cobren más a autobuses o camiones, estamos hablando de 600 pesos por minuto por puerta que se traduce en 14,400 pesos la hora. En los casos que vi personalmente, había cuatro puertas -dos de ida y dos de vuelta-en cada caseta. Esto significa 57,600 pesos en las cuatro puertas. Como son dos las casetas habitualmente tomadas en la Autopista del Sol, el monto sube a 115,200 pesos la hora. Si consideramos que las casetas suelen estar tomadas 12 horas por día, el resultado es de 1,382,400 pesos por jornada. Es difícil encontrar un negocio tan rentable y que de inversión solo requiere la compra de unos pasamontañas o cubrebocas. 

Cuando el presidente López Obrador estaba en la oposición, mantenía la posición que el robo de peajes era una legítima forma de protesta. Más tarde, ya como gobernante, señaló que no usaría la fuerza pública para reprimir las tomas de casetas. Con el tiempo cambió de posición. El 21 de septiembre afirmó: “Desde que llegamos se está actuando para impedir que se tomen las casetas porque ya se había convertido en una práctica tolerada en otros lados. No había causas de fondo, ya era sacar dinero al tomar las casetas, y se están ahora evitando estas tomas y ya se está recuperando todo lo que se perdía…”. El presidente, de hecho, afirmó que del 28 de junio de 2019 al 21 de septiembre del 2020 “se ha impedido la pérdida de 7 mil 19 millones de pesos”. El 11 de noviembre de 2020 afirmó: “Es un modus operandi el tomar las casetas para sacar dinero, es un acto ilícito, es como el huachicol. Es robarle al pueblo, es robarle a la hacienda pública”. 

Sin embargo, no siempre las autoridades le hacen caso a su jefe. En las casetas de la autopista México-Querétaro, que transité hace un par de semanas, hay letreros que advierten que la toma es un delito federal y que se tomarán medidas legales contra quienes cometan esta falta; y ninguna estaba tomada cuando yo usé la carretera. En cambio, en la Autopista del Sol, en particular en el estado de Guerrero, este delito se ha convertido en una constante. La Guardia Nacional sabe perfectamente que estas tomas de casetas tienen lugar todos los días, pero o sus comandantes son cómplices o no se atreven a aplicar la ley, ni siquiera para cumplir las promesas del primer mandatario. 

Quizá la razón es que el grupo que toma las casetas de la Autopista del Sol proviene de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Los líderes han sido aliados de López Obrador desde el principio. Y a los amigos no se les niega nada en este gobierno. al parecer, ni siquiera el huachicol de los peajes. 

Viejitos

En plena campaña electoral el presidente anunció una ampliación del programa de apoyo a adultos mayores. Se bajó la edad mínima de 67 a 65 años (la que Peña Nieto puso en un principio) mientras que el monto se duplicará hasta alcanzar los 6 mil pesos bimestrales. Es un anuncio con intenciones políticas que reitera la filosofía de un gobierno que prefiere repartir recursos que generar riqueza. 

Twitter: @SergioSarmiento