Entre quienes por razones esencialmente políticas se oponen a la posible contratación de un nuevo crédito bancario de 700 millones de pesos por parte del Gobierno del Estado, para subsanar las erogaciones extraordinarias impuestas por la epidemia y los apoyos a micro y pequeñas empresas en defensa del empleo, se maneja una idea que por encima parece buena pero que en realidad es pésima, un despropósito monumental: vender los invernaderos de Santa Rita en Rioverde y de El Huevo en Villa de Arista. La administración carrerista ha ofrecido vender los terrenos devueltos por la Ford para abonar la mitad del empréstito antes de septiembre del año próximo.
De acuerdo a información oficial y documentada, los dos invernaderos están valuados, al 31 de marzo reciente, en 356 millones 342 mil 759 pesos. Este avalúo incluye los invernaderos propiamente dicho, equipo, maquinaria y mobiliario adicional. Los de Santa Rita valen, en números cerrados, 231 millones y los de El Huevo 125 millones.
Los terrenos donde se iba a instalar la planta Ford, de 220 hectáreas en el parque industrial WTC, estima el Gobierno estatal venderlos en 350 millones de pesos, que serían destinados a amortizar la mitad de los 700 millones del nuevo endeudamiento.
Como se puede ver, ambos bienes tienen un valor muy semejante, por lo que cualquiera de los dos que se enajenara permitiría pagar por anticipado el 50 por ciento del crédito.
Pero quienes consideran que son intercambiables o, incluso, que es mejor vender los invernaderos que el terreno, ignoran o se desentienden de un dato fundamental: los primeros son rentables, producen utilidades, en tanto que el segundo no produce absolutamente nada y costará millones de pesos anuales en vigilancia y mantenimiento.
De acuerdo con la misma información oficial con que contamos, durante el 2017 los dos invernaderos, después de pagar impuestos, arrojaron dividendos conjuntos por 38 millones 977 mil 916 pesos. Al año siguiente la utilidad reportada fue de 22 millones 895 mil 704 pesos, y en el 2019 el mismo concepto ascendió a 16 millones 744 mil 392. A reserva de investigar por qué van a la baja, lo cierto es que en los tres años anteriores, los centros de producción Santa Rita y El Huevo arrojaron utilidades por 78 millones 618 mil 012 pesos.
En lo que hace a los terrenos que ocuparía la Ford, el parque industrial WTC está cobrando al Gobierno del Estado 119 mil dólares mensuales (unos 2 millones 750 mil pesos) por vigilancia, mantenimiento y otros conceptos similares. En rigor de verdad hay que decir que el Gobierno no ha pagado porque le parece excesiva la tarifa y está negociando un descuento. Por mucha que sea la rebaja, en algún momento habrá que pagar y de que ese terreno cuesta, cuesta.
Permítanme recurrir a la metáfora: imagínese usted a una familia propietaria de una pequeña tienda, de cuyas ventas mal saca para comer. Tiene además la propiedad de un minúsculo lote de terreno que no produce nada sino que al contrario, cuesta: el predial, el agua y el deshierbe. Sobreviene una crisis económica y la familia se ve obligada a desprenderse de algo de su patrimonio. Consulta a un diputado local y éste de inmediato le aconseja ¡que venda la tienda!
Estoy perfectamente consciente de que es imposible hablar de los invernaderos sin hacerse cargo de que prácticamente desde su creación han sido sospechosos de malos manejos, de corruptelas de todo tipo, de ser “la caja chica” de varias administraciones estatales y origen de algunas inexplicables fortunas personales.
Muy bien. ¿Sabe usted querido lector, lectora, quién es el responsable de vigilar el correcto manejo no solo de los invernaderos sino de toda la administración pública, quién dispone de los recursos y medios suficientes para detectar cualquier desvío en esos centros de producción, señalar culpables, sancionarlos administrativamente y procurar su castigo penal si fuera el caso? Sí, efectivamente, el Congreso del Estado.
Todo mundo lo sabe, pero nunca está de más recordarlo: El Congreso local cuenta con un órgano de fiscalización compuesto por varios centenares de elementos, entre ellos decenas de auditores muy capacitados, llamado Auditoría Superior del Estado. La ASE rinde cuentas a través de la Comisión de Vigilancia de la propia legislatura, en la cual están representados el PAN, Morena, el PRI y el Verde.
Es decir, si cualquier diputado sabe, sospecha, intuye o le late que en los invernaderos hay un robadero, tan sencillo como pedir a la Comisión de Vigilancia que a su vez solicite a la ASE auditorías específicas. Las quejas o sospechas legislativas en este punto tienen la resolución en sus propias manos.
Recurriendo una vez más al siempre espléndido recurso de la metáfora, esto viene a ser como si un individuo se queja a gritos de que se le están quemando los pantalones y tiene el extinguidor en las manos.
CANTINEROS AQUÍ Y BORRACHOS ALLÁ
A propósito de lo mismo -las resistencias al posible nuevo crédito- les cuento una breve historia: el pasado 8 de abril, el Congreso de Tamaulipas, de amplia mayoría panista, aprobó sin reparos un nuevo crédito por 4 mil 600 millones de pesos solicitado por el gobernador, también panista, Francisco García Cabeza de Vaca, pagadero a 20 años. Ese dinero lo solicitó el mandatario tamaulipeco para hacer frente a los gastos extraordinarios impuestos por la pandemia y la crisis económica.
