Insostenibilidad de la democracia

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-¡Parecen salvajes!- Gritó un hombre sentado a espaldas del grupo.

 –semos, manito- suspiro el Fifo. 

“La región más transparente”. 

Carlos Fuentes.   

“La inseguridad y la violencia en nuestro país ocurren porque hay un déficit de policías a nivel estatal y municipal que puedan garantizar la seguridad de los ciudadanos”, así lo han declarado desde la esfera gubernamental federal. El tema se va a convertir en comidilla durante todo el sexenio. Dicen los que saben y sí no saben ya lo dijeron, que existe un faltante de policías de 102 mil 706, la cifra, aparte de ser extrañamente exacta, quiere convertir el asunto de la inseguridad en una cuestión estrictamente de aritmética básica.

El embrollo que encierra el problema de la inseguridad se ha convertido en números, hace algunos años los números eran por falta de marcos jurídicos, capital, tecnología, hoy los números son por carencia de seres humanos. 

Pero sería muy lamentable percibir a la seguridad pública como una cuestión de más y más y no como una estrategia a 20 años, dejando de lado, el uso político bajo el pretexto de un orden público o como herramientas clientelares facciosas de represión, profundizando cada día más las relaciones entre la ciudadanía y las autoridades. No han podido concebir que parte de la gobernabilidad democrática de los Estados, así como la calidad de vida de todos los ciudadanos va a partir de “Seguridad para todos”, con un enfoque rigurosamente civil y ciudadano, con esfuerzos reales de prevención del delito y las violencias, con estrategias de intervención conocidas en el mundo entero como “policiamientos”.

El proyecto de Guardia Nacional es brutalmente militar, los Coordinadores Estatales de la misma esta consolidada por 12 Generales, 11 Coroneles, 2 Contralmirantes, 3 Capitanes Navales y 3 Tenientes Coroneles, lo grave, es que a nivel Estatal y Municipal los políticos están ansiosos de repetir el mismo esquema y cualquier esfuerzo que se pretenda para una movimiento policial eficaz, quedara extinto. El  INEGI en su X Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario estatal, informa que al cierre del 2018, había 217 mil 767 elementos en seguridad pública estatales. De éstos, 50.6% correspondieron a corporaciones de policía preventiva, mismos que deben constitucionalmente ser profesionalizados en su servicio, ser asociados a las comunidades, visibilidad y prontitud de su respuesta, focalizados sus esfuerzos y recursos a las zonas más inseguras, adaptabilidad de su reacción a las circunstancias de la región y por ultimo previendo la ocurrencia del delito.

Siguiendo con los datos del INEGI, en personal destinado a funciones de seguridad por 100 mil habitantes, la media nacional es de 173.8, San Luis Potosí tiene 113.7, pero, ocupa el primer lugar a nivel nacional por ultimo grado de estudios concluido con preparatoria, carreta técnica, licenciatura y posgrado. Y ocupa el cuarto lugar en cuanto a los ingresos monetarios percibidos por el personal. 

TAPANCO: ¿Más o mejores policías? Mire Usted, el año pasado de un millón 690 mil intervenciones policiales, más de 800 mil fueron por presuntas infracciones, el 49.2% y únicamente 250 mil, el 14.9% fueron intervenciones por presuntos delitos del fuero común, donde casi el 50% son robos. 

Conceptualicen primero competencias e intervenciones municipales y estatales ¿qué le toca a quién y cómo? Seis Estados de la República son indicadores en sus intervenciones policiales por 100 mil habitantes: Yucatán 2,760, Tlaxcala 533, CDMX 426, Michoacán 400, Nayarit 330 y SLP 316. 

La redefinición de seguridad pública por seguridad ciudadana, por el creciente y nada prometedor cese de encabronamiento de la colectividad en el corto tiempo, parece ser la única ruta y el reconocimiento de que existen franjas territoriales vacías sin autoridad real. La sostenibilidad de la democracia, es la seguridad ciudadana. ¿Habrá tiempo? 

Francisco.soni@uaslp.mx twitter: @franciscosoni