Para poner las cosas en perspectiva, conviene apuntar algunos datos duros. El presupuesto general de ingresos del vecino estado para este año es de 59 mil 513 millones de pesos. El de San Luis Potosí es de 50 mil 228 millones. No hay una diferencia abismal. La deuda bancaria de nuestro estado es al corte más reciente de 3 mil 700 millones de pesos, en números cerrados. La de Tamaulipas, antes del nuevo financiamiento, era de 14 mil 355 millones.
Por eso decíamos al inicio que la resistencia aquí a un nuevo empréstito responde sobre todo a razones políticas. Si fueran financieras, administrativas o ideológicas, el PAN no habría autorizado el crédito en Tamaulipas, ni Morena los de Veracruz que en lo que va de este año suman 17 mil 522 millones de pesos.
Claro que puede haber razones válidas para apoyar o para rechazar un endeudamiento, lo que no se puede es ser cantinero aquí, borracho en Tamaulipas, abstemio en Veracruz y alcohólico cirrótico en Guanajuato.
Lo que quiero decir con esto es que sea para aprobar o para denegar, deben darse razones, buenas razones, razones válidas, coherentes, atendibles. No salir conque sí “porque sí” o con que no “porque no”. O peor aún, disfrazar una negativa de cálculo político-electoral con auténticas ocurrencias como la de que es mejor vender la tiendita que el terreno baldío; o que en los invernaderos todos los días se meten a robar y quien lo dice es el velador pistola al cinto encargado de vigilar que tal cosa no suceda.
El Gobierno del Estado envió el lunes al Congreso la solicitud de autorización para reestructurar la deuda actual. Los 3.7 mil millones que se deben tienen plazo de vencimiento a 15 años, y lo que se busca es alargarlo a 18, con un período de gracia de entre uno y dos años. Actualmente paga una tasa de interés promedio de tasa interbancaria de equilibrio mas 0.29 por ciento. Todo dependerá de las negociaciones, pero lo más probable es que se alargue el vencimiento, se consiga el plazo de gracia y las tasas se queden igual o con un decremento marginal.
Dependiendo en buena medida de cómo marche la reestructuración, Juan Manuel Carreras decidirá si con eso es suficiente para sortear los apremios económicos, o sí insiste con los legisladores para que autoricen el crédito hasta ahora públicamente mencionado pero no formalmente planteado. Dicho de otra forma, igual y ni se solicita la autorización respectiva.
COMPRIMIDOS
Puede ser que luego los hechos me desmientan y yo tenga que asumirlo y apechugarlo, pero por lo pronto he llegado a la convicción de que por ignotas razones Xavier Nava Palacios decidió ya no buscar ser candidato a gobernador por ningún partido ni independiente. Sólo así me explico que en plena crisis sanitaria, de movilidad y económica, haya decidido comenzar a cobrar por estacionarse en la calle de Jesús Goytortua. El cobro de los parquímetros es un impuesto con otro nombre. Introducir un nuevo gravamen aunque sea en las pocas cuadras de una calle intensamente concurrida en estos tiempos de angustias populares, es demencial. Bien dice Villoro, “hay quienes de repente amanecen con ambición de ruina”.
Y del también muy inoportuno proyecto de convertir la avenida Carranza, entre Uresti y Terrazas, en un “Paseo”, donde por lo pronto ya suprimieron 250 cajones de estacionamiento que con parquímetro costaban 8 pesos la hora y mandaron a sus usuarios a batallar consiguiendo lugar en estacionamientos privados con un costo promedio de 12 pesos la hora (50 por ciento de incremento), ya hablaremos luego.
Es tan extraño esto que tengo la sospecha de que el verdadero responsable es Ricardo Gallardo Cardona, quien luego de ver lo infructuoso de sus ataques mediáticos y lo poco rentable de repartir gel y naranjas, decidió aprender las artes de la nigromancia y embrujar a XNP. Terrible maldición le echó encima.
La receta no falla: todo fue que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, Santiago Nieto, deslizara que se estaba investigando lo hecho y no hecho por la Secretaría de Salud en el sexenio anterior, para que su ex titular José Narro cesara sus críticas al manejo de la pandemia por parte del gobierno de AMLO. Lo mismitito habíamos visto ya con Fox, Osorio Chong, Miguel Ángel Mancera y Alito Moreno, entre otros muchos que de súbito enmudecieron.
Demoscopia Digital es una empresa regiomontana con diez años de existencia que recién difundió una encuesta sobre intención de voto en los catorce estados donde habrá elecciones el año entrante. Son trabajos vía Whatsapp cuyos resultados “crudos” son sometidos a procesos matemáticos para ajustarlos y darles un margen de error semejante al de las entrevistas cara a cara. En el caso de nuestro estado, el resultado central indica que “si hoy fueran las elecciones” (se levantó los días primero y dos de mayo) Morena obtendría el 24.7 por ciento de la votación; el PAN el 22.1 y el PRI el 10.8, con un 34.5 de indecisos. El mensaje es reiterativo: a principios de año juntos PAN y PRI solo se aproximaban a Morena. Actualmente lo rebasan con cierta facilidad.
Hasta el próximo jueves